Home

On Line

Artículo

islam

En el nombre de Alá

SEMANA.COM le explica en qué consiste el wahabismo, la corriente más radical del Islam, a la que pertenecen, entre otros, Osama Ben Laden.

María Fernanda Moreno
19 de septiembre de 2004

ahhab, un líder sunita, en el siglo XVIII en Nadj, en la hoy Arabia Saudita.

Inicialmente, la doctrina tuvo el nombre de 'Salafi', es decir, "aquellos que creen en la unidad de Dios". Al pasar el tiempo, adquirió el nombre de 'wahabismo', en referencia al apellido de su creador.

Al Wahhab criticaba la incapacidad de los musulmanes de asumir a cabalidad las enseñanzas del profeta Mahoma y los dictados del Corán por adaptarse a los cambios sociales. El Islam, decía, debía volver a su estado primario.

Al Wahhab divulgó la doctrina por toda la península arábiga y en alianza de Muhamad Ibn Saud logró convertirla en la religión islámica predominante en lo que hoy es Arabia Saudita. Desde el siglo XVIII y hasta hoy la península se convirtió en el foco de difusión del wahabismo, muchas veces por la fuerza.

Los wahabis rechazan la riqueza material y el bienestar que ésta brinda. Su posición se sustenta en la pobreza extrema en la que vivió el profeta ahhab, un líder sunita, en el siglo XVIII en Nadj, en la hoy Arabia Saudita.

Inicialmente, la doctrina tuvo el nombre de 'Salafi', es decir, "aquellos que creen en la unidad de Dios". Al pasar el tiempo, adquirió el nombre de 'wahabismo', en referencia al apellido de su creador.

Al Wahhab criticaba la incapacidad de los musulmanes de asumir a cabalidad las enseñanzas del profeta Mahoma y los dictados del Corán por adaptarse a los cambios sociales. El Islam, decía, debía volver a su estado primario.

Al Wahhab divulgó la doctrina por toda la península arábiga y en alianza de Muhamad Ibn Saud logró convertirla en la religión islámica predominante en lo que hoy es Arabia Saudita. Desde el siglo XVIII y hasta hoy la península se convirtió en el foco de difusión del wahabismo, muchas veces por la fuerza.

Los wahabis rechazan la riqueza material y el bienestar que ésta brinda. Su posición se sustenta en la pobreza extrema en la que vivió el profeta
Mahoma en el siglo séptimo y a la que, según ellos, hay que regresar. En ese sentido, también rechazan los avances tecnológicos como la televisión, la música y la fotografía, por permitir el culto a la imagen y la divulgación de conductas infieles. El wahabismo prohíbe la veneración de imágenes porque considera que sólo se puede adorar a Dios. Por eso sus mezquitas no tienen símbolos, y han destruido numerosos monumentos como los ahhab, un líder sunita, en el siglo XVIII en Nadj, en la hoy Arabia Saudita.

Inicialmente, la doctrina tuvo el nombre de 'Salafi', es decir, "aquellos que creen en la unidad de Dios". Al pasar el tiempo, adquirió el nombre de 'wahabismo', en referencia al apellido de su creador.

Al Wahhab criticaba la incapacidad de los musulmanes de asumir a cabalidad las enseñanzas del profeta Mahoma y los dictados del Corán por adaptarse a los cambios sociales. El Islam, decía, debía volver a su estado primario.

Al Wahhab divulgó la doctrina por toda la península arábiga y en alianza de Muhamad Ibn Saud logró convertirla en la religión islámica predominante en lo que hoy es Arabia Saudita. Desde el siglo XVIII y hasta hoy la península se convirtió en el foco de difusión del wahabismo, muchas veces por la fuerza.

Los wahabis rechazan la riqueza material y el bienestar que ésta brinda. Su posición se sustenta en la pobreza extrema en la que vivió el profeta Mahoma en el siglo séptimo y a la que, según ellos, hay que regresar. En ese sentido, también rechazan los avances tecnológicos como la televisión, la música y la fotografía, por permitir el culto a la imagen y la divulgación de conductas infieles. El wahabismo prohíbe la veneración de imágenes porque considera que sólo se puede adorar a Dios. Por eso sus mezquitas no tienen símbolos, y han destruido numerosos monumentos como los Budas gigantes de Bamiyán, en Afganistán, a principios de 2001 a manos de los talibán.

Además, la mujer, para ellos, debe conservar un lugar marginal dentro de la sociedad. "Las mujeres no tienen ninguna presencia pública en Arabia Saudita. Ellas solo existen tras puertas cerradas. Nuestra sociedad ve a una presencia femenina en público como una amenaza a sus costumbres", explicó el periodista saudí Raid Qusti, quien desde el diario saudí-inglés 'Arab News' critica el fundamentalismo wahabi. El reportero considera que por este fundamentalismo, Arabia Saudita se ha negado la posibilidad incluso de recibir turistas. "Aun si hubiera visas turísticas, a un visitante le sería difícil adaptarse a nuestras costumbres. Las primeras señales de una sociedad conservadora y rígida saludarían a los visitantes a su llegada. La cabeza cortada de Ronald McDonald en la plaza de comida rápida de Al-Faisaliah, Riad, es una señal de que aquí no se quiere la