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La nueva camada

¿Qué es lo más importante a la hora de escribir?

Margarita Posada
1 de mayo de 2005

No hay nada que no sea importante a la hora de escribir. Pero definitivamente lo que lo lleva a uno a escribir, es leer. Yo personalmente nunca he creído en la lectura rigurosa, organizada, hecha por tarea. Creo que cada libro que llega a mis manos no lo hace por simple azar, sino que está cumpliendo un destino oculto en ese preciso instante. Claro que hay lecturas obligadas, pero esas acaban siendo lo que para Pablo Picasso habrá sido tomar una clase de figura humana. La lectura como vicio y no como tarea es la que verdaderamente nos cambia la manera de ver las cosas. ¿Qué hay que hacer para escribir? Suena obvio, pero la respuesta es escribir. Muchas personas se pasan la vida entera buscando todos esos clichés que supuestamente hacen de uno un escritor. Ni las tertulias, ni hablar todo el tiempo de cosas muy trascendentales, ni citar autores cada dos líneas de parlamento, ni caminar bajo la lluvia con un cigarrillo pