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El séptimo informe trimestral de la OEA dice que en varias zonas del país han surgido nuevos grupos de autodefensas. Norte de Santander y Nariño son algunos de ellos. (Fotos: Archivo Semana)

Miércoles, 6 de septiembre, 6:00 p.m.

OEA insiste en aparición de nuevos grupos paramilitares y critica Reinserción

El último informe de la Misión de Seguimiento al Proceso de Paz dice que el Programa de Reincorporación a la Vida Civil no ha logrado dar cobertura suficiente para los desmovilizados. Los ‘nuevos paras’ siguen preocupando a la OEA

6 de septiembre de 2006

Las controversias por el proceso de paz entre el Gobierno y las AUC no cesan. Mientras las autoridades persiguen al prófugo Vicente Castaño Gil y los ‘narcos’ se cuelan en las listas de los desmovilizados, la OEA publicó este miércoles el séptimo informe donde hay más insatisfacciones que logros: la expansión de nuevos grupos de autodefensa en Norte de Santander, Nariño, Córdoba, La Guajira y Bolívar no para. Y el proceso de reincorporación va a media marcha, ya que no todos los desmovilizados tienen salud, apoyo sicosocial, educación, oportunidades laborales y ni un proyecto productivo en qué trabajar.

Estas críticas no son una sorpresa. En varias oportunidades, la Defensoría del Pueblo, las autoridades locales de estos departamentos y organismos internacionales han advertido sobre los coletazos negativos que ha dejado la desmovilización de 31.600 hombres y mujeres que pertenecieron a las Autodefensas Unidas de Colombia.

En primer lugar, la Misión de la OEA reitera lo mismo que ha advertido todo el mundo: la aparición de nuevas estructuras armadas después de la desmovilización de las autodefensas. “Este no es un fenómeno homogéneo, pues, de acuerdo a lo verificado (...) en esas situaciones se amalgaman diversas fuerzas e intereses desde distintos sectores de la ilegalidad. Por lo tanto, no se puede establecer una única línea de interpretación”, señala el informe.

De acuerdo con ese seguimiento, en varias zonas del país han surgido estos grupos. Norte de Santander y Nariño son algunos de ellos. En el primero, la OEA dice que hay mandos medios del Bloque Catatumbo (que dirigía Salvatore Mancuso) que se están extendiendo a municipios como Puerto Santander, Cúcuta, Sardinata, Tibú y El Tarra. Y en Nariño, donde en repetidas oportunidades se ha denunciado la presencia de nuevos grupos paras, la presencia del grupo Nueva Generación “coincide con la zona de operaciones del desmovilizado Bloque Libertadores del Sur” que actúa en los municipios de Leiva, El Rosario, Policarpa, Cumbitara y Los Andes.

Por otro lado, el Programa de Reincorporación a la Vida Civil “no se encontraba preparado para atender a tal volumen de población (...) a pesar de algunos esfuerzos positivos realizados en los últimos meses, éste sigue en crisis, lo cual pone en riesgo la viabilidad del proceso de paz a largo plazo”.

Otra cosa piensa Juan David Ángel, ex director del Programa de Reinserción del Ministerio del Interior. “Nuestro proyecto se concentró en la Prevención, la Reconciliación y las Regiones, y en cada una de estas áreas hubo logros. En zonas como Urabá, el Magdalena Medio, Medellín, Santa Marta y Casanare el programa nos ha funcionado bien”, sostuvo Ángel, quien la semana pasada le entregó su cargo a Frank Pearl, quien será el Alto Consejero para la Reinserción.

Por último, la OEA asegura que el 35% de los ex combatientes no está cubierto por los beneficios del Programa. “Las estructuras que tienen el nivel de cobertura más bajo son las que se desmovilizaron durante 2006, lo cual se explica por su reciente desarticulación”, dice la OEA, “y sólo 263 desmovilizados se ocupan de los proyectos productivos”.