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El senador Álvaro Araújo confiesa que estuvo en una fiesta con 'Jorge 40' antes de su desmovilización

El senador Álvaro Araújo volvió a sorprender al país con sus propias revelaciones. Hoy contó que estuvo en una fiesta con 'Jorge 40' antes de la desmovilización del jefe paramilitar.

16 de noviembre de 2006

 

El senador uribista Álvaro Araújo volvió a sorprender hoy al país. En diálogo con La W Radio reveló que estuvo en una fiesta con el paramilitar ‘Jorge 40’, uno de los hombres más duros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Es más: el congresista contó que el encuentro se produjo antes de la desmovilización del jefe paramilitar.
 
Además contó que él se “coló” al encuentro que tuvo la canciller María Consuelo Araújo (su hermana) con el Fiscal General Mario Iguarán. El encuentro de los dos altos funcionarios se realizó esta semana y en la agenda figuraba el tema del Plan Colombia. Sin embargo, el senador llegó a la reunión.

El senador hizo énfasis ante la opinión pública que en ambos casos actuó de manera honesta. Según su versión fue a la fiesta porque deseaba conversar con los paramilitares acerca de unas amenazas que éstos le habían hecho contra su vida. Y sobre la cita de la ministra y el fiscal, reiteró que en ningún momento fue a averiguar acerca del escándalo que vive el país por los nexos entre sectores de la clase política y los paramilitares. Además, insistió que en ningún momento quiso afectar a su hermana que ocupa una de las carteras de mayor importancia del ejecutivo.
 
Las declaraciones de Araújo se produjeron un día después de que trascendiera su advertencia de que sí la Corte Suprema lo llamaba a él se iba a afectar a alto gobierno. En unos hechos que fueron relatados así por SEMANA.COM

 Crónica de la molestia de Araújo
 
El tono airado del senador uribista desconcertó a todos los asistentes a la reunión del martes en la Casa de Nariño. Por iniciativa propia, los jefes de los partidos uribistas Cambio Radical, Alas Equipo Colombia, Colombia Democrática, La U y Conservador Colombiano, así como los presidentes de Cámara y Senado, fueron recibidos por el secretario general de la Presidencia, Bernardo Moreno, a quien pidieron claridad sobre la posición del gobierno frente al escándalo por los nexos entre paramilitares y políticos.
 
Moreno les explicó que para el gobierno era muy difícil garantizar que los tres senadores involucrados hasta ese momento (Álvaro García, Jairo Merlano y Erik Morris) tendrían un sitio de reclusión especial si se entregaban a la justicia. Hacerlo equivaldría a contradecir uno de los caballos de batalla pregonados por el presidente Álvaro Uribe desde su primera campaña presidencial, según el cual se acabarían las cárceles especiales para funcionarios públicos.

Algunos de los asistentes a la cita ya habían dejado ver su molestia tras comprobar que la Casa de Nariño no les podía ayudar en sus demandas. El ministro del Interior, Carlos Holguín, uno de los testigos de la reunión, intentaba calmar los ánimos e invitaba a los congresistas a no tomar decisiones apresuradas.
 
Fue entonces cuando el senador Álvaro Araújo, jefe de Alas Equipo Colombia, se levantó de la mesa visiblemente molesto y tras admitir que tuvo conversaciones esporádicas con jefes paramilitares de su departamento, expresó su indignación por versiones según las cuales él también aparecería entre los congresistas investigados. “Si vienen por mí, vienen por la ‘Conchi’ y vienen por el presidente Uribe y el Procurador”, le oyó gritar el ministro Holguín.
 
“Él lo dijo y lo dijo de esa manera, pero también dijo con claridad que no lo pueden acusar de ningún delito”, recuerda el ministro. Para Holguín, la alusión de Araújo a sus parientes (la Canciller María Consuelo Araújo y el Procurador Edgardo Maya, hermana y tío político del senador, respectivamente) y la que hizo de Uribe no tienen razón de ser porque “la responsabilidad penal es individual y porque el mismo senador aclaró su inocencia”.
 
Más allá del tono empleado por el senador Araújo, varios de los asistentes a la reunión se preguntaron en voz baja el porqué de su indignación ante las investigaciones iniciadas por la Corte Suprema de Justicia contra los congresistas vinculados con las autodefensas, de los cuales dos son prófugos (los senadores García y Merlano), uno ya se entregó (Morris) y otra fue capturada por el DAS (la ex representante Muriel Benito Revollo).
 
La presidenta del Senado, Dilian Francisca Toro, dijo que Araújo se molestó porque -según él-  en Cesar hay una fuerte influencia paramilitar y en ese tipo de escenarios es poco probable que un congresista no “se haya cruzado” con los jefes de autodefensas. La congresista le atribuyó a Araújo algunas frases según las cuales el hecho de que “uno conozca a una persona que pertenece a un grupo paramilitar, que uno conozca a su familia, no quiere decir de que uno sea paramilitar, ni que esté involucrado en el paramilitarismo”.
 
Araújo es uno de los dirigentes políticos más afectos al Jefe de Estado y lideró sus dos campañas presidenciales en Cesar. Su hermana, María Consuelo, fue ministra de Cultura en el primer gobierno de Uribe, cargo al que renunció para ingresar a la campaña reeleccionista y luego reingresar al gobierno.
 
A finales de 2005, Araújo apareció en las investigaciones que por separado hicieron la Corporación Nuevo Arco Iris y la investigadora Claudia López, en las que se le señalaba como eventual beneficiario de la repartición del electorado decretada por el jefe paramilitar ‘Jorge 40’ en la Costa atlántica. En esa oportunidad, el congresista defendió la legalidad de sus votos y aseguró que sus campañas políticas fueron ejecutadas con transparencia y de cara a la sociedad colombiana. El congresista reiteró, una y otra vez, su inocencia y dijo que ningún organismo había tomado en serio lo que él consideraba un rumor de mala fe. Al día de hoy, en las investigaciones adelantadas por la Corte Suprema su nombre no aparece reseñado entre los supuestos amigos de las autodefensas.
 
Mientras tanto, la ex congresista Benito Revollo rindió indagatoria en el búnker de la Fiscalía y dijo que está segura de que las acusaciones en su contra son falsas y que demostrará que nada tuvo que ver con los paramilitares de Sucre.
 
Entre tanto, este jueves el Polo Democrático denunció el asesinato de Carmelo Barrios, hermano del diputado Jesús Barrios, en Betulia (Sucre) y dio orden de retiro a sus militantes en municipios y caseríos de Sucre, algunos de los cuales contribuyeron a denunciar los nexos entre paras y política que hoy tienen enredados a los congresistas de la región.
 
Según el senador Gustavo Petro, la responsabilidad por estos hechos es del Presidente de la República, “dado que su silencio y su falta de actitud en contra de sus propios amigos electorales, que hoy están asesinando, es lo que permite la continuación de los crímenes en este departamento”.

La declaración del senador Petro y las palabras divulgadas por el propio Araújo forman parte del monumental escándalo por los nexos entre los paras y los políticos y que tuvo en esta semana uno de los días más cruciales. Sin embargo, no serán los últimos. En el Congreso todos prevén que las jornadas por venir serán aun más difíciles.