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Historias invisibles

La tragedia de José Dolores Locombia

Luis Alberto Quevedo cuenta la historia de un sufrido personaje maltratado por su hijo y sus nietos. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

16 de enero de 2008

Un pueblo llamado José Dolores Locombia (JD) creó y crió un hijo a quien asignó por nombre Estado. Cuando lo hubo formado le designó la administración de su Hacienda, con encargo especial de redistribuir los ingresos entre sus habitantes a través de inversión social en salud, educación, saneamiento ambiental y fuentes de empleo. También tenía como responsabilidad custodiarles su vida, su honra y sus bienes.

Poco después Estado abandonó sus funciones, excepto el recaudo. Se dedicó a derrochar y vivir perdidamente. En su "gestión de eficacia" implementó una "Anti-Economía Política" (ciencia que trata del acaparamiento de la producción y la riqueza), por lo que aunmentó el producto interno Bruto, cerró escuelas y recortó partidas destinadas a educación. Para acabar el analfabetismo, impuso por ley el Título de Doctor en Derecho a todos los habitantes, "la ignorancia de la ley no es excusa para incumplirla", explicó. Para eliminar enfermos y enfermedades cerró hospitales y creó "EPS",e "IPS" privadas, es decir, inconscientes. Para acabar con la pobreza y con los pobres los ascendió al estrato seis. Para acelerar la economía utilizó la fórmula que disparó sucesiva y alternativamente la "inflación", "estanflación", "devaluación", "recesión", "emisión" y demás terminachos incomprensibles para JD, pero que le generan ingresos a Estado.

Cuando hubo malgastado y empeñado todo vino una hambruna acompañada de las siete plagas que afectaron a todos menos a Estado, quien recurrió al FMI (Fondo Mafioso Interhacendal), al FM (Fraude Multihacendal) y al BID (Birlador Interhacendal Desarrollado), de quienes obtuvo Crédito Externo. Empeñó a JD.

José Dolores quiso llamar a cuentas a su hijo mediante paros y huelgas, pero éste, ebrio de poder y de megalomanía, los declaró ilegales y le intimidó con las armas de la Hacienda, por "atentar contra las instituciones" e "irrespetar a la autoridad legítimamente constituida".

Para estos tiempos Estado ya se había casado con Plutocracia y mantenía concubinato con Burocracia, Politicracia, Corrupcracia, Narcocracia y otras "cracias" con las que engendró y dio a José Dolores destacados nietos, entre los que se contaban Corrupción, Delincuencia, Guerrilla, Paramilitar y Narcotráfico. Todos insaciables, celosos e incestuosos entre sí y con sus padres. Estos nietos "entretienen" al abuelo con jueguitos de peculado, atraco, boleteo, tortura, secuestro, extorsión, drogadicción. Y de paso ayudan a Estado a controlar cualquier insurrección del "viejo".

Pueblos (algunos vecinos y otros no tanto) enterados de algunos gemidos de José Dolores quisieron "intervenirlo quirúrgicamente". Estado, aprovechando la oportunidad, hábilmente les desinformó que su padre padecía de "conflicto interno agudo" y les pidió una ayudita de unos miles de milloncitos de "dóyares" y "eurodóyares" para el tratamiento intensivo, al que denominaron PJD (Plan José Dolores), basado en aspersión generalizada de Pb. (82-207.2) y "glifo-sapo", éste último inofensivo (si es tan inofensivo, ¿por qué no se fumigan ellos?, se pregunta frecuentemente JD).

Movido por la misericordia el Padre Universal envió al Arcángel Aluve, quien empezó a trabajar, referendar, recaudar, y guerrear.

JD dio un suspiro cuando Aluve empezó a trabajar a la tri. Lo hacía 25 horas al día, para lo cual se levantaba una hora antes y dormitaba durante los desfiles militares. Aluve convocó a referendo (práctica de simular someter un asunto al voto popular) pero fracasó después de que JD no lo apoyara al notar que Aluve pretendía restringir más derechos y libertades.

Entonces el arcángel sufrió una metamorfosis y se convirtió en Estado. Compró conciencias congresionales y a "pupitrazo limpio" impuso su santa voluntad en la alteración de la Constitutopía. Una vez más un ángel se rebelaba contra Dios para apropiarse del pueblo José Dolores.

Desde el primer año de mandato constitupinal el “nuevo” Estado impuso la inseguridad burrocrática para JD y la seguridad democrática para él. Embelesado con las hieles y la atracción fatal por el poder, anunció que le era imposible cumplir su promesa de exterminar a Guerrilla (parricida del venerable) en cuatro años, por cuanto tendría que dedicarle tres de aquellos a la candidatura de reentronización para el siguiente cuatrerio. Como la Constitutopía no contemplaba esa posibilidad, promulgó otra ley de alteración constitupinal en la que impuso la "Reentronización Contigua". Citó a elecciones congresionales y sus "Partidos de las Úes a la Trí", apoyados por Yoacuso, obtuvieron por minoría-mayoritaria el 60 por ciento del que tuviera antes el 35 por ciento.

Estado, entretanto, se había hecho aliadito de Susa (Saint United State Amerindia), la imperialista hacienda planetaria que desde hace años está en una sanguinolenta búsqueda del arma de destrucción masiva denominada "oro negro". Como compensación, Susa le ofreció un TLC (Tratamiento Leonino del Cambalache) que, como todo trato, aporta su sobrecillo por debajo de la mesilla. De inmediato Estado dijo: "se firmita o... se firmita".

Por otra parte el BM (Birlador Multihacendal) le exigió a Estado que rebajara el SM (salario del miedo) y quitara las horas extras, dominicales y jestivos. La dicotomía Candidato-Estado respondió a través de ‘Lo novísimo en sus Sesos’: "jamás haré tal atropello laboral a JD". Con su respuesta creyó amnésico a JD, que ha sufrido todas las podas salariales y pensionales anticipadamente establecidas por Estado-Candidato.

Embozalado, encadenado y enjaulado por su hijo, nietos y bisnietos pródigos, JD vio como su solución definitiva la muerte. Sin embargo, como hasta ésta fue "privatizada" por sus nietos en aplicación de los "derechos interhacendales antihumanitarios", sin más esperanza JD rogó: "Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?

Una voz interna le susurró a José Dolores: "acepta que el universo es un sistema inteligente, a pesar que no consigas concebir por qué acontecen tantas cosas que no están de acuerdo con la forma en que tú lo organizarías. Admite que las muertes accidentales e intencionales, el delito y la pobreza son parte de ese designio divino ("es necesario que todas esas cosas acontezcan"), de la misma forma que lo son los días luminosos, los mares en sosiego, la compasión, la bonanza y la plácida muerte. Deja de luchar y limítate a dejarte ir. No estés contra la guerra, la pobreza y los impuestos, sino en favor de la paz, de ayudar al necesitado y sabrás que por mucho que te ofendas y protestes, el Candidato-Estado se impondrá además en la segunda reelección”.

JD sólo atinó a balbucear: "Dios mío, Dios mío: libérame de mi hijo, que de mis nietos me libro yo".

* Negrillas puestas por el autor

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