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“La revaluación nos mantendrá en el exilio”

Estos son los testimonios enviados por nuestros usuarios sobre los efectos de la caída del dólar.

13 de abril de 2007

La semana pasada abrimos una convocatoria para que los usuarios mandaran sus testimonios sobre cómo se han beneficiado o afectado con la devaluación del dólar. Recibimos de todo, desde los que se alegran porque han logrado viajes al exterior mucho más baratos, hasta los que tuvieron que cerrar sus empresas o no podrán regresar a Colombia.

“Lo que enviaba antes para la manutención de mis familiares ya no alcanza”
Soy colombiano y vivo fuera del país. Pertenezco a ese diez por ciento de la población a la que la revaluacion le esta haciendo estragos. Lo que enviaba antes para la manutención de mis familiares ya no alcanza, y ahora tengo que colocar un 20 por ciento más de lo que enviaba en un principio. Por eso creo que, aunque los exportadores se afectan con la devaluación del dólar, los realmente perjudicados somos los colombianos que vivimos fuera del país.
Daniel Kross

“La caída del dólar afecta a los empresarios extranjeros que desean invertir en Colombia”
Además de los colombianos fuera del país y a los exportadores, la caída del dólar afecta a los empresarios extranjeros que desean invertir en Colombia por partida doble. Por un lado, porque al ingresar las divisas, se encuentran con una tasa de cambio muy baja. Y, por otro, porque al exportar sus productos también están recibiendo menos pesos por dólar.
José Daza V.

“Nos clavamos con dolor el cuchillo de la tasa baja”
Somos dos hermanos, ingenieros especializados. Hace casi dos años firmamos un contrato de prestación de servicios en el exterior. El pago que pactamos inicialmente, cuando el dólar estaba cercano a los 2,500 pesos, alcanzaba para sostener una familia. Ahora, con el cambio por debajo de 2,200 pesos, tenemos un déficit mensual cercano a los dos millones de pesos. Esta misma situación afecta a todos los que transferimos dólares a nuestras familias en Colombia. Para desgracia nuestra, por ser dineros destinados a consumo básico y no al ahorro, no podemos reducir la oferta de dólares y nos clavamos con dolor el cuchillo de la tasa baja. Esto contrasta con los efectos de la tasa de cambio en el ingreso y ahorro de nuestros colegas Venezolanos en el mismo trabajo. Ellos iniciaron con un cambio oficial de 2,100 bolívares por dólar. Actualmente la tasa del mercado paralelo es de 4,000 bolívares por dólar, lo cual les permite ahorrar casi la mitad de su ingreso en dólares y mantener el nivel de vida de sus familias en Venezuela.
José Carreras

“Tuvimos que cerrar definitivamente nuestra empresa”
Exportábamos carbón mineral vía puerto de Mamonal en Cartagena a un precio de 55 dólares por tonelada, con tasa de cambio de 2,350 pesos en promedio. Pagábamos fletes desde Cúcuta de 60,000 pesos por tonelada (25 dólares). Y con esto, obteníamos una rentabilidad de uno o dos dólares por tonelada. Cuando hicimos efectiva la carta de crédito por el primer barco despachado, la tasa de cambio ya estaba a 2,250 pesos. Confiado en los pronósticos de los medios especializados, decidimos esperar un repunte en el dólar que nunca llegó. Por ello tuvimos que monetizar a una tasa de 2,160 pesos, con lo que perdimos 600 millones de pesos y tuvimos que cerrar definitivamente nuestra empresa. Si la tasa de cambio se hubiera mantenido, otra seria la historia.
Roberto García Abril

“¿La revaluación del peso no ayudaría a hacer la droga más escasa?”
Como colombiano común y corriente me ha beneficiado enormemente la revaluación del peso, cuando viajo al exterior mi moneda es más fuerte y puedo comprar artículos a un mejor precio. Por esta y otras razones me pregunto: ¿por qué el Banco de la República insiste en proteger a un gremio tan pequeño como los exportadores de flores, que no generan el empleo que dicen? Y, por el contrario, ¿será que no están beneficiando a los exportadores de drogas, nuestro principal producto de exportación? Y, en esa misma línea, ¿la revaluación del peso no ayudaría a hacer la droga más escasa, mas costosa y fuera del alcance de algunos? No soy economista, pero si soy ingeniero, y por simple regla de tres mi cálculo tiene sentido.
Sergio Sandoval

“La revaluación nos mantendrá en el exilio”
Vivo con mi familia en Estados Unidos. Hasta hace algún tiempo planeaba regresar a Colombia después de mi jubilación. Con mi esposa hacíamos cuentas alegres con el dólar bordeando los 3.000 pesos. Esos planes se han ido hundiendo paulatinamente con cada peso que nuestra moneda se revalúa. Ya no tiene sentido ir a pagar 200.000 dólares por un apartamento que hace tres años hubiéramos obtenido por la mitad de esa cifra. La revaluación, sumada a la inflación, nos mantendrán en el exilio contra nuestro deseo. Lamentablemente tendremos que buscar otro destino para pasar nuestros "años dorados".
Luis Vassallo

