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Impresiones de viajero

Hace algunos años, miles de turistas observaban Bogotá a través de las ventanas del Hotel Hilton. Ahora cuando el edificio está ocupado por oficinas, Eduardo Arias muestra las impresiones que se llevaban los viajeros.

Eduardo Arias*
17 de octubre de 2004

A veces, por razones de trabajo, es necesario entrevistar personajes que se alojan en habitaciones de hoteles de Bogotá. Por la ventana aparecen calles y edificios familiares que en el ambiente de una habitación de hotel generan una curiosidad: ¿Qué pensará un forastero de la ciudad en su primera mañana en Bogotá? ¿Qué le dirán esos edificios, las montañas, los barrios vecinos?

Desde las ventanas del antiguo hotel Hilton (luego Orquídea Real, hoy edificio de oficinas) se descubren diversos panoramas del centro de Bogotá y algunos de sus confines. Estos paisajes de gran altura (con algunas pocas alteraciones arquitectónicas y urbanísticas) alimentaron la imaginación de turistas y viajeros de negocios cuando aquí funcionaba un hotel. Basta mirar por las ventanas. Cada cual inventará su propia Bogotá de acuerdo con el sol o la lluvia, con el estado de ánimo, con el motivo de la visita.

*Editor cultural de SEMANA