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“Nuestro título no se puede demeritar”

La Copa América de 2001 estuvo llena de contratiempos. Pero Iván Ramiro Córdoba supo conducir a un seleccionado nacional que tuvo una campaña ejemplar.

22 de junio de 2007

Todos los partidos ganados, ningún gol en contra, el máximo artillero del torneo. ¿Se necesitan más argumentos para ser campeón? Para Iván Ramiro Córdoba el título de la Copa América de 2001 es lo máximo que ha obtenido el balompié nacional en su historia. El capitán habló con SEMANA y recordó todo lo que rodeó este triunfo.  

SEMANA: ¿Cómo era el ambiente para la Copa América de 2001?
IVÁN RAMIRO CÓRDOBA: La gente en Colombia emanaba un positivismo que se sentía. Queríamos que se jugara a como diera lugar para darles felicidad a los hinchas. Eso fue lo que motivó al grupo y le dio fuerza.

SEMANA: ¿Cómo cayó dentro del grupo la renuncia de Argentina?
I.R.C.: Fue una decisión muy personal. Se habló que había una amenaza y no se puede opinar si está en juego la vida. Luego de la Copa hablé con algunos jugadores argentinos y me dijeron que sí era cierto. Es algo respetable.

SEMANA: ¿Existió ese ambiente de comunión entre hinchada, prensa, directivos y jugadores que es tan clave para lograr el éxito?
I.R.C.: Obvio que sí. Es fundamental porque uno solo tiene que pensar en jugar y entrenar y se siente la tranquilidad de contar con el respaldo de sus directivos, de su cuerpo técnico y sobre todo de la gente. Acá los hinchas estaban volcados hacia la selección. El periodismo estaba unido a nuestro favor. Esto permanecerá como algo inolvidable, más allá del recuerdo del título.  

SEMANA: ¿Qué le decía Maturana?¿En qué le ayudó usted en el manejo grupal?
I.R.C.: El equipo estaba muy motivado. Nosotros hacíamos reuniones para no perder la concentración. El camino para Colombia parecía fácil porque era el local y se decía que el grupo del local era más tranquilo. Si en algún momento bajábamos la tensión o veíamos que había exceso de confianza, hacíamos una reunión para poner los pies sobre la tierra. Los que hablábamos en las reuniones éramos Mario Yepes, Óscar Córdoba, Víctor Aristizábal y yo. Nos ayudábamos y teníamos mucha seguridad para mantener los resultados.

SEMANA: Hablemos del partido contra México. ¿Cómo fue el entorno previo en la concentración?
I.R.C.: Antes del partido hicimos una reunión en el último piso del hotel. Maturana nos habló, había mucho nerviosismo y teníamos temor por el tema de la altura. Yo hablé y recuerdo que les dije: “Muchachos acá no vale altura o si estamos cansados, solo cuentan las ganas que le metamos para ganar esta Copa. Quién sabe cuánto tiempo pasará para tener una oportunidad como esta. Ganar una Copa América en otro país es factible, pero en nuestro país, pasará mucho tiempo para que eso ocurra”.

SEMANA: Años después, con la cabeza fría y mirando la jugada del gol ¿cómo la describe, qué sintió, qué decía usted mientras gritaba?
I.R.C.: Es muy difícil de describir. Aún hoy, con el paso de los años, no puedo hacerlo. Es la sensación más hermosa que me ha pasado en el fútbol. Cuando hice el gol me di cuenta que éramos campeones sin importar que faltaba tiempo para que el partido terminara. La gente se quería salir de la ropa en la tribuna. Me dio más emoción el gol que cuando levanté la Copa.  

SEMANA: ¿Qué sintió cuando levantó la Copa América?
I.R.C.: Es una Copa difícil y no todo el mundo ha tenido la posibilidad de levantar ese trofeo. Por ejemplo: Maradona y Pelé nunca lo lograron. Fue muy lindo y lo pudimos celebrar con nuestra gente y en nuestra tierra.