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¿Perdió Sucre en las elecciones?

A este departamento le va mal con José Guerra Tulena (Liberal) y peor con Jorge Barraza Farak (la U).

29 de octubre de 2007

La escasa diferencia entre Julio Guerra Tulena y Jorge Tuto Barraza, es el resultado de una vieja confrontación entre dos familias tradicionales en la política sucreña, entre dos clanes irreconciliables, nepóticos y clientelistas: la familia Guerra Tulena y la familia García Romero, que en los últimos 30 años se han disputado la hegemonía política en el departamento.

El resultado favorece por sólo 889 votos a Jorge Barraza, el candidato apoyado por Álvaro García Romero, preso en la cárcel de La Picota por sus nexos con el ‘carnicero’ de los Montes de María, Rodrigo Mercado Pelufo, alias ‘Cadena’, comandante de la zona de Sincelejo y el Golfo de Morrosquillo. El cabeza a cabeza entre Guerra y Barraza se dio desde que se divulgaron los primeros resultados, pero a las 9:30 p.m. del domingo el último boletín daba una diferencia de 898 votos. Guerra en entrevista radial por la W dijo que no aceptaba los resultados, porque se produjo después de un apagón en la delegación de la Registraduría y tras conocerse los resultados provenientes de la región de La Mojana, con una distancia de aproximadamente cinco horas de la capital, Sincelejo.

Barraza Farah reconoció que ha visitado varias veces en la cárcel a su jefe político, ‘El gordo’ García, pero que lo ha hecho más como un acto humanitario. Los rumores sobre la cantidad de dinero que habrían invertido en las campañas ambos candidatos son parte de la comidilla diaria en un departamento que vive de la política, en donde la administración departamental y municipal es la gran dispensadora de empleos y contratos, lo que termina polarizando a la población ante las pocas opciones que suele haber.

Por el lado de la familia Guerra, cuatro miembros de la familia han sido senadores: José Guerra Tulena, que además fue gobernador en los primeros años, padre de la ministra de comunicaciones y padre del senador Antonio Guerra de la Espriella y del ex senador Joselito Guerra De la Espriella, que se encuentra inhabilitado para el ejercicio de cargos públicos por haber sido condenado por el conocido proceso 8.000.

La campaña entre Barraza y Guerra desde el principio se sabía que sería de agravios y de alta tensión. En un debate en Telecaribe, Guerra sacó a relucir el apoyo que ‘El gordo’ García le estaba brindando, y Barraza a su vez cuestionó la experiencia de Guerra, quien ha sido presidente del Senado, representante a la Cámara y alcalde de Sincelejo.

El balance para ambas campañas es un desastre por la imagen maltrecha que tienen ante la opinión. Ambos grupos políticos han usufructuado el poder y la situación de pobreza e inviabilidad financiera del departamento es inocultable. Con el triunfo de Barraza gana el gobernador actual que también fue apoyado por ‘El gordo’ García y cuya administración ha estado envuelta en escándalos de estar hipotecada al contratista y financista Joaquín García, quien se encuentra detenido en la cárcel La Picota por la parapolítica. Y aunque pierde la familia Guerra, el gran perdedor es el departamento de Sucre, porque seguirá bajo la férula de poderes espurios que se han acostumbrado a manejar los recursos con asignaciones milimétricas a los socios electorales.

En Sucre gana uno de los aliados del presidente Álvaro Uribe Vélez, pues Álvaro García fue elegido senador por el movimiento político que lideraba su primo Mario Uribe, Colombia Democrática, y pierde el Partido Liberal, pues el ex Presidente Gaviria escogió como candidato a Guerra y se resistió a escoger un candidato que significara la renovación y una nueva alternativa política.

Lo próximos meses serán de confrontación y la inestabilidad y gobernabilidad del departamento estará en juego, pues Julio Guerra Tulena, anunció que impugnará la elección y de ser necesario demandará la declaración de Barraza como gobernador. En Sucre ganaron los presos por la parapolítica, ganaron los clientelistas, ganaron los nepóticos. No perdió Guerra Tulena, pero todo indica que no ganó el mejor y perdió nuevamente Sucre, un departamento condenado a malos gobiernos y a un atraso que permiten pensar que no se está ante una entidad político- administrativa, sino ante feudos familiares.