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Panorámica de Medellín

SEGURIDAD

Narcotráfico amenaza logros de Medellín

Bandas criminales, vendettas, extorsión, rearme, noticias típicas de la capital antioqueña en los noventa vuelven a preocupar a las autoridades.

Mauricio Builes
14 de marzo de 2008

A comienzos de esta semana la Policía de Medellín halló dos cadáveres al interior de Renault logan estacionado en el barrio Campoamor, al suroccidente de la ciudad. La Fiscalía informó que habían muerto de asfixia mecánica y que, probablemente, fue por retaliaciones entre narcotraficantes. Desde hace meses se viene hablando en los círculos políticos, en la calles y en centro de investigación sobre un reciente auge del narcotráfico en la ciudad y todo de lo que de ello se desprende.

Incluso ayer en el foro “Desafíos de la Seguridad y la Convivencia en Medellín, contribuciones al Plan de Desarrollo Municipal 2008-2011”, convocado por la Corporación Nuevo Arco Iris, varios participantes expusieron cómo las luchas por el control de cultivos, rutas y distribución entre bandas narcotraficantes están golpeando a la ciudad, tanto por los asesinatos cometidos desde finales del año pasado, como en el control de territorios periféricos de Medellín y el Valle de Aburrá.

El Alcalde de Medellín, Alonso Salazar, habla de seis estructuras criminales en la ciudad con presencia en varios barrios, algunos de ellos de estrato alto, como Laureles, la América, Belén y el propio centro. Tal vez la estructura más mencionada hasta ahora y de la que se tiene mayor información es la de “los paisas” liderada por Mario Rendón, alias “Don Mario”, hermano de Freddy Rendón, alias 'El Alemán', preso en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí.

Según las autoridades, desde el año pasado, Don Mario empezó a dominar los mercados del narcotráfico y el control armado de los espacios que antes ocupaban los ex 'paras' Salvatore Mancuso, Diego Fernando Murillo Bejarano, 'Don Berna' y Ramiro Vanoy Murillo, alias 'Cuco'. Además, la Agencia de Prensa IPC ya había advertido desde finales de 2007 sobre las consecuencias de esta confrontación en Medellín y la amenaza que representaba para el proceso de 4.100 jóvenes desmovilizados y reinsertados de los paramilitares.

El Alcalde ha dicho que unos pocos están haciendo trampa al proceso y se han visto tentados por las grandes sumas de dinero que ofrecen los nuevos capos. Según fuentes oficiales, “Don Mario”, por ejemplo, está pagando millón y medio de pesos de sueldo a desmovilizados que trabajen para él.

Durante el foro del jueves, Salazar dijo que planea conformar un grupo especial de hombres de la Policía para que se encargue únicamente de los desmovilizados que están reincidiendo. “Hay que depurar a los que están delinquiendo”, afirmó.

Gran parte de esta delincuencia también está relacionada con el aumento del sicariato. En enero y febrero fueron varias las noticias que relacionaban los homicidios con esta forma de operar. Sin embargo, las autoridades han desestimado este auge con el argumento de que el sicariato nunca ha desaparecido en Medellín.

Pero en la ciudad no sólo se habla de expresiones delincuenciales como el homicidio o el sicariato. En la calles, en los barrios también hay evidencias de intimidación, de coordinación y presencia de jefes de estas bandas. Ello explicaría los ajustes de cuentas que se han venido dando de tiempo atrás. Y la reestructuración de la “oficina de Envigado” también entraría a jugar un papel importante.

En una entrevista reciente del IPC, el general de la Policía, Oscar Naranjo, publicada en Semana.com, reafirmó la importancia de alias “Rogelio” dentro del nuevo panorama del crimen en Medellín: “(...) Alias Rogelio es el responsable de una actividad criminal muy fuerte en Medellín (...) es evidente que la desmovilización del bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas, la prisión de alias ‘Don Berna’ y la desmovilización de estructuras intermedias, han debilitado la cohesión de la “Oficina” de Envigado y por ello creemos que está a la búsqueda de un patrón que le dé una sombrilla.” Y es esa búsqueda, precisamente, la que se explica en parte, lo que ha venido ocurriendo en los últimos meses en la ciudad.

Los avances que en seguridad ha hecho Medellín en los últimos años son innegables. Sin embargo, las batallas entre narcotraficantes por el control del mercado y el dominio de otros negocios ilegales, amenaza no sólo el valioso proceso de desmovilización y reinserción de ex paramilitares, sino a muchos otros de los avances en seguridad que ha conseguido la ciudad en los últimos años. Las autoridades, no sólo locales, sino también nacionales, están obligadas a frenar el deterioro que comienza y evitar que la ciudad recaiga en sus años difíciles.