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El Futuro del Foro Social Mundial

El FSM es un espacio de debate democrático de ideas, profundización de la reflexión, formulación de propuestas, cambio de experiencias y articulación de movimientos sociales, redes, etc.

2 de febrero de 2006

La normalidad que recobra Caracas, después de la agitada semana que trajo consigo el VI Foro Social Mundial (FSM), contrasta con las tensiones de poder que se respiran en pasillos, centros de discusión y aulas de debate sobre el futuro de este encuentro de culturas, ideologías y tendencias. Una pregunta rompe la tranquilidad: ¿Cuál es el futuro del Foro?

Libre de los trancones vehiculares, la especulación económica y de la presencia de miles de activistas venidos de diversos países para discutir las características de un mundo mejor, Caracas ha quedado en la historia del FSM como un espacio que develó las tensiones que vive este proceso social mundial, en el que convergen alternativas económicas antineoliberales, sociales, ecológicas, feministas, antibélicas, indigenistas y antiglobalizadoras.

Creado en el 2001, el FSM es un espacio de debate democrático de ideas, profundización de la reflexión, formulación de propuestas, cambio de experiencias y articulación de movimientos sociales, redes, organizaciones no gubernamentales y otras organizaciones de la sociedad civil que se oponen al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital y por cualquier forma de imperialismo. Después del primer encuentro mundial, realizado en Porto Alegre, Brasil, realizado en el 2001, se configuró como un proceso mundial permanente de búsqueda y construcción de alternativas ante políticas neoliberales.

El FSM se caracteriza también por la pluralidad y por la diversidad, teniendo un carácter no confesional, no gubernamental y no partidario. Se propone a facilitar la articulación, de forma descentralizada y en red, de entidades y movimientos encajados en acciones concretas, del nivel local al internacional, por la construcción de un otro mundo, pero no pretende ser una instancia representativa de la sociedad civil mundial.

No obstante la claridad de sus objetivos y principios, el FSM enfrenta ahora una dicotomía: ¿Teoría o práctica? El futuro de este proceso multilateral alternativo se enmarca en resolver esta cuestión.

En su discurso del viernes 27 de enero frente a miles de activistas participantes en el Foro, el presidente Hugo Chávez Frías dio los primeros pasos para resolver esta dicotomía: más acción y menos folclor; más socialismo y menos teorización. Las reacciones no se hicieron esperar. Cada cual defendió lo suyo.

Las corrientes ideológicas son tan diversas como participantes tiene el Foro, lo que significa que no hay respuestas claras ni únicas al planteamiento hecho por Chávez. Sobre lo que sÍ hay mediana concertación es que, por primera vez, quienes participan año a año en el FSM tuvieron la oportunidad de tocar una realidad concreta, la venezolana, en sus propios barrios. De alguna manera se superó el esquema de encierro en sitios determinados para escuchar conferencias y se compartió con la gente común y corriente, en su mayoría seguidora del proceso revolucionario liderado por el Presidente de la República. Esta "contaminación" puso en evidencia las tensiones entre las relaciones de poder de los movimientos sociales.

¿Cuál será el camino?

Aram Aharoniam, director de la cadena televisiva Telesur, puso en evidencia que existen dos posiciones enfrentadas sobre la naturaleza y objetivos de este encuentro alternativo. La primera plantea que dentro del Foro salgan conclusiones con vías de acción y la otra, "la más tradicional", que se mantenga como una lugar de reunión, de articulación, de presentación de nuevas ideas. "La respuesta a este debate no se va a tomar en este momento, pero se seguirá discutiendo si el Foro seguirá siendo lo que ha sido hasta ahora o nace otro tipo de foro".

Edgardo Lander, miembro del grupo facilitador del FSM por Venezuela, llama la atención sobre el tema de fondo de esta discusión: lo social y lo político, y cómo aparecen en el Foro. "Los debates sobre la necesidad de profundizar la politización del Foro no son un imaginario intelectual, reflejan la realidad de la demanda de los movimientos sociales de centrar su lucha en el contexto político inmediato y eso creo que es una expresión muy importante de maduración de este proceso; las pretensiones de mantener la separación entre lo social y lo político, y la pureza de la sociedad civil, hacen parte de la historia y no forman parte, en la actualidad, del estado de maduración del Foro".

Las cifras de actividades relacionadas con el tema político constatan esta tendencia: de por lo menos 2.000 actividades realizadas entre el 24 y el 28 de enero, el tema expresamente político, relacionado con el poder, el Estado, la relación de movimientos y partidos, incluso el tema del socialismo, sobrepasaron el 40% de los debates, foros y talleres.

La activista peruana Virginia Vargas, integrante del Consejo internacional del FSM, considera que la politización del Foro depende de los movimientos sociales, que quieren avanzar en esta mirada, encadenándola a su trabajo social. "El énfasis de lo político es parte fundamental de las propuestas de los movimientos sociales, eso no cae del cielo".

Pero Vargas no comparte la propuesta de quienes quieren elaborar un plan de acción global para derrotar al imperialismo, "eso lo tienen que hacer los movimientos sociales que confluyen en el Foro, que son además diversos y plurales, que no tienen una misma forma de pensar el imperialismo y que tienen otras luchas fundamentales. Tampoco comparto la idea de hacer del Foro un sujeto colectivo revolucionario, ese tema fue superado hace muchos años para recuperar la multiplicidad de las luchas sociales".

Danilo Savio, de Brasil, otro de los miembros del Consejo Internacional del FSM, considera ilógico el debate sobre si la política tiene que estar presente en el FSM o no. "Es un debate que no tiene lógica porque la sociedad civil es distinta en cada país, y distintas son las relaciones con la política en cada país. El punto central es que la sociedad civil tiene que entrar en acción en las instituciones políticas y en la sociedad para que nuestra agenda se haga realidad. El propósito no es traer políticos al Foro sino cómo llegamos nosotros a los políticos para que tengan en cuenta nuestra agenda y la integren en sus decisiones y actividades".

Agrega Savio que no se puede seguir haciendo un foro que sirva para enriquecer solamente a quienes participan en el Foro. "Es necesario que el Foro se convierta en un punto de referencia para acción de toda la sociedad civil y también de los millones de personas que sin estar estructurados en organización alguna comparten nuestros valores y nuestras inquietudes".

Por último, el sociólogo brasileño Boaventura de Sousa Santos, fue bastante critico al responder la pregunta sobre el futuro del FSM. "Pienso que la generación que inició este foro está cansada y, por lo tanto, el formato está agotado. El reto es mantener activa la participación política de la gente a nivel local, regional y mundial, eso se puede hacer con la multiplicación de foros o a través de la coordinación de agendas".

Asevera que el FSM está siendo víctima de su éxito sin estar preparados para ello y deja en evidencia que es imposible analizar los resultados de Caracas sin tener en cuenta lo definido en Bamako, Malí, donde se realizó de manera paralela el Foro Social Mundial, capítulo África, y sin tener agregar lo que será el resultado del Foro en Karachi, Pakistán, en marzo próximo, durante el capítulo Asia. "El problema es que creemos que América Latina es el mundo, y eso no es cierto, somos una pequeña parte del mundo. Debemos reconocer la diversidad y acordarnos que el tipo de revolución social que estamos intentando hacer - llamémosla como la queramos: lucha por la dignidad, socialismo, liberación - debe centrarse en traducirnos unos a otros para juntarnos en la lucha. Ese es el FSM y me parece que esa forma no está agotada".