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Esta inmensa pancarta se descuelga en la fachada del Palacio de Liévano, en la Alcaldía de Bogotá. (Foto: León Darío Peláez- Semana)

NACION

El momento difícil de Lucho Garzón

El Alcalde de Bogotá fue una de las personas más sorprendidas por el anuncio del presidente Uribe de ordenar el rescate militar de los secuestrados que hizo junto a él.

20 de octubre de 2006

¿Cómo se sentiría Lucho Garzón en la mañana de este viernes en la Universidad Militar? ¿Qué pensaría mientras el presidente Álvaro Uribe Vélez cerraba de tajo la posibilidad de un intercambio humanitario? Las preguntas son naturales porque el Alcalde es uno de los mayores defensores de sentarse a hablar con las Farc para liberar a los secuestrados. De hecho en el Palacio Liévano hace unos días ordenó colgar una pancarta inmensa con mensaje: intercambio ya.
 
El Alcalde también es tajante en la lucha contra la violencia terrorista de las Farc y por eso ha salido, en todo momento, a defender la ciudad y a anunciar que él no va a permitir que la guerrilla vaya a imponer el miedo en Bogotá.
 
En esta línea de pensamiento probablemente fue que decidió acompañar al presidente Uribe a la Universidad Militar en donde explotó el carro bomba. Lo que debió tomarlo por sorpresa fue el tono absolutamente tajante del Jefe del Estado frente a la posibilidad de llegar a un acuerdo humanitario.
 
Por eso, Lucho luego llamó al gobernador del Valle, Angelino Garzón, y entre los dos produjeron un documento que va en contravía de la decisión del Presidente. “No compartimos el rescate militar de los secuestrados”, titularon el mensaje. Y en este no sólo argumentan su concepto sino que exhiben su inconformidad con las palabras del Presidente. Es decir, Lucho se desmarcaba de Uribe y mostraba que realmente estaba viviendo un momento muy difícil.

A continuación el texto del comunicado.

"Reiteramos nuestro repudio y nuestro rechazo al acto terrorista que en el día de ayer se llevó a cabo en la ciudad de Bogotá D.C., dentro de las instalaciones de la Universidad Militar Nueva Granada y que ha dejado varias personas heridas, incluyendo estudiantes y militares. Igualmente, condenamos todos los hechos de violencia que han venido sucediendo en nuestro país.

Es una violencia irracional que lo único que ha venido generando en más de 40 años de existencia, es dolor, tristeza, odios acumulados y al final, a la gente pobre la vuelven más pobre y se convierte en un verdadero obstáculo para el desarrollo pleno de la democracia y para la consolidación de proyectos políticos de centro izquierda.

Detrás de los hechos de violencia están los grupos ilegales como la guerrilla, las autodefensas o paramilitares, el narcotráfico, la delincuencia común, pero también civiles estimuladores de la violencia y en ocasiones algunos servidores públicos que violan el mandato constitucional de contribuir a fortalecer la institucionalidad y prefieren así, colocarse al lado de los grupos ilegales, cuya función siempre es la de debilitar las instituciones del Estado.

Es una violencia degradada, donde no importa para nada el ser humano, donde la mayoría de los hechos de violencia, incluyendo los asesinatos, atentados terroristas, secuestros o desapariciones forzadas, quedan en un verdadero misterio o manto de duda, porque sus autores materiales o intelectuales, no tienen el valor de dar la cara, de comunicar públicamente por qué adelantan todos estos hechos y menos, la de ser receptivos al dolor de todas las víctimas de la violencia y al clamor de la población colombiana de no más violencia.

Por eso, para enfrentar todas esas acciones de violencia, sin importar su origen o procedencia, hemos propuesto como Alcalde Mayor de Bogotá y Gobernador del Valle del Cauca, respectivamente, que todos los partidos con representación parlamentaria, hagan un acuerdo político con el señor Presidente de la República, a fin de luchar decididamente contra la violencia, pero sin renunciar a la búsqueda del acuerdo humanitario, de la paz y a la lucha contra la miseria.

Llegó la hora de que luchemos decididamente contra la impunidad, de exigirle a los grupos de autodefensas o paramilitares que no se puede dialogar con el Gobierno Nacional y al mismo tiempo estar adelantando actividades criminales y terroristas.

Es necesario exigirle a las FARC un pronunciamiento público sobre el atentado terrorista contra la Universidad Militar Nueva Granada perpetrando justamente cuando se habían flexibilizado posiciones de parte y parte, para definir un lugar de encuentro donde se llevara a cabo el Acuerdo Humanitario para el logro de la libertad de las personas secuestradas.

No estamos de acuerdo con que se satanice a los municipios de Pradera y Florida cuando lo único que han demostrado la población urbana y rural y sus Alcaldes, es una voluntad de paz y su decisión de contribuir al acuerdo humanitario.

La voluntad política de enfrentar la violencia venga de donde venga y de lograr la paz, es la base fundamental para avanzar por una Colombia con mayor desarrollo económico, con mejor bienestar social y donde impere la convivencia pacífica.

Atentamente,


(Firmado)
Luis Eduardo Garzón
Alcalde Mayor de Bogotá

(Firmado)
Angelino Garzón
Gobernador del Valle del Cauca"