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El lenguaje de los candidatos

Las frases comunes de los candidatos no siempre van en la misma dirección de su publicidad oficial. Mientras las vallas los muestran como personajes propositivos o incluyentes, su lenguaje diario puede demostrar lo contrario.

Élber Gutiérrez Roa
15 de mayo de 2006

Si hay algo que los candidatos se preocupan por cuidar durante una campaña política es su imagen. Se asesoran por expertos, planean una estrategia, buscan una publicidad efectiva y lanzan su mensaje. Sin embargo, éste no siempre llega al electorado de forma clara y es entonces cuando vienen los descalabros.

¿A qué se debe esta situación? Muchas veces el problema parte del mismo candidato y se debe a la incongruencia entre el mensaje publicitario que usa y el que él mismo proyecta como candidato en su día a día de campaña.

Semana.com le pidió a Ángel Becassino y Ramón Jimeno, expertos en publicidad y estrategia política, e independientes de todos los presidenciables en la presente contienda (Becassino trabajó para Antonio Navarro en varias campañas y Jimeno en la última de Serpa), que comparen los mensajes oficiales de las campañas con algunas de las frases más comunes de los candidatos. El resultado: No en todos los casos hay sintonía entre lo que dice el publicista y lo que hace su cliente.

Según ambos expertos, en el caso del presidente-candidato, Álvaro Uribe, es evidente una contradicción entre el tono de los mensajes de campaña y el que el aspirante presidencial le imprime a sus declaraciones. Por el contrario, Antanas Mockus, de la Alianza Social Indígena, conserva una mayor sintonía entre sus mensajes de campaña y los que él mismo proyecta en cada aparición pública. El grado de sintonía –opinan Becassino y Jimeno- demuestra qué tanto se contradice un candidato, pero no necesariamente es garantía de éxito electoral.

El análisis también señala que la campaña publicitaria más efectista en manejo de lenguaje es la de Uribe y que las de menor impacto en este sentido son las de Leyva y Mockus. En el caso de Horacio Serpa, los expertos sostienen que hace falta mayor fuerza en los mensajes. El caso de Carlos Gaviria resulta paradójico: lenguaje poco claro en la estrategia publicitaria, pero más directo en las declaraciones públicas del candidato. 
 
Vea a continuación el análisis completo.