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El G-8: un primer paso

Lina Holguín narra desde Escocia cómo se vivió la reunión de los ocho países más poderosos del mundo.

Lina Holguín
10 de julio de 2005

Los ocho países más ricos del mundo se reunieron este fin de semana en Escocia para discutir sobre la pobreza en África y el cambio climático, entre otros temas. El Grupo de los 8 se reune cada año, pero esta cumbre no fue como las otras. Las campañas en más de 70 países, incluido Colombia, los conciertos del Live 8, la implicación de Bono, el famoso cantante del grupo de rock U2, Bob Guildof y los centenares de artistas marcaron la diferencia.   Millones de personas en el mundo demandamos a los líderes actuar  inmediatamente en la lucha contra la pobreza. El G-8 respondió a medias.

El 2 de julio llegué a Edinburgo, capital de Escocia, justo a tiempo para participar en una marcha organizada por el Llamado a la accion mundial contra la pobreza, una campaña que se realiza en más de 70 países para que el mundo gane conciencia sobre el drama de los países más pobres. La marcha en la que participamos mas de 250.000 personas, vestidas de blanco, se llevó a cabo al mismo tiempo que los conciertos de Live 8. Fue un verdadero movimiento de solidaridad que formó alrededor de la ciudad una cinta blanca, el símbolo de la campaña. 

Vine al G-8 como parte del equipo de Oxfam Internacional. Nuestro objetivo era aumentar la presión hacia los líderes de los países más poderosos del mundo que conforman el G-8. Nuestro mensaje: Más y mejor ayuda, cancelación de la deuda de los países más pobres y justicia en el comercio internacional.

El Tsunami de la pobreza :  G8 no vio la urgencia

Cuente uno, dos, tres segundos, un niño acaba de morir en Sudán. Cuente de nuevo: uno, dos, tres segundos, otro niño acaba de morir en Sri Lanka. Uno, dos, tres segundos, otro en Colombia. Según la Organización Mundial de la Salud, cada tres segundos un niño muere por causas relacionadas con la pobreza. Treinta mil en un dia. Estas vidas pueden ser salvadas y los líderes de los ocho países más ricos del mundo tienen el poder de hacerlo. En Escocia, decidieron utilizar un mínimo de ese poder.  

Es viernes 8 de julio. Tres largos días de intenso trabajo en el centro de medios del G8 están a punto de terminar. El cansancio es evidente y el sentimiento no es de satisfacción, pero tampoco de derrota. El movimiento de lucha contra la pobreza hizo que el G-8 temblara. Hasta esta mañana aún seguían las negociaciones sobre el comunicado final, algo nunca visto en el G-8, pues normalmente este documento está listo antes de que los líderes se reúnan. Esto fue lo que anunciaron:

* El G-8 reconoció que este es el comienzo -no el final- de sus esfuerzos para acabar con la pobreza en el mundo.

* En cuanto a la ayuda internacional, el G-8 anunció un incremento de US$50 billones para 2010. Sin embargo, Naciones Unidas considera que para cumplir con las Metas del Milenio en 2010 para erradicar la pobreza extrema en el mundo, se necesitan US$180 billones.  

El anuncio hecho por el G-8 con respecto a la ayuda internacional podrá salvar cinco millones de niños de aquí a 2010, pero otros 50 millones se habrían salvado de morir en los próximos cinco años si el G-8 se hubiera comprometido a aumentar el mismo monto para 2006.

* El G-8 confirmó el anuncio realizado el mes pasado por los ministros de economía, de cancelar la deuda de 18 países pobres, 14 de ellos en África (ver artículo sobre la deuda de los países pobres). Sin embargo, decidieron no incluir más países pobres que lo necesitan desesperadamente. (Se estima que son mas de 60 países).

* El  G-8 no logró avances sustanciales en el frente de las negociaciones sobre comercio internacional. Hubo algo de progreso, pero el resultado no fue lo que se esperaba. El G-8 confirmó que se les debe permitir a los países menos desarrollados elaborar sus propias políticas de comercio. Desafortunadamente, no estableció un fecha para la eliminación de los subsidios a la exportación en agricultura.

Mucho se tendrá que hacer antes de la próxima reunión de la Organización Mundial de Comercio en Hong Kong, en diciembre, para darles la oportunidad a millones de personas de salir de la pobreza.

El atentado terrorista

El atentado terrorista en Londres el jueves 7 de julio marcó esta cumbre del G-8.  Ese día llegamos al centro de medios con la intención de clarificar la confusión que había respecto al anuncio de los $50 billones para la ayuda internacional.  Preparamos nuestro comunicado y, cuando estábamos a punto de distribuirlo, ¡bom! ¡bom! Las bombas en Londres. Todos nos aglomeramos alrededor de las pantallas de televisión. Mis colegas de Oxfam Gran Bretaña trataron de contactar a sus familias en Londres. Muchos periodistas partieron. Pensamos que el G-8 se cancelaría. Pero, minutos más tarde, el primer ministro británico, Tony Blair, anunció que los líderes del G-8 continuarían con la agenda de trabajo. Blair viajó por algunas horas a Londres y dijo que el terrorismo no lograría su objetivo. El G-8 continuó.

Este G-8 no hizo historia en la lucha contra la pobreza. La movilización en el mundo sí. Por primera vez, millones de personas en el mundo presionaron al G-8 a actuar contra la pobreza. Y para que actuara ahora. Fueron muchas las coaliciones que se hicieron. El movimiento civil se puso de acuerdo y va a seguir trabajando. Sigue la reunión de Naciones Unidas sobre las Metas del Milenio en septiembre, otro momento clave de la campaña, y otro en diciembre, cuando se reúne la OMC. Esto es el principio.