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Los superclásicos

La política también juega al fútbol

28 de noviembre de 2004

Suena a lugar común hablar de la rivalidad entre Real Madrid y Barcelona, enemigos viscerales dentro y fuera de la cancha.

Adentro, la historia dice que uno y otro se han visto las caras en 227 oportunidades, con saldo a favor para los culés con 93 victorias, 86 derrotas, 384 goles a favor y 378 en contra. En 49 ocasiones han empatado. El primer enfrentamiento se dio en 1902 por Copa del Rey en Madrid; victoria para el visitante por 3-1 con dos goles de Steinberg y otro de Joan Gamper, fundador del club en 1899.

De hecho, Real Madrid tuvo que esperar nueve partidos y catorce años para vencer a su ya clásico rival. La primera vez fue en abril de 1916 con goleada 4-1.

Afuera, uno -el Real- representa el equipo "oficial" del gobierno, apoyado en su tiempo por el Generalísimo Francisco Franco, de quien se dice que metió la mano para que Alfredo Di Stefano se vistiera de blanco, cuando el argentino ya tenía al Barcelona por destino.

El otro -Barcelona- es el máximo estandarte de "la otra España", la que busca separarse de la Madre Patria. En dicha misión, la institución de Catalunya tiene por "aliado" al Athletic de Bilbao, del País Vasco, otro equipo que al igual que el blaugrana es considerado como más que un club de fútbol. En tiempos de la dictadura, en el Camp Nou y San Mamés no se podía hablar otra lengua que no fuera español.