Argentina fue excluida del ranking de las pruebas Pisa

Los resultados de las pruebas Pisa no dejaron satisfechos a todos los países, y no solo porque en algunos no hubo avances en matemáticas, lenguaje o ciencia, o porque se retrocedió en algunas de estas áreas. En el caso de Argentina, que finalmente fue excluido de las pruebas, hay un descontento porque, según varias fuentes de este país, no se hizo una evaluación precisa, es decir, no se tuvieron en cuenta algunas colegios y estudiantes que debieron ser parte de las pruebas Pisa de 2015.

Esta mañana en conferencia de prensa, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, afirmó que: "No hubo animosidad. La falla fue que había que enviar una población de 13280 escuelas, pero de esa población faltaron 3096 escuelas que no fueron presentadas a la muestra. Incompetencia, fallas, se cayeron.

Según dijo para el diario argentino La Nación, Andreas Schleicher, quien es la cabeza principal de las pruebas Pisa y el director de Educación y Habilidades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), "La OCDE descubrió que, efectivamente, un número significativo de escuelas no fue incluido en el listado, y por esta razón no podemos descartar la posibilidad de que los resultados para la Argentina hayan sido afectados”.

Algunos fuentes señalan que esto se debió a que se quiso que los resultados mostraran un panorama mejor de lo que es la situación real del país en materia de educación. De igual forma, unos piensan que esto se dio por datos inexactos que presentó el anterior gobierno, como contó a La Nación un experto en estadística educativa que no reveló su nombre: "A lo mejor el gobierno anterior le dio a la OCDE una población escolar adulterada. La OCDE no está en condiciones de saber si la base de datos que la Argentina le da está mal".

La ministra de educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, no cree que haya sido un hecho intencional el error que se presentó en las pruebas Pisa en Argentina. Pero considera que es grave, ya que: “Lo que más me duele de PISA es que vamos a poner en discusión algo que habíamos ganado en términos de la importancia de evaluar. Significa retroceder cinco pasos por una herramienta mal usada".