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Entrevista

"Estados Unidos va a perder mucho aun ganando"

Daniel García-Peña, analista internacional, habló con Semana.com sobre el ataque de Estados Unidos a Irak, la situación de las Naciones Unidas y sobre la decisión de Colombia de apoyar a los norteamericanos.

24 de marzo de 2003

Semana.com:¿Luego del ataque de Estados Unidos contra Irak, cuál podría ser un escenario de orden mundial?

Daniel García-Peña: Yo soy un poco dramático al creer que estamos ante un nuevo "desorden mundial". Todo esto va más allá del régimen de Hussein o del pueblo iraquí y creo que la principales víctimas son las Naciones Unidas y el sistema internacional, que es el producto de una serie de valores y principios que se han construido colectivamente en unos consensos difíciles de establecer en un mundo tan diverso y con tantas diferencias. En los últimos 50 años, la Carta de las Naciones Unidas ha servido como un marco de ordenamiento político y jurídico y más que todo de unos valores mundiales.

Semana.com:Estados Unidos, Gran Bretaña y España, actuaron unilateralmente en la decisión de su ataque a Irak. ¿Qué le puede esperar a las Naciones Unidas después de este conflicto?

D.G.P: Yo pienso en lo más grave. No quiero decir que la ONU vaya a desaparecer pero sí va a quedar muy golpeada, mucho más de lo que estaba antes cuando era cuestionada en muchas de sus actuaciones. Estados Unidos ha roto con las reglas del juego al pasarse por alto a las Naciones Unidas y ha abierto las puertas para que cualquier otra potencia pueda actuar unilateralmente desconociendo esas reglas que los mismos norteamericanos ayudaron a crear. El gran fundador de las Naciones Unidas fue Franklin Delano Roosevelt, quien cogió las ideas de otro gran compatriota llamado Woodrow Wilson, quien creó la Liga de las Naciones y pensó en un sistema internacional democrático. Paradójico.

Semana.com:¿Qué tanto sorprende la actitud estadounidense?

D.G.P: Estados Unidos desde el comienzo del gobierno de Bush, aun antes de los hechos del 11 de septiembre, había mostrado un gran desprecio por los escenarios mundiales. Se había retirado del Tratado de Kioto y se había negado a ser miembro de la Corte Penal Internacional, dando así señales de un neoaislacionismo, de un retorno a esa vieja mentalidad norteamericana de repliegue frente al mundo y concentrándose simplemente en sus intereses y en la defensa de lo suyo. Sería una equivocación desconocer que especialmente, después del 11 de septiembre, el gobierno Bush logró de alguna manera conectarse con un sentimiento nacional de furia y de inseguridad que llevó a que el pueblo norteamericano apoyara cualquier cosa en aras de protegerse.

Semana.com:¿Por qué Irak y no países como Corea del Norte u otros que también presentan una amenaza para Estados Unidos?

D.G.P: Hay varias razones. Primero porque los otros blancos son más complicados, como en el caso de Corea del Norte que tiene armas nucleares y la capacidad de producirlas, además de una superioridad militar, inclusive sobre Japón, lo que lo convierte en una verdadera amenaza. Además Irak tiene características como el petróleo, factor importante para Estados Unidos. También está el legado de papá a Bush, pues la historia algunas veces reclama por haber dejado el trabajo a medio hacer en la Guerra del Golfo. Hay en Bush hijo una obsesión específica y personal contra Hussein heredada de su papá y de los republicanos. Por otro lado, Hussein es un blanco fácil en cuanto a que no tiene aliados importantes, y aunque ahora está intentando acudir al sentimiento árabe, sus vecinos no lo quieren lo que lo hace una presa fácil. Otra carta que se juega Estados Unidos es lo simple que resulta convencer al mundo y a la misma población norteamericana, ligando a Irak y Hussein con los hechos del 11 de septiembre. Es por eso que Bush hace alusión a esto en sus discursos como el del 19 de marzo cuando dijo que para evitar que mañana bomberos y policías tengan que actuar, hoy hay que sacrificar soldados que sepan de la guerra.

Semana.com:Da la impresión de que Bush está usando la lucha antiterrorista como una excusa para la guerra contra Irak.

D.G.P: Exactamente. Y no lo podría hacer mañana con Corea del Norte, con Cuba, con Sudán o Filipinas. Hussein usa turbante y es árabe, lo que lo hace más fácil de relacionar con el 11 de septiembre. Aunque los expertos saben que no es así pues el régimen de Saddam es un régimen que fue atacado por los islámicos fundamentalistas, fue régimen secular, laico y no un gobierno religioso. Los grupos fundamentalistas que apoyan a Al Qaeda están más cercanos a Irán. Relacionar a Hussein con Al Qaeda no tiene ni pies ni cabeza, pero la opinión pública occidental no lo tiene claro, por lo que resulta más simple relacionar a Ben Laden con Hussein que con Kim Jong-Il o con Fidel Castro.

Semana.com:¿Qué tan clave era para Estados Unidos recibir el apoyo de los países latinoamericanos frente al tema de Irak?

D.G.P: No creo que Estados Unidos se haya preocupado porque América Latina no lo haya apoyado. Tiene un valor simbólico porque son países que tradicionalmente han estado con él en todo lo que ha hecho y por lo tanto es un golpe, pero no es tan duro como el hecho de que Francia y Alemania estén en contra de la guerra. Eso les duele más a los norteamericanos que la posición que hayan adoptado Brasil o Argentina. Quizá la oposición de México haya significado algo para Estados Unidos. Fox era considerado uno de los aliados más importantes de Bush y además México es parte del Nafta. A Estados Unidos no le gustó la decisión pero tampoco creo que vaya a tomar represalias con estos países.

Semana.com:¿Y la decisión de Colombia es más un compromiso del gobierno colombiano con Estados Unidos?

D.G.P: Yo conozco al presidente Uribe y sé que se unen dos cosas. Seguramente hay una mirada pragmática que dice que hay que hacer lo que Estados Unidos diga. Sin embargo, hay también una coincidencia y una convicción frente a la política de seguridad democrática con un fuerte componente antiterrorista que coincide mucho con la mirada del presidente Bush. De hecho, es interesante ver muchos de los términos y las estrategias que hay en común. Por ejemplo después del 11 de septiembre, Bush buscó una alianza internacional, algo parecido hizo Uribe con el caso de El Nogal.

Semana.com:¿Qué tan afectada se puede ver la ayuda de Estados Unidos a Colombia con la guerra de Irak?

D.G.P: La plata que ya está aprobada no peligra, pero no cabe duda de que la prioridad va a ser Irak . Aunque la guerra termine rápido, aunque los más optimistas dicen que va a durar más de dos años, va a costar mucha plata. Además en la economía norteamericana hay una profunda recesión y las prioridades están de otro lado, lo que impedirá que se vuelva a esos años dorados donde Colombia pedía lo que quería.

Semana.com:¿Qué tan lejos está Colombia de una intervención estadounidense?

D.G.P: Estados Unidos no va a terminar con Irak tan fácil. Además por complicado que sea el caso colombiano, desde la óptica norteamericana hay otros lugares, como Corea del Norte o Filipinas, donde han mandado tropas, y otros países donde las relaciones con Al Qaeda son claras y específicas como el caso de Irán. Hay muchos candidatos antes de Colombia.

Además el conflicto Colombiano es un tema enredado. En Irak, por ejemplo, van por la cabeza de Hussein, en Corea del Norte por la de Kim Jong-Il, pero en Colombia el problema es el narcotráfico y la guerrilla. Además les recuerda en cierto modo a Vietnam. Sin embargo no hay que olvidar que en Colombia tenemos un alto nivel de intervencionismo gringo. Hay tropas que no están librando la guerra directamente. Pero intervención no es solamente el número de marines, sino el apoyo de satélites, las labores de inteligencia y el apoyo político y económico.

Semana.com:¿Qué hubiera pasado si el presidente Uribe se abstiene de unirse a Estados Unidos o le niega su apoyo?

D.G.P: Frente a Estados Unidos no hubiera pasado mayor cosa. Más de uno en Washington estaría de mal humor, pero pensar en retaliaciones o quitarle apoyo a Colombia, para nada. Al contrario los gringos están en Colombia no por hacernos un favor a nosotros, sino por que responde a sus políticas y a sus intereses, y por eso a lo largo los más perjudicados en que se corte la ayuda son ellos. Más bien creo que hubiera generado sorpresa porque el presidente Uribe es un aliado de Bush.

Semana.com:¿Qué cree usted que viene en estos largos días de conflicto?

D.G.P: Es difícil saber qué va a pasar. Por un lado todo parece indicar que militarmente la habilidad y los recursos norteamericanos son tales que puede ser una guerra muy rápida. Pero puede haber sorpresas. Lo único seguro es que Estados Unidos pierde algo. Si gana rápido y fácil le demuestra al mundo que estaba equivocado y que no existían las armas químicas. Francia y a Alemania tendrían la razón y se demostrará que no se necesitaba la guerra. Pero si tienen razón, eso quiere decir que hay armas químicas y biológicas, entonces vamos a ver una guerra más larga y mucho más difícil y eso también va a ir en contra de Estados Unidos. Estados Unidos va a perder mucho aun ganando porque lo que es evidente es que fue incapaz de convencer al mundo.