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"No hubo fraude": Flor Gnecco

La senadora que coordinó la campaña presidencial de 2002 de Horacio Serpa en Magdalena asegura que no hubo fraude electoral en el departamento. Dice que Uribe ganó porque los políticos dueños de los votos lo apoyaron.

6 de mayo de 2006

SEMANA.COM ¿Por qué dice usted que no hubo fraude en las elecciones presidenciales de 2002?

FLOR GNECCO. Lo que digo es que no hubo fraude en la Costa Atlántica. Lo digo porque ese año yo le hice la campaña a Horacio Serpa y tuve la oportunidad de ver de cerca los números y las cosas que pasaron en la región.

S. ¿Y cuáles son esos números?

F.G. Horacio Serpa ganó en casi toda la Costa. Únicamente perdió en Magdalena pero perdió por 5 mil votos. Yo le hice la campaña a Serpa con Jaime Ezpeleta, recorrimos la Costa y lo pusimos a ganar en todos los municipios de la Guajira. En Magdalena se hizo un trabajo parecido, pero Uribe ganó en el sur porque los dueños de los votos estaban con él. El señor Rafael García miente cuando dice que hubo un fraude electrónico a favor de Álvaro Uribe. Es más, recién pasaron las elecciones, Serpa denunció ante Ginebra que hubo presiones paramilitares en las elecciones de Congreso y no dijo nada frente a las presidenciables, siendo que puso la denuncia después. ¿Por qué viene ahora a decir que el gobierno no es legítimo?

S. Antonio Navarro está de acuerdo en que no hubo fraude electrónico, pero dice que sí hubo fraude por presión de paramilitares a los jurados...

F.G. Pues yo puedo dar fe de que eso no ocurrió. Y de que nadie lo denunció ni habló del tema en su momento. Es muy raro que ahora vengan a hablar de fraude, justo en época electoral. En la región en la que yo hago política -que es el norte del Magdalena- nunca se habló del tema.

S. En la zona donde usted hace política no, pero las denuncias dicen que en el sur del departamento sí. ¿Usted no supo nada de eso?

F.G. El radar de acción de nuestro grupo político es el norte del departamento, de Fundación para arriba, hasta Stan Marta. Nosotros hacemos política en el sur a través de amigos que nos ayudan a buscar líderes. Eso fue lo que hicimos en esa ocasión, buscar votos a través de amigos para fortalecer la candidatura de Horacio Serpa. Y ninguno denunció ningún fraude.

S. Entonces usted no estuvo en la zona del sur, en la Provincia

F.G. Yo hago política allá a través de algunos amigos que me ayudan a conseguir 100 o 200 votos en cada pueblo.

S. ¿Qué tan enterada estaba usted de la actividad paramilitar en la zona?

F.G. Cuando mataron a Fernando Piscioti, su familia dijo que fueron ellos. Pero yo no puedo decir que no pudimos hacer campaña con Serpa. Yo nunca he tenido votos en el sur del departamento.

S. Pero las personas que sí fueron a la zona dicen que hubo presiones de los paras...

F.G. A mí eso no me consta. A los de mi grupo nadie nos dijo que no podíamos hacer campaña por Serpa, ni a nadie le dijeron que no podían votar por Serpa. Yo me moví por la Costa, por Magdalena y La Guajira y nunca vi encapuchados ni hombres en camuflado, nada de eso. Es que ni los conozco. Mire, yo he escuchado con atención la versión del fraude y se basan en que Uribe sacó altas votaciones en unos municipios. Serpa también sacó el 80% de votos en Maicao (Guajira) y nadie dijo nada. Lo que pasa es que nadie se ha puesto a revisar con cuidado lo que pasa en la zona. Allá, en el sur de Magdalena, hay un ganadero muy importante que se llama José Gamarra. Él fue el que le puso los votos a Uribe.

S. ¿En qué municipios tiene influencia Gamarra?

F.G. En los pueblitos debajo del Piñón. El es el dios de la zona, porque le da de comer a todos los campesinos, porque él tiene el negocio de ganado al partir. Yo viví esa experiencia en el 94, cuando Gamarra me puso muchos votos. Fue diputado a la Asamblea en el 95.

S. Usted dice que Serpa barrió en todos los municipios de la Costa, pero no en el Magdalena. ¿Cómo se explica el bajón de Serpa en este departamento donde usted coordinó la campaña?

F.G. Toda la gente de los gremios, de Fenalco, de la zona franca, de la sociedad portuaria estaba con Uribe, se le decía la “Campaña del Club Santa Marta”. Toda la gente que tenía poder económico y social se fue con Uribe. Por eso Serpa perdió. Es absurdo decir que hubo fraude. Rafael García dice lo mismo de Jaime Ezpeleta, que era mi fórmula a la Cámara en la Guajira. No pudo hacer fraude. Barrimos en los 15 municipios. De dónde saca él que Gamarra financió el fraude para elegir a Uribe, es absurdo.

S. ¿Cuál es normalmente el nivel de abstención en el Magdalena?

F.G. Siempre es del 60 por ciento, eso ha sido así tradicionalmente. Por eso, cómo dicen que Uribe ganó con fraude las elecciones, en un departamento donde están inscritas 614 mil personas, y votan solo 218 mil. La abstención es altísima.

S. ¿Es normal que los candidatos concentren votaciones superiores al 90 por ciento en su departamento?

F.G. Eso sí no es normal. A la gente le pareció raro, sobre todo, que las fórmulas a la Cámara y al Senado en el Magdalena sacaran exactamente la misma cantidad de votos. Por ejemplo, en la Guajira, Jaime Ezpeleta sacó 50 mil y yo solo 29.900, porque muchos senadores se nutren de la misma cámara. En el Magdalena no se organizaron con dos Cámaras, sino que se fueron las parejitas. Los resultados son estadísticamente maravillosos. A todo el mundo le extrañó no las duplas sino que no tuvieran diferencias entre Cámara y Senado. En esas elecciones de Congreso, la gente sí decía que fueron organizadas por los paras.

S. ¿Y por qué está tan segura que no se repitió el mismo fenómeno un mes después para las presidenciables, cuando normalmente lo que ocurre en las legislativas se duplica en las presidenciables?

F.G. Porque todos los dueños de los votos estaban con Uribe. En las coaliciones no estaban votando con nosotros. Esos son sus potreros. En Santa Marta, en cambio, le sacamos una diferencia de más de veintipico mil votos. La guerra por el transporte fue tenaz. Ellos con plata que ponían de su bolsillo. Era obvio que tenían que sacar más votos.

S. ¿Está apoyando a Serpa en estas elecciones otra vez?

F.G. No estoy votando con Serpa, por algunos inconvenientes que tuve con el liberalismo. Primero, me habían prometido que estaría en la Comisión Séptima y luego se negoció mi cupo. Entonces hablé con Lucho Vives, que era de otra corriente política pero que era mi amigo, hablé con Aviv Meregh, con Gabriel Zapata, y ellos me garantizaron entrada en la bancada, pero con independencia de criterio. Mire, yo soy una persona de detalles. Cuando ocurrió el atentado contra mi hermano Hugo no recibí ni una llamada de Horacio Serpa. Yo me la jugué por él cuando todo el mundo estaba con Uribe, pero también tengo muy en cuenta los detalles. Uribe es una persona muy deferente.
 
S. ¿Le está ayudando ahora a Uribe?

F.G. Le ayudo desde la campaña. Yo le veo defectos, como su obsesión por lo micro que a veces lo lleva a improvisar, pero él hace un esfuerzo porque las cosas le salgan bien para el país. No me parece justo que ahora vayan a decir que hubo fraude en la Costa y que por lo tanto no es legítimo su gobierno. Me parece injusto y calumnioso.