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“No voy a hacer ninguna rectificación”: Ministro de Defensa

Desde Wawshington, el ministro Juan Manuel Santos le bajó el tono a sus críticas sobre las gestiones a favor del acuerdo humanitario. Aseguró que sólo abandona su cargo si el presidente Álvaro Uribe así lo determina

19 de octubre de 2007

Aunque el ministro de Defensa Juan Manuel Santos dice que no hay lugar para malinterpretar sus declaraciones, sus propias palabras dicen todo lo contrario. Este jueves, cuando dijo en Washington que la mediación para el acuerdo humanitario le sirve al presidente venezolano Hugo Chávez porque “puede respirar en un área que no tenía antes” y que la senadora Piedad Córdoba gana protagonismo con sus gestiones ante el mandatario venezolano, se entendió como un fuerte reproche a las labores que adelanta la congresista para la liberación de los secuestrados por las Farc en Colombia. (Ver Artículos relacionados)

¿Por qué? Sencillamente, porque eso fue lo que dijo. Y por esa misma razón, el Presidente de la República lo rectificó de inmediato, la Cancillería contradijo sus palabras y Santos tuvo que salir a explicar este viernes qué fue lo que dijo ante el Diálogo Interamericano en la capital estadounidense.

En una rueda de prensa que dio en la Embajada de Colombia en Washington, el ministro Santos aclaró que la charla que ofreció el jueves era ‘off the record’ y que el presidente del foro reconoció su equivocación al no haber advertido esto antes. “Pero esto no importa, porque he tenido como norma de conducta en mi vida pública no hacer diferencia alguna entre lo que digo en privado y lo que digo en público. Por eso no voy a hacer ninguna rectificación”, agregó.

El ministro Santos, conocido por las diferencias que tiene con el presidente Chávez desde antes de trabajar con Uribe Vélez, aseguró que cuando le preguntaron sobre el intercambio humanitario dijo que la facilitación del presidente de Venezuela “le podría estar abriendo espacios que no estaba ocupando” y que la senadora Córdoba había ganado protagonismo nacional e internacional.

“El sentido de estas afirmaciones iba dirigido a decir que si efectivamente se logra el intercambio, todo el mundo gana: ganan los secuestrados, ganan sus familias, y por supuesto también ganan los facilitadores”, aclaró antes de decir que, desde su cargo, ha apoyado siempre los acercamientos a favor del acuerdo humanitario.

Cuando dijo que las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela se manejan según el estado de ánimo con el que amanezca Chávez, el ministro Santos dijo que lo que quería decir, de manera coloquial, era que después del retiro de Venezuela de la CAN, el flujo comercial “había quedado sin un marco legal, razón por la cual sería bueno buscarlo de nuevo para que nuestro comercio bilateral no quedara dependiendo del estado de ánimo con el que se levanta por las mañanas el presidente venezolano”.

A renglón seguido, explicó otra frase que también dijo coloquialmente: “dije durante la charla que nadie entendería que Estados Unidos nos dejara, a sus supuestos aliados estratégicos, ‘colgados de la brocha’ (...) con el tratado de libre comercio, en un momento crítico de la geopolítica regional cuando han surgido básicamente dos modelos de desarrollo y de democracia”.
Insistió en que su intención no era la de criticar a alguien en especial, “sino dar unas opiniones sobre hechos evidentes”. Lamentó además que sus comentarios hubieran causado reacciones como la de algunos sectores políticos que, incluso, pidieron su renuncia. Y resaltó que “si de algo soy culpable es de no haber sido muy diplomático al decir ciertas verdades por el ambiente informal en que nos encontrábamos”.

Por último, haciendo clara referencia a lo dicho por su colega de Relaciones Exteriores, dijo: “mi único jefe es el Presidente de la República. Mi permanencia en el cargo depende de su apoyo y su confianza. Por eso quisiera terminar simplemente reiterando lo obvio: mi cargo como Ministro de Defensa está, como siempre lo ha estado, a su entera disposición”.