Internacional
Puma Azul
Los amplios salones del Hotel Caesar Park de Buenos Aires se convirtieron -por sólo cinco días- en el centro de operaciones de la misión de paz que las Naciones Unidas planea desplegar en Murof, un conflictivo país del este africano en estado de agitación donde acaba de firmarse un cese de fuego.
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La particularidad es que Murof no existe, y la misión es sólo una simulación. En realidad, lo que desarrolló en la capital argentina, es el Ejercicio "Puma Azul", un seminario de planificación de operaciones de apoyo de paz de las Naciones Unidas, organizado y financiado por el gobierno del Reino Unido.
En "Puma Azul" (llamado así por el felino que simboliza al país anfitrión -Argentina-, y azul por los Cascos Azules), participan delegaciones de 18 países latinoamericanos, compuestas por representantes militares, policiales, diplomáticos, miembros de organizaciones no gubernamentales y periodistas.
"Este es el segundo ejercicio -de un total de seis- que es patrocinado por el gobierno del Reino Unido y que se llevan a cabo en distintos lugares del mundo", explicó en conferencia de prensa, el teniente coronel británico John Donnelly.
El ejercicio teórico que apunta a estudiar la planificación, coordinación y ejecución de una operación de paz, buscaba que los actores que trabajan en este tipo de tareas lograran un mayor entendimiento acerca de la complejidad de las mismas. "No queremos explicarles a otros cómo se hace una operación de paz, sino exponer ideas para que sean debatidas y adaptadas a través de la integración con otros países", aseguró Donnelly.
El Ejercicio se dividió en dos: Por un lado, se conformaron sesiones de trabajo en las cuales se presentó el caso ficticio. Allí los participantes debían planificar la misión en el imaginario Murof, y analizar los problemas a los que debían enfrentarse. La otra etapa del curso correspondió a la presentación de conferencias que incluían temas como la función del Consejo de Seguridad de la ONU, el control policial en situaciones de vació de seguridad, los medios de prensa en misiones de paz y la relación entre las organizaciones no gubernamentales y agencias humanitarias.
En este sentido, Doris Ardila Muñoz, asesora de la Cruz Roja colombiana y uno de los tres miembros que conformaron la delegación de Colombia, señaló que, "tanto para las ONG como para las agencias humanitarias, es fundamental construir consensos entre sí y llegar a acuerdos con los gobiernos de los países en donde operen, para que la ayuda humanitaria mejore las condiciones de las personas y no se convierta en un obstáculo para la asistencia en las misiones de paz".
De acuerdo a la Carta de las Naciones Unidas estas misiones pueden clasificarse en operaciones de mantenimiento de paz y de imposición de la paz como lo estipula los capítulos VI y VII de ese documento. En el mismo se establece la posibilidad de que el Consejo de Seguridad decida la intervención de los llamados Cascos Azules para mantener procesos de paz en marcha, o para restablecer las condiciones de paz en los lugares donde se haya quebrantado la seguridad internacional siempre y cuando las partes en conflicto así lo soliciten.
Consultado sobre la posibilidad de extender esta experiencia a escenarios latinoamericanos, el Coronel William Fernando Pérez Laiseca, jefe de Estado Mayor de la brigada 12 del Ejército -el único militar del grupo colombiano-, aseguró que esta simulación puede ser aplicable a cualquier parte del mundo, pero subrayó que "en ningún momento se ha pensado en direccionar este tipo de misiones sobre una determinada región".
En este sentido, el Coronel Pérez Laiseca recordó la activa participación de Colombia en misiones de paz desde la creación de las Naciones Unidas. "En 1949 nuestro país participó con el batallón Colombia en la guerra de Corea, en 1956 envió observadores durante la crisis del Canal de Suez, y desde 1981 está presente en la península de Sinaí, como parte de la fuerza multinacional de paz desplegada a los efectos de garantizar los acuerdos de paz de Camp David entre Israel y Egipto. Sumado a esto hemos enviado observadores a Yugoslavia, Camboya y El Salvador entre otros destinos".
Este histórico interés del gobierno en participar en misiones de paz de naciones Unidas se ha visto reafirmado por la designación de Juan José Páez Pinzón, secretario de Asuntos Exteriores, quien señaló que "Colombia tiene una responsabilidad importante como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, donde estas misiones constituyen una parte fundamental de su agenda".
Precisamente por esta razón, el gobierno británico -uno de los países con mayor participación en misiones de paz- intenta a través de estos ejercicios, no sólo perfeccionar el desempeño de los países con trayectoria en acciones humanitarias, sino también despertar el interés en otras naciones que no cuentan con esta experiencia.