Los familiares de los secuestrados piden que el Presidente reconsidere la sorpresiva decisión

La decisión del presidente Álvaro Uribe de finalizar las gestiones de su colega venezolano Hugo Chávez en busca de un canje de guerrilleros por secuestrados tomó por sorpresa al país, mientras familiares de rehenes pidieron el jueves al mandatario reconsiderar su decisión. El fin de la mediación fue anunciada al filo de la medianoche, cuando el vocero de la presidencia, César Mauricio Velásquez, leyó un breve comunicado indicando que el Presidente venezolano se había comunicado el miércoles por teléfono con jefes militares colombianos para hacerles consultas sobre los secuestrados en manos de las Farc y que ya Uribe le había advertido a Chávez de la inconveniencia de esos contactos directos con los mandos castrenses.
 
En París, el presidente Nicolas Sarkozy instó el jueves a Uribe a restituir la mediación de Chávez. “Seguimos pensando que el presidente Chávez es la mejor oportunidad de liberar a Íngrid Betancourt y a todos los demás rehenes”, dijo el vocero de Sarkozy, David Martinon.

“Esperamos que el diálogo entre el presidente Uribe y el presidente Chávez se reanude”, sostuvo Martinon. En Colombia, el anuncio cayó como una bomba en las dificultosas negociaciones para lograr que las Farc liberen a secuestrados en su poder, algunos por casi una década, a cambio de que el gobierno saque a guerrilleros de las prisiones.
 
La suerte de esos rehenes y del proceso de canje pareció quedar en el limbo. Distintos sectores cuestionaron la decisión de Uribe, aunque dijeron que ya el proceso de mediación de Chávez y la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba, cuyas gestionen también fueron suspendidas por el gobierno, parecía sufrir dificultades por acciones de las Farc, como que dejaron estas semanas al venezolano de manos vacías al no entregarle, como se esperaba, pruebas que algunos de los secuestrados siguen vivos.
 
Los mandos militares que habían convocado una conferencia de prensa para la jornada, posteriormente divulgaron sólo un breve comunicado del comandante de las Fuerzas Armadas, general Freddy Padilla, indicando que las filas son “respetuosas de las decisiones adoptadas” por el gobierno y que “es preocupación mayor del Ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas la vida en libertad de todos los secuestrados en Colombia, para lo cual serán mantenidos los esfuerzos cotidianos” o la disposición ya conocida de Uribe de que los militares den con el paradero y rescaten a los retenidos.

Astrid Betancourt, la hermana de la ex candidata presidencial colombo-francesa Íngrid Betancourt secuestrada por las Farc desde 2002, pidió a Uribe reconsiderar su decisión. “Realmente lo que pensamos es que el presidente Chávez está haciendo una mediación muy bien llevada, tenemos totalmente confianza”", dijo Astrid en una entrevista exclusiva con la cadena radial Caracol desde París.
 
“Tenemos que hacer es un llamado al presidente Uribe para que considere al presidente Chávez un aliado de Colombia y no como un rival y revierta su decisión y reconsidere esa decisión y que vuelva a poner en pie esa mediación”, agregó Astrid, de cuya hermana no se han visto imágenes o tenido informes desde 2003.

El ex comisionado de Paz colombiano, Camilo Gómez, indicó a la cadena radial que si bien el Presidente venezolano “la embarró” o cometió un error al comunicarse directamente con el comandante del Ejército colombiano, general Mario Montoya, “también es cierto que de tiempo atrás se le había salido de las manos al presidente Uribe este proceso”.

“Lamentablemente esto (la mediación) no nació muy bien...(porque) a las Farc no les interesa sacar a su gente de las cárceles y tampoco su prioridad es liberar a los secuestrados porque eso es lo que le ha permitido retomar visibilidad política internacional”, dijo Gómez destacando que también “el gobierno colombiano, lamentablemente, lleva seis años diciendo que no va a hacer un acuerdo humanitario porque va a insistir en el rescate militar, pero tampoco ha logrado el rescate militar”.