Home

On Line

Artículo

Apolinar Salcedo durante la rueda de prensa del martes en Cali. FOTO: FABIO POSADA / SEMANA

FALLO JUDICIAL

“Me quedo hasta el último día”, dice el destituido Alcalde de Cali

Pese a que Apolinar Salcedo acepta ser el único responsable de lo que le pasa, no parece dispuesto a irse de la Alcaldía de Cali. Sus abogados estudian alternativas para evitar su salida, mientras en la ciudad se preguntan quién será su reemplazo.

Fabio Posada
9 de mayo de 2007

A las 4 de la tarde de este martes, unas 100 personas se apretujaban en la pequeña sala de reuniones de la Alcaldía de Cali, donde normalmente caben 50. La mayor parte eran funcionarios de la administración municipal, estaban todos los secretarios del gabinete y varios representantes del concejo, quienes no querían perderse el que podría ser el último discurso de Apolinar Salcedo, como primer mandatario de los caleños.

Salcedo se convirtió en el único gobernante ciego al mando de una ciudad colombiana el 26 de octubre de 2003, tras ganar la contienda electoral por la Alcaldía de Cali con 180.000 votos. Ese mismo hombre que superó con creces la invidencia provocada por un accidente doméstico, cuando tenía 7 años, asistía ahora a su muerte política mientras le daba la cara a una veintena de periodistas. Tres horas después de que se conociera el fallo en segunda instancia de la Procuraduría General de la Nación, que lo destituyó de manera fulminante y además lo inhabilitó durante 14 años para ejercer cargos en el sector público, bien sea por nombramiento o elección popular.

De ahí la enorme expectativa y la gran cantidad de gente que invadía la sala. Situación que no pareció molestarlo pues, con su humor característico, entró al recinto y en medio de arengas a su favor, que entonaron algunos empleados de la Alcaldía, comenzó la rueda de prensa parodiando Ausencia, una melodía de Héctor Lavoe. “Ha terminado otro capítulo en mi vida”, dijo el Alcalde y de inmediato la risa se apoderó del auditorio.

La alegría no duró más que un instante ya que las siguientes palabras de Salcedo ilustraron su estado de ánimo. “Me siento vencido, sin argumentos pero sin resentimientos. He sido destituido como alcalde pero no como ser humano. Acataré la decisión y dejo en manos de mis abogados cualquier posibilidad de defensa en estricto derecho. A mí me eligió el pueblo caleño y hoy me destituye la Procuraduría”, indicó el burgomaestre.

Con un tono de voz que más parecía el de una víctima de alguna injusticia y no el de un funcionario público, sancionado con una de las más duras penas de que se tenga noticia en los últimos años, Salcedo aprovechó para agradecerle al pueblo caleño: “Por el honor de haberme escogido como alcalde y al presidente Álvaro Uribe, quien ha sido mi amigo leal, que siempre me apoyó”.

Advirtiendo que no iba a referirse a los seis cargos que le comprobó la Procuraduría, Salcedo quiso minimizar el impacto de su destitución y sólo explicó que firmó el polémico contrato de modernización del recaudo de los impuestos porque “como líder político sabía que Cali tenía una débil situación financiera, que si no tomábamos una decisión, me iba a pasar los cuatro años pagándoles a los bancos y cantándole a la bandera”.

Finalmente Salcedo fue conciso ante los periodistas, al afirmar que se quedará en el primer cargo de la ciudad hasta que se le notifique su destitución y se resuelvan los recursos jurídicos con que sus abogados intentan evitar su salida del Centro Administrativo Municipal. A la par con sus anuncios y desde diferentes lugares de la ciudad, se alzaron voces pidiendo celeridad en las decisiones del aparato judicial del Estado para evitar que en Cali, la interinidad de su alcalde, acabe con la poca gobernabilidad que aun queda.

En este sentido el gobernador del Valle, Angelino Garzón, salió al paso de las críticas y explicó que “mientras no sea notificado de manera oficial por la Procuraduría, el alcalde de Cali sigue siendo Apolinar Salcedo”. Sobre el gobernador recaen todas las miradas, pues de acuerdo con la ley, le corresponde escoger al sucesor del alcalde, que saldrá de una terna que le presente el movimiento Sí Colombia, quien dio aval a la candidatura de Salcedo.

Aunque se desconocen por ahora nombres de las personas que podrían conformar esa terna, Garzón ya recibió una llamada de Noemí Sanín desde Madrid y se espera que en los próximos días se conozcan detalles del sucesor. Mientras tanto se especula con la designación de un alcalde encargado que sería escogido entre los secretarios del gabinete municipal.

El gobernador Garzón dijo a la prensa local que sentía dolor por la situación de Apolinar Salcedo, la de su familia y mostró preocupación por el presente de la capital vallecaucana. Pero recordó que en su momento le aconsejó a Salcedo que no firmara el contrato por el cual fue destituido.