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Beijing 2008

En cuerpo ajeno

La posible adulteración de la edad de tres niñas deportistas chinas que han barrido con el oro en las pruebas de gimnasia ha desatado una polémica sobre las violaciones al mínimo de edad en las pruebas. Especial de Sara Guevara para Semana.com

15 de agosto de 2008

Las imágenes de las pequeñas atletas Jian Yoyuan, He Kexin y Yang Yilin, que magistralmente dominaron las barras asimétricas el pasado miércoles,  complacieron a los chinos, pero dejaron un sabor amargo no solo en las delegaciones internacionales que competían contra ellas, sino entre los periodistas que han seguido con curiosidad la trayectoria de las jóvenes atletas. El ejercicio es simple. Basta con mirar el video de la competencia de gimnasia en barras asimétricas y la posterior premiación, o con ver la impresionante fotografía de Sports Illustrated, para preguntarse sobre la verdadera edad de las competidoras chinas.

Aunque las autoridades deportivas chinas, la Federación Internacional de Gimnasia, y el Comité Olímpico Internacional, le han restado importancia a los comentarios y la desconfianza sobre la legalidad de la edad de las gimnastas, para la prensa internacional el asunto no es de poca monta. En una disciplina tan exigente en donde la juventud y la elasticidad cuentan para los mejores desempeños, no es lo mismo tener 14 que 16 años, la edad mínima establecida para los campeonatos olímpicos.

La historia hubiera pasado desapercibida de no ser porque muchos recuerdan un artículo del China Daily de mayo de este año (el artículo despareció de Internet el día de ayer, 14 de agosto), en el que se refieren a He como una pequeña de 14 años, reina en el mundo gimnástico de las barras. El New York Times ya había alertado en julio sobre la posible falsedad en los datos biográficos que certificaban a las gimnastas chinas como aptas para competir.

Las inconsistencias van mucho más allá del contraste entre notas de prensa. Mientras que los registros de la Administración General del Deporte en China, de 2004, 2005 2006, daban cuenta del nacimiento de la medallista de oro Yang Yilin el 26 de agosto de 1993, el registro de 2007 establece que la atleta nació un año antes, justo para tener la edad mínima aprobada para la competencia olímpica.

En el deporte chino la práctica de maquillar la edad de los atletas no es nueva. Es célebre el caso de la gimnasta Yang Yu, que luego de haber ganado dos medallas de bronce en Sydney aceptó en una entrevista para la Televisión Central de China , que durante los olímpicos de aquella época su edad real era de 14. Un detallado informe de la revista Time, sostiene que una de las deportistas y futuras promesas chinas del tenis de mesa compite en los torneos regionales dentro de la categoría de 11 años aunque tiene 14.

El caso, que pareciera solo uno más, es en realidad la punta de un fenómeno muy común. La deportista, en el mismo informe, asegura que no solo sus datos de nacimiento, sino también los de sus amigos deportistas, son alterados en la tarjeta de identificación nacional, según sea el caso.

La solución para evitar este tipo de trampas, según Bela Karoly, entrenador del equipo de gimnasia de los Estados Unidos, es levantar las restricciones de edad para que todos tengan la misma oportunidad de competir, al tiempo que recuerda que Nadia Comaneci tenía 14 años cuando ganó la medalla de oro y que la rusa Olga Korbut, cuatro veces ganadora de oro, competía internacionalmente a la misma edad. “Tenemos atletas sorprendentes en nuestro equipo que no han podido participar por estar solo unos meses por debajo del límite de edad. Forzar a países honestos para acatar las normas y permitir lo contrario a otros, no es justo”, comentó Karoly en una emocionada rueda de prensa en la que aceptó que su equipo había cometido errores y que el equipo chino, a pesar de las suspicacias, había logrado un mejor desempeño.

El Comité Olímpico Internacional ha preferido no entrar en el debate de la posible suplantación de datos en el equipo de gimnasia chino, y ha dejado claro que no adelantará ninguna investigación por cuanto los pasaportes presentados por las autoridades chinas no dejan ninguna duda.

La controversia no parece tener fin y muchos han mencionado otros ejemplos de suplantación utilizados por el gobierno chino en estas olimpiadas: Beijing no tuvo reparo en fabricar imágenes de los fuegos artificiales de la ceremonia de inauguración; tampoco en utilizar a una modelo de 9 años para hacer la mímica de una de las canciones de los Juegos Olímpicos 2008, en realidad interpretada por una no tan agraciada niña de siete años. Después de eso, muchos temen que el gobierno chino bien podría haber alterado los datos biográficos de sus deportistas para que una vez clasificados, pudieran llevarse el máximo de preseas en uno de los eventos más fastuosos de los últimos tiempos.

Los métodos del gobierno chino son conocidos de tiempo atrás, en especial en el control de la información. Desde que se desató esta controversia, los enlaces de los artículos de los periódicos chinos, aquellos que diferían con la versión oficial, desaparecieron de la Internet.