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Los ecuatorianos de la frontera con Colombia denuncian los problemas de desplazamiento, incursiones militares y las fumigaciones aéreas.

RELACIONES EXTERIORES

La frontera de Colombia con Ecuador, cada vez más ‘caliente’

En las últimas horas, agentes de la Policía del vecino país dispararon sus armas de fuego, en un incidente con comerciantes colombianos que habían pasado la frontera para traer contrabando. El hecho se suma a la insólita afirmación del ministro de Defensa de Ecuador: “Al norte, no limitamos con Colombia sino con las Farc”. ¿Qué está pasando? Informe Especial de Semana.com

César Paredes
14 de noviembre de 2007

La situación en la frontera con Ecuador no da síntomas de mejoría. Al contrario, es raro la semana que pasa sin que ocurra algo grave. En las últimas horas, los televidentes colombianos se sorprendieron al ver las imágenes que emitió el Canal RCN y en la que se veía a policías ecuatorianos disparándo sus armas para dispersar a los comerciantes que trasladaban mercancía de contrabando de la provincia de El Carchi y se negaban a entregarla. En la misma escena, las autoridades de ese país atravesaban el río que divide a los dos países en persecución de los nacionales. El hecho se produjo en el momento en que aún no se disipa la polémica por las explosivas declaraciones del ministro de Defensa de Ecuador Wellington Sandoval, que había cuestionado la soberanía colombiana al decir que las fronteras de su país, en el norte, no eran con Colombia sino con las Farc y el ELN. La declaración es aún más grave si se tiene en cuenta que su similar de Colombia, Juan Manuel Santos, reveló que hace poco tiempo cuando los dos funcionarios tuvieron una cumbre no le mostró ninguna preocupación al respecto sino que, al contrario, alabó los esfuerzos de las autoridades por imponer el orden en tan conflictivo lugar.

Pero los problemas en las frontera tienen sus antecedentes. Las denuncias del pasado 2 de noviembre de pobladores de Yanamarum de Santa Rosa, en Sucumbíos, frontera colombo-ecuatoriana, revivieron las preocupaciones sobre los problemas de esta región, que trascienden a la esfera diplomática. Los ecuatorianos aseguraron que aeronaves colombianas sobrevolaron el territorio, atravesaron la frontera, y desde allí dispararon a objetivos en Colombia. En esta incursión habrían dejado huellas de impactos de balas en algunas de las casas de los pobladores.

El jueves de la semana pasada, la Comisión Binacional Fronteriza (Combifron), integrada por autoridades militares de Colombia y Ecuador, se reunió en el lado colombiano del Puente Internacional, con el fin de estudiar las evidencias para determinar si hubo una incursión de aeronaves colombianas en ese territorio.

Sin embargo, como ha sucedido en otras ocasiones, las versiones resultan disímiles y revelan las tensiones, producto de la presión que ejerce el conflicto colombiano, que con los países vecinos pueden surgir. Por un lado las autoridades colombianas entregaron un reporte cartográfico que niega el sobrevuelo en territorio ecuatoriano y los radares ecuatorianos no registraron ninguna incursión. Por otro las declaraciones del lunes a Ecuadoradio del Ministro de Defensa del vecino país, al asegurar que el gobierno de Colombia no tiene soberanía en su frontera y por eso Ecuador limita con las Farc y el ELN, dejan ver el inconformismo por las medidas de seguridad en esa región. El canciller colombiano Fernando Araújo reaccionó diciendo que las Fuerzas Militares mantienen un combate “frontal” y “decisivo” contra el terrorismo respetando las fronteras y no quiso responder a las declaraciones de Sandoval para no entrar en debates que pueden afectar las relaciones con Ecuador que calificó de “excelentes”.

Con esta, según el diario ecuatoriano El Comercio, son cinco las denuncias de incursiones militares en el vecino país desde agosto del año pasado. En las cuatro ocasiones anteriores se comprobó la responsabilidad de Colombia que hasta ahora no ha cumplido con el compromiso de las indemnizaciones por los daños causados.

También hay quejas de incursiones de otros grupos armados. “Para el gobierno ecuatoriano hay una molestia profunda, porque desconoce de dónde provienen esas incursiones. Unas veces puede ser la guerrilla, otras los paramilitares. Pero el tema central es la falta de coordinación entre las Fuerzas Militares de ambos países”, explicó Grace Jaramillo, profesora de relaciones exteriores de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Ecuador.

Pero esta es sólo una parte del problema surgido a raíz de la lucha antidrogas y contrainsurgente que sostienen las Fuerzas Militares colombianas en la frontera con el vecino país. En el mismo plano se encuentran los reclamos de Quito por la aspersión aérea y el tema de los refugiados. El gobierno ecuatoriano ha manifestado quejas reiteradas por los costos que genera la fumigación con glifosato, en términos de salubridad. A la par la cantidad de desplazados que buscan refugio en Ecuador ha aumentado a lo largo de los 586 kilómetros de frontera, tema que ha cobrado suma importancia para la política exterior de ese país.

Para Jaramillo, la tesis de Sandoval no pretende un cuestionamiento a la soberanía del gobierno colombiano, sino específicamente a la “falta de ocupación real de las Fuerzas Militares colombianas en la zona”. Lo que en otras palabras podría ser la ausencia del ejercicio de la soberanía.

El reclamo no es nuevo. Quito se ha mostrado constantemente preocupado por el problema fronterizo debido a la presión que ejerce el conflicto colombiano en ese país. Sin embargo, lo que Jaramillo prevé es que los incidentes diplomáticos seguirán presentándose porque no existe un deseo binacional de acordar soluciones sobre un problema que ya sobrepasó las fronteras. A esto se suma el nuevo incidente relacionado con el contrabando, un tema que hasta ahora poco se había mencionado en la agenda diplomática (Ver artículo relacionado: El Rumichaca de los pobres).