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Interpol busca por todo el mundo al ex ministro Fernando Botero Zea

El ex ministro, que ya cumplió una condena durante el proceso 8.000, acaba de perder una nueva batalla legal en la Corte Suprema de Justicia

Adriana Echeverry
24 de enero de 2007

La Policía de 187 países ya está tras la pista del ex ministro Fernando Botero Zea, luego de que la Corte Suprema de Justicia lo condenara por más de diez años de cárcel por su responsabilidad en el escándalo de la infiltración de dineros del narcotráfico en la campaña presidencial de Ernesto Samper. Así lo decidió este miércoles la sala de casación penal de la Corte Suprema de Justicia al poner punto final a una pelea jurídica que el ex funcionario enfrentaba desde el 2001.
 
De inmediato, el DAS se dio a la tarea de informar a la Policía Internacional, Interpol, para que lo ubique en cualquier lugar del mundo. De esta manera, puso a rodar la famosa circular azul que llama a las policías de todos los países para que encuentren a Botero Zea y le entreguen reportes a las autoridades colombianas sobre sus movimientos.
 
De acuerdo con el director del DAS, Andrés Peñate, se cree que el ex ministro tiene la nacionalidad mexicana. En ese caso, al momento de su ubicación, se deberán tramitar los papeles para pedirlo en extradición.

La nueva desgracia para Botero se remonta a la campaña presidencial del liberalismo, en 1994. En ese entonces fue creada la Sociedad Colombia Moderna, encargada de canalizar todos los recursos que los simpatizantes de Samper donaban para sus gastos proselitistas. El director y representante legal de esa sociedad era Botero Zea, a la postre nombrado como titular de la cartera de Defensa.

Varias empresas, entre ellas la Federación Nacional de Cafeteros, Misui Trading Corporation y Ower Seases Corporation hicieron un aporte millonario al candidato a través de esa sociedad. Lo que parecía normal, empezó a complicarse una vez Samper se impuso en las urnas frente al candidato conservador Andrés Pastrana. Cerca de 800 millones de pesos de esos aportes terminaron inexplicablemente en varias cuentas personales de Botero Zea.

Las investigaciones concluyeron que el ex ministro había realizado varias operaciones en la Bolsa de Valores con esos recursos y hasta compró una finca en Tabio (Cundinamarca) por 490.500.000 de pesos. La suma restante fue a parar en la empresa comercial Patrimonio Ltda., que tenía en sociedad con su familia.

El 17 de mayo de 2001, la fiscal 14 seccional acusó a Botero como presunto responsable del delito de hurto agravado por la confianza, pero el 30 de abril de 2003 lo absolvió el juzgado 37 penal del circuito. La Fiscalía y el Ministerio Público apelaron la decisión ante el Tribunal Superior de Bogotá, que lo condenó a 30 meses de prisión y le negó la suspensión condicional de la pena y la prisión domiciliaria. El ex ministro le pidió a la Corte Suprema que revisara la decisión del Tribunal con el interés de que los magistrados la revocaran, pero contrario a sus expectativas, la sala de casación penal decidió confirmarla.

El Tribunal tendrá que expedir una orden de captura contra Botero Zea quien reside fuera del país desde hace varios años. La confirmación de la condena implica que Botero –el hombre que alguna vez fue considerado como presidenciable por el liberalismo- será apresado tan pronto regrese al país.