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Periodistas denuncian intimidaciones mientras cubren audiencias de paramilitares en Medellín

Los comunicadores antioqueños denunciaron que se sienten perseguidos por personas que los filman cuando hablan con las víctimas de los ‘paras’. “Están afectando nuestro trabajo”, dicen.

8 de junio de 2007

Cada vez el ambiente se pone más tenso. Para los reporteros que cubren las audiencias públicas de los paramilitares de los desmovilizados en Medellín, las cosas están pasando de castaño a oscuro con las presiones que últimamente han sentido a las afueras del Palacio de Justicia en esa ciudad, donde siempre esperan a que las víctimas de las autodefensas salgan de las audiencias que han rendido comandantes como Salvatore Mancuso y ‘El Alemán’.

Normalmente, en este tipo de eventos los periodistas se encuentran en el lugar mientras hacen ‘lobby’ para conseguir entrevistas. Como no pueden ingresar a los recintos donde los paramilitares rinden sus testimonios a los fiscales de Justicia y Paz, esperan afuera, donde confluyen familiares de víctimas y amigos de los mismos paramilitares.

“Desde hace rato, vemos que personas que no son periodistas se paran al lado de quienes entrevistamos, toman fotos y graban videos”, comenta un periodista, que pidió la reserva de su nombre por seguridad.

En una ocasión, dice el reportero, estaban esperando afuera de la cárcel de Itagüí mientras salía la Comisión de Justicia y Paz, cuando empezaron a rondarlos dos personas en una moto. Tenían una cámara de video y los estaban grabando.

Uno de los reporteros se les acercó, dándoles trato de periodistas para que se integraran al grupo. “Vengan, ¿de qué medio son? ¿Qué están haciendo?”, les dijo. “Eso a usted no le importa”, fue la respuesta de uno de ellos. Entonces los comunicadores se sintieron intimidados y le contaron a un guardia de la cárcel de Itagüí. “No se preocupe que yo sé quiénes son ellos”, respondió.

El hecho de que graben a un periodista, no tiene nada de novedoso. Igual pueden verlo en la televisión, escucharlo en la radio o detectarlo en el periódico o la revista para la que trabaja. El reportero es un personaje tan público, como su profesión. Sin embargo, no deja de ser intimidante tener a alguien al lado, pendiente de qué se hace y qué se dice. También puede cohibir a los entrevistados a la hora de dar sus testimonios y eso es una presión que en últimas afecta la información.

“En este proceso, nosotros tenemos información de segunda mano. Es decir, quienes entran al recinto a escuchar a los paramilitares, salen y nos cuentan. Dígame, ¿con qué cara nos va a seguir informando una fuente si sabe que cuando va a dar su testimonio la están grabando personas extrañas? Muchas veces, piden que reservemos sus identidades, pero quedan en registros ajenos a los medios de comunicación”, agrega el reportero.

Así, luego de varias molestias, los periodistas paisas decidieron manifestarse públicamente. La gota que rebosó la copa fue la experiencia del pasado miércoles 6 de junio, mientras Fredy Rendón, alias ‘El Alemán’, rendía su segunda jornada de audiencia.
Trascendió que un grupo de desmovilizados se dedicó a seguir a los periodistas en sus entrevistas, a grabar a quienes estaban en el cubrimiento y tomar fotos de los profesionales presentes en el sitio.

Los hechos se presentaron en la plazoleta del centro administrativo de Medellín. Mientras en el salón de audiencias, alias El Alemán, aseguraba que “los medios de comunicación están infiltrados por la guerrilla”, en las afueras sus hombres se infiltraban dentro del grupo de periodistas cuando comenzaban a realizar una entrevista.

El grupo de desmovilizados y sus familias llegaron desde el martes 5 de junio en buses, y en las dos jornadas de audiencia se dedicaron a lanzar flores al paso de la caravana que conducía a Fredy Rendón, a la cárcel de Itagüí.

En las afueras de la Fiscalía realizaron una concentración con pancartas, conjunto vallenato, papel picado y confeti, en un ambiente festivo que las víctimas presentes no dudaron en señalar como una provocación.

El director de la oficina de la Comisión Nacional de Reparación en Antioquia, Gerardo Vega, solicitó a la Fiscalía la suspensión de la audiencia y calificó las demostraciones de los desmovilizados como un “ultraje contra las víctimas”.

“Jamás me había sentido tan vigilada, en mi carrera profesional”, declaró una periodista al comentar la presencia permanente de los hombres llegados desde Urabá.

“Desconocemos cuál es el interés de quienes dicen respaldar a Fredy Rendón para grabar, fotografíar y escuchar detenidamente a quién se entrevista y qué se le pregunta, pero consideramos que se trata de una acción inconveniente e indebida”, señaló el líder de una agremiación de periodistas de Antioquia.

“A las restricciones de acceso que tienen los periodistas, quienes no pueden ingresar a escuchar las audiencias, ahora tenemos que sumar la celosa y sospechosa supervisión de los desmovilizados en las afueras”, dijo.

En días pasados, organizaciones de derechos humanos habían denunciado similares acciones de intimidación en el Palacio de Justicia, por lo que preocupa que ahora también los medios de comunicación sean víctimas de este tipo de prácticas.

En medio de tal espectáculo, una periodista le pidió a su camarógrafo que hiciera una toma de los personajes que la custodiaron durante todo el día. Cuando éste les apuntó con la cámara, ellos se fueron y no se dejaron hacer tomas. Sólo así, la comunicadora pudo quitárselos de encima.