“Todo será más caro para los pobres colombianos”
Mientras el dólar siga bajando, todo será más caro para los pobres colombianos. Vivo en Panamá, país dolarizado y voy cada 20 días por negocios a Colombia. Cada vez encuentro que los rubros en mi país son más costosos y eso que supuestamente tenemos más reservas de comida y agua que otros países. Unos ejemplos: aunque toda la gasolina en Panamá es importada, es más barata que en Colombia; el pasaje en bus cuesta 0.25 dólares ($550); un viaje en taxi, 1 dólar ($2.200) y tendría que ser un recorrido de mas de siete kilómetros para que este exceda los 1.50 dólares (el taxi es compartido). Y, con lo que se compra acá un BMW nuevo, apenas si alcanzaría para un modesto Mazda en Colombia. Además, llamar a mi familia desde acá me cuesta 0.05 dólares ($110) y cuando lo hago desde Colombia me sale a mas de 1.000 pesos el minuto (casi 10 veces mas). Podría seguir con las comparaciones –odiosas aunque realistas-, pero no tengo más espacio.
Luis Fernando Escamilla

“Los pensionados en dólares pasamos muchas necesidades”
Mi único ingreso es una pequeña pensión en dólares por retiro temprano del Sistema de Naciones Unidas. La adquirí en el año 2004 cuando el valor del dólar era 2.778 pesos. Pero hoy, después de tanta devaluación, he perdido 611 pesos. Distinto a lo que se podría creer, los pensionados en dólares no somos ni ricos ni solventes, pasamos muchas necesidades, sobre todo, cuando el monto de la pensión es muy bajo. No tenemos ningún mecanismo de compensación ni maniobrabilidad alguna. A pesar de las grandes pérdidas que han tenido los exportadores, para ellos se vislumbran subsidios, pero a nosotros sólo nos espera llegar al nivel de pobreza absoluta.
(El remitente pidió que su nombre no fuera publicado)

Hoy un niño apadrinado de Ciudad Bolívar recibe menos dinero

Vivo y trabajo en Estados Unidos. Para mí la caída del dólar ha representado una dificultad en los siguientes aspectos: primero, envío 125 dólares a mis abuelos maternos cada mes. Ante la caída del dólar, la suma en pesos que ellos reciben cada vez es menor. Segundo, aporto 25 dólares al mes para que un niño de escasos recursos de Ciudad Bolívar pueda continuar estudiando. El aporte a éste niño también es menor. Y tercero, en sociedad con unos familiares compramos un apartamento en preconstrucción en Cartagena y los pagos hay que hacerlos en pesos. El aporte mensual que debo hacer es cada vez mayor.
Juan Diego Lozano

“Es un alivio ver que el dólar se mantiene por debajo de los 2.300 pesos”

Actualmente me encuentro haciendo estudios de doctorado en Ingeniería Mecánica en la Universidad Estatal de Arizona en los Estados Unidos. Soy beneficiario de un programa que patrocina la comisión Fulbright en convenio con la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), para la cual trabajo como profesor. Fulbright se encarga de los costos de matrícula y la UTP me da una comisión de estudios, por lo que mi sostenimiento esta basado en el salario que mensualmente recibo en Colombia por parte de esta universidad. La caída del dólar, en vez de afectarme, me ayuda muchísimo, pues obtengo más dólares por peso. Mi situación económica, entonces, es menos compleja ya que el costo de vida en Estados Unidos, contrastado con el de Colombia, es muy superior en una relación de dos a uno aproximadamente. Para mí es un alivio ver que el dólar se mantiene por debajo de los 2.300 pesos, cifra con la cual mis gastos acá y alguna responsabilidades en Colombia son llevaderos.
Juan Tibaquirá Giraldo

Hoy una remesa promedio de 300 dólares equivale a 154.665 pesos menos
Desafortunadamente la caída del dólar afecta significativamente a más de un millón 600 mil familias que reciben remesas enviadas por sus familiares desde el exterior. Durante el gobierno de Álvaro Uribe, el dólar ha bajado 515.55 pesos, que equivale a 154.665 pesos al mes menos, en una remesa promedio de 300 dólares. Para una familia estrato dos o tres, esta cifra puede significar el valor del arriendo de su vivienda o el mercado de todo un mes. Pero al gobierno parece no importarle, a pesar de que los colombianos en el exterior, según el mismo Banco de la Republica, le aportamos a la economía alrededor de cuatro mil millones de dólares cada año. No contamos con un gobierno que nos incluya en su política de Estado.
Alejandro Murcia Lamprea

“Hemos perdido liquidez a medida que baja el dólar”

Viví en Miami durante varios años y tengo la doble ciudadanía. Desde hace aproximadamente dos años regresé a Colombia con el fin de hacer empresa en mi país y radicarme acá. Para ello he contado con un ingreso fijo en dólares, que me es enviado mensualmente para cubrir gastos personales y los requerimientos del negocio, mientras éste comienza a generar los ingresos suficientes. En principio la fórmula funcionó satisfactoriamente. El tipo de cambio subía con variaciones pequeñas, por lo cual podíamos absorber los gastos de montaje y sostenimiento. Pero hemos perdido liquidez a medida que baja el dólar. Todo empeoró al comenzar el 2007. El cambio de año trajo consigo un aumento automático de todos los gastos fijos y una baja constante e incierta del tipo de cambio. Y la situación empeora diariamente.
Ivanov Marulanda A.

“Los precios que se manejan fueron establecidos a mediados de mayo del 2005”

Tenemos una comercializadora de flores, verduras y frutas que exporta a Centroamérica y Estados Unidos. Como en estas negociaciones se utiliza el dólar, trabajamos con precios fijos y sin posibilidad de variaciones. Los precios que se manejan fueron establecidos a mediados de mayo del 2005, cuando esta moneda estaba 200 pesos por encima. De plano esto nos perjudica grandemente, sin tener en cuenta la inflación y otros factores que afectan los precios de los productos (mano de obra, servicios e impuestos). Por ello nos estamos viendo en la necesidad de eliminar de nuestro portafolio algunos productos que se han vuelto insostenibles. Si el peso sigue revaluándose frente al dólar, podemos vernos en la triste situación de tener que cerrar nuestra empresa.
“Otro exportador sumamente preocupado”

“En estos cuatro años he acumulado una utilidad mínima”

La revaluación del peso me ha afectado fuertemente. Desde hace cuatro años tengo una suma considerable de dinero invertida en un Fondo de Pensiones Voluntarias, en el que el portafolio se maneja en dólares. En estos cuatro años he acumulado una utilidad mínima, y lo que es peor, la tendencia muestra que probablemente comience a generar pérdidas sobre el capital.
Jairo Rojas

“Desde que me fui a trabajar fuera del país, el dólar ha tenido tendencia a la baja”

Mientras viví en Colombia el peso siempre tuvo tendencia a la baja y cada día había que pagar más por cada dólar. En ese entonces, pasaba mis vacaciones viajando al exterior y siempre me resultó muy costoso. Pero desde que me fui a trabajar fuera del país, hace un poco más de dos años, el dólar ha tenido tendencia a la baja. Ahora paso todas mis vacaciones en Colombia y cada vez necesito viajar con más y más dólares debido a la revaluacion del peso.
Azaneth Romero

“La calidad de vida de mi madre y hermana se ha deteriorado”
Tengo 23 años y actualmente soy victima de la caída del dólar. Todo comenzó en 1998, cuando por la falta de empleo y oportunidades mi padre, Chef de profesión -un hombre con trayectoria en los mejores hoteles del país y un recorrido en cruceros internacionales-, tuvo que irse a Estados Unidos en busca de mejores ingresos. Desde entonces ha trabajado en numerosas actividades, desde lavar platos, hasta labores desconocidas para él, como la construcción y otros oficios nunca imaginó realizar. Sin embargo, al poco tiempo se vieron los frutos. Las entradas económicas aumentaron, nuestra calidad de vida mejoró y pudimos ahorrar. Así mantuvimos la armonía financiera, hasta cuando el dólar comenzó a devaluarse. Ahora la calidad de vida de mi madre y hermana se ha deteriorado, a pesar de recibir giros del extranjero una vez por semana. Esto nos hace pensar que la devaluación puede tocar fondo y llevarnos incluso a salir del país en busca de nuevos horizontes, como en su momento lo hizo mi amado padre.
Lalo Sinfrontera

“Los pequeños y medianos empresarios tendremos que aceptar con resignación”
Los pequeños empresarios siempre hemos visto cómo el gobierno ha previsto recursos para los sectores tradicionales cuando hay revaluaciones importantes. Los cafeteros, con su gran volumen, pegan el grito y, al día siguiente les refinancian las deudas por períodos muy grandes. Las multinacionales simplemente aprietan un poco la rentabilidad y aguantan, pues si algo tienen es margen. Pero los pequeños y medianos empresarios tendremos, como siempre, que aceptar con resignación los cambios bruscos en la Tasa Representativa del Mercado y nadie saldrá a subsidiar o apoyar financieramente nuestras operaciones comerciales en el exterior. Soy empresario, aún muy pequeño, pero con unas posibilidades inmensas de expansión internacional y veo con mucha preocupación el comportamiento del dólar. Pero veo con más tristeza como este país no apoya el desarrollo industrial, la creatividad y la ciencia.
Julio Alberto Moncanut P.

“Estos últimos meses he adquirido tiquetes mas baratos”
La caída del dólar ha sido buena para mí, porque en las dos veces que he salido del país en estos últimos meses he adquirido tiquetes mas baratos. Además puedo comprar más dólares para llevar.
David Fajardo Pulido