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Eje cafetero

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Un histórico encuentro entre más de 300 sacerdotes y obispos del eje cafetero y los representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo sirvió para evaluar la compleja situación social y económica de la región.

Fabio Posada*
17 de abril de 2005

Al suntuoso y acogedor Recinto del Pensamiento, en las afueras de Manizales, no le cabía literalmente un alma el miércoles de la semana pasada. Esto por las inmensas expectativas que generó el encuentro entre la iglesia católica y el PNUD para hablar sobre los retos que en materia de desarrollo humano y pobreza tiene la región. En la agenda también se incluyó el tema de los objetivos del Milenio y fue completada por el testimonio del Obispo de Sincelejo, Nel Beltrán, sobre el proceso de desarrollo y paz que se adelanta en los Montes de María.

Esta inusual reunión, donde estuvo presente la dirigencia política de los tres departamentos cafeteros, tiene un importante antecedente: la presentación hace un año del Informe regional de desarrollo humano. Este documento que destapó y puso en primer plano la grave situación de la región, es fruto de un trabajo serio y exhaustivo de investigación donde participaron entidades de los tres departamentos. Su conclusión más severa es que, en cuestión de desarrollo humano y calidad de vida, el eje cafetero perdió toda una década pues conserva los mismos índices que hace 10 años. Sin embargo, este trabajo no se quedó en la descripción de la crisis sino que propuso salidas, por eso se le reconoce hoy como una importante hoja de ruta para el futuro regional.

Aunque las palabras de Alfredo Witschi, representante residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, durante la apertura del evento sonaron especialmente conciliadoras, "queremos convertir el logro de mejores condiciones de vida y desarrollo de la población en un reto colectivo". Esa actitud contrastó con los discursos de los gobernadores de Quindío y Risaralda, pero especialmente con el de Caldas, Emilio Echeverry. "Planeación nacional se niega a ver las realidades apremiantes de la región", señaló. Además, cuestionó el recorte que el gobierno nacional le hizo este año a las transferencias para salud. De la inconformidad tomó atenta nota el director del programa nacional de desarrollo humano, Alfredo Sarmiento. Quien a reglón seguido expuso, de manera técnica pero amena, los objetivos del milenio a los que planeación nacional se ha comprometido.

Luego llegó el turno para escuchar el testimonio de monseñor Nel Beltrán y la experiencia de la Fundación Red de Desarrollo y Paz de los Montes de María. "Me aterra su pobreza", fue lo primero que dijo y ante el apunte el auditorio tuvo que reír. Lo siguió monseñor Héctor Henao quien señaló que la misión de la iglesia era regionalizar una reflexión en torno al papel de la pastoral social ante las nuevas comunidades. A las que describió con múltiples problemas, entre los que destacó la trata de mujeres del eje cafetero que inunda los mercados asiáticos, las altas cifras de prostitución infantil, el reclutamiento forzado de menores y la grave descomposición familiar por la ausencia de los padres, que se han ido a otros países en busca de fortuna. Además, dijo que la economía de la región era ficticia ya que uno de sus soportes fundamentales eran las remesas que llegan desde el exterior.

El auditorio, colmado de sacerdotes de los rincones más apartados de la geografía cafetera, se comprometió ante el arzobispo de Manizales, Fabio Betancur, para continuar con el debate y llegar a identificar las acciones para poner en marcha ante los retos y necesidades descritos en el foro. Tal vez la conclusión más importante del evento la entregó José Manuel Mariscal, director del PNUD en Manizales y gestor del informe de desarrollo humano del año pasado, "los dirigentes, la academia, la iglesia y la gente en general ya hablan el mismo idioma, conocen la dura realidad de su región y están inventando formulas y alianzas para salir adelante". Aunque por los pasillos del Recinto del Pensamiento, una vez finalizado el evento, se escucharon voces que claman para que la empresa privada y el gobierno aparezcan en el escenario y apoyen esta importante dinámica regional.

*Corresponsal de SEMANA