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A pesar de los esfuerzos, las herramientas disponibles en Colombia para apagar los incendios no son suficientes. FOTO: GUILLERMO TORRES / SEMANA

TRAGEDIA

Los incendios de los últimos días han consumido 13.000 hectáreas de la reserva forestal de Colombia

El país sigue en emergencia por las conflagraciones, algunas de ellas provocadas por personas inescrupulosas. A pesar de los esfuerzos, los bomberos no tienen las herramientas adecuadas para luchar contra el fuego. “Estamos atrasados en décadas”, reconoce el Ministro de Ambiente.

7 de febrero de 2007

Las altas temperaturas que azotan por estos días a toda Colombia han avivado las llamas de numerosos incendios que han convertido en cenizas la rica flora de 13.000 hectáreas de la reserva forestal. Lo grave es la combinación de dos factores. El uno, climático: las altas temperaturas que en esta época del año han elevado los termómetros a niveles históricos. Y el otro, de elemental planificación: dotar de las herramientas adecuadas a los servidores públicos que luchan contra el fuego. Sin embargo, la precariedad es la nota predominante: “Estamos atrasados en décadas”, reconoce el ministro de Ambiente, Juan Lozano.

El diagnóstico con lupa es preocupante. Cundinamarca sigue ardiendo. Hasta ahora, los grandes incendios que se iniciaron desde el fin de la semana pasada y comienzos de la presente, no han apagado sus llamas.

Las labores de los bomberos y los voluntarios sólo han sido suficientes para acabar con algunas conflagraciones pequeñas que se han presentado en varios municipios del departamento.

Según el reporte que presentó el Ministerio de Ambiente, ayer había 17 incendios forestales sólo en Cundinamarca. De éstos, nueve están extinguidos, según lo informó la Dirección de Atención y Prevención de Desastres, pero siguen activos seis.

De acuerdo con el Ideam, la situación puede agravarse porque se prevén temperaturas altas para hoy y mañana.

Por eso, para hoy se adoptó como medida el envío de 1.000 policías a las zonas afectadas para que colaboren con las emergencias que se están presentando. También se mantendrán los cuatro helicópteros destinados para el depósito de agua en el fuego y la prohibición del ingreso de personas a parques naturales.

Controlados, pero no extinguidos

Los reportes indican que las conflagraciones de Cota y Tenjo siguen activas. Se calcula que ya van consumidas 450 hectáreas, a pesar de que 500 personas están trabajando en su sofocación y ayer cuatro helicópteros trabajaron durante ocho horas seguidas derramando agua sobre las llamas.

Mientras esto ocurría en Cota, en Tabio se presentó un nuevo incendio que afectó cerca de 20 hectáreas. De inmediato, 100 personas acudieron a atender la emergencia y lograron controlar el fuego, pero aún no se ha extinguido en su totalidad.

Este martes también se incendiaron ocho hectáreas en La Calera, lo que provocó la reacción de 80 personas, que aún no han podido sofocar las llamas.

Fuera de éstos, se mantiene el incendio en el municipio de Soacha, que ya ajusta dos días y que ha consumido 12 hectáreas de monte en la vereda San Jorge, en límites con el páramo. Esta conflagración la están atendiendo 20 unidades de policías y bomberos, pero no han podido apagarla.

En similar situación se encuentran las llamas de El Peñón del Boquerón, en Sutatausa, donde los esfuerzos de 160 personas para controlar el fuego han sido inútiles, como también sucede en Gachalá, donde los operativos de las autoridad y la comunidad sólo han logrado controlar la quemazón, sin apagarla del todo.

Apagados totalmente

Contrario a esto, ya se han logrado sofocar varios incendios. Así, los dos incendios que se registraron en Chocontá (uno en el embalse del Sisga y otro en Guangüita), están totalmente apagados y les están derramando agua para refrigerar el terreno y evitar que la llamas vuelvan a surgir. Estos trabajos se hacen en 200 hectáreas que resultaron afectadas.

Ese mismo mecanismo se está aplicando en Guasca, Chipaque, Chía, Tocancipá, Zipaquirá y Cajicá.

Cooperación

El ministro de Ambiente, Juan Lozano, ha insistido en que la gente debe abstenerse de arrojar colillas de cigarrillo o productos que puedan iniciar combustión, como el vidrio o los plásticos, en zonas verdes.

Igualmente, el Ministro sigue instando a las autoridades de los municipios para que mantengan alerta permanente a los comités de prevención locales. “Es indispensable que la gente colabore con esta emergencia que estamos viviendo. Sólo así, podremos superarla”, resalta Lozano, reiterativamente.

Entre tanto, las llamas siguen devorando la rica flora del país. Se estima que en sólo tres días han sido convertidas en ceniza cerca de 13.000 hectáreas de la reserva forestal. Los especialistas calculan en casi un siglo la recuperación total de estas tierras.

De acuerdo con los reportes, 500 de los 1.100 municipios del país están con alertas. Los departamentos más delicados son Cundinamarca, Santander, Casanare, Boyacá, Putumayo, Caldas, Huila y Meta. En total, se han presentado 18 grandes incendios en el resto del país.