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Mayor César Alonso Maldonado

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Exclusivo: responsable del atentado contra Wilson Borja fue capturado en Cúcuta

El mayor retirado César Alonso Maldonado fue recapturado esta mañana tras haberse fugado en 2004 de la sede de la PM-13 en Bogotá. La Corte Suprema lo condenó a 27 años de cárcel por un atentado contra el congresista Borja en el 2000.

15 de julio de 2008

La Policía Nacional capturó esta mañana en Cúcuta al mayor retirado del Ejército César Alonso Maldonado, responsable del atentado que el 15 de diciembre de 2000 sufrió el entonces sindicalista Wilson Borja.

A mediados del 2007, la Corte Suprema de Justicia dictó sentencia en el caso del atentado contra el sindicalista, al considerar correcto el fallo por el cual se condenaba al mayor Maldonado a 27 años y nueve meses de prisión. Todo indica que este oficial recibió órdenes directas del fallecido líder paramilitar, Carlos Castaño.

El pronunciamiento de la Corte fue una respuesta a un recurso de casación que interpuso la defensa del militar. Aquella figura jurídica sirve para pedir la nulidad de una sentencia cuando se considera incorrecta.

La mañana del 10 de diciembre de 2001, Borja salió a las 6 y 15 de la mañana de su casa hacia la sede de la Federación Nacional de Trabajadores Oficiales, de la cual era presidente. Lo acompañaban sus dos escoltas. De repente, fueron atacados por una banda de ocho personas que viajaban en carros y motos, y que soltaron una ráfaga contra el sindicalista.

En el acto murió María del Pilar Bolaños, una vendedora de tintos que fue alcanzada por las balas de uno de los sicarios. En el cruce de disparos también murió uno de los agresores, mientras que Borja y uno de sus escoltas quedaron heridos.

En el suelo quedó el celular de uno de los sicarios y fue vital para lo que la justicia encontraría más tarde. En la memoria del aparato estaban registradas llamadas del mayor del Ejército César Alonso Maldonado, minutos antes del tiroteo. Luego se estableció que él había sido uno de los autores del atentado, obedeciendo órdenes del entonces máximo comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.

El mayor Maldonado fue detenido. Mientras estaba en cautiverio Luis Augusto Sepúlveda, el fiscal que investigaba el caso, realizaba sus averiguaciones. “A través de una investigación exhaustiva, Sepúlveda recopiló pruebas comprometedoras, entre ellas los registros de llamadas de celular, que implicaban en el crimen a un mayor del Ejército y a sicarios profesionales a sueldo de los paramilitares”, concluye un informe de la organización Human Rights Watch.

La presión internacional no se hizo esperar y esta hizo que el mayor fuera privado de su libertad otra vez. Lo llevaron entonces a un calabozo en el Batallón Militar No.13, lal occidente de Bogotá. El sitio de su detención era atípico, pues normalmente el lugar de cautiverio de los militares es la base de Tolemaida.

En un hecho inexplicable, Maldonado desapareció de su celda en noviembre de 2004, a pesar de que había unos 30 hombres encargados de su custodia. Nadie sabe cómo logró pasar por la guardia sin dejar ningún rastro.

De inmediato, el presidente Álvaro Uribe le ordenó al entonces comandante de las Fuerzas Militares, general Carlos Alberto Ospina, removiera a todos los que tuvieron responsabilidad en la custodia de Maldonado. Al día siguiente el general Ospina ordenó la destitución de cuatro oficiales. Sin embargo, de manera sorprendente otra vez, dos de los militares de más alto rango que habían sido destituidos, aparecieron en nuevos cargos.

El coronel Jesús Vivas era el jefe de Estado mayor de la Brigada 13. Después de haber sido supuestamente retirado del Ejército, fue nombrado segundo comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido.

El coronel Mario Valencia era el comandante del Batallón de Policía Militar No.13. Él, que tenía toda la responsabilidad de la fuga, fue a dar a la Brigada 6, en Ibagué.

Mientras ocurría todo eso dentro del Ejército, la familia del mayor Maldonado hablaba de una desaparición de su pariente. En enérgicas declaraciones, manifestaron que la justicia del país está “contagiada de izquierda”. Señalaron al dirigente sindical y al Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (que lleva el caso de Borja) de “ser guerrilleros” y los responsables de la supuesta desaparición de Maldonado, según informes de ONG.

Por esos días, el Colectivo de Abogados denunció que en algunas universidades y en la Fiscalía aparecieron unos afiches anónimos y a color. En ellos “se señala a la Corporación Colectivo de Abogados como el ‘brazo jurídico del ELN’ y se solicita solidaridad con un héroe nacional, haciendo referencia al mayor César Maldonado”, dijo en su momento esa ONG.

También aseguraron que en el afiche se hacía un llamado para que la gente se solidarizara con el militar y le hiciera un reconocimiento como héroe nacional “ante la guerra sucia que han desarrollado el líder sindical Wilson Borja y su Colectivo de Abogados”.

Como pocas veces ocurre en Colombia, hubo un culpable de un atentado que estuvo tras las rejas por el delito que cometió. Pero Maldonado estuvo rodeado de sospechosas garantías para quedar en libertad. Incluso se llegó a decir que Maldonado había sido asesinado tras advertir que publicaría un libro con los vínculos que había entre soldados y paramilitares.

El mayor César Maldonado, quien tiene nueve órdenes de captura, deberá responder a la Fiscalía por varios delitos como homicidio y fuga de presos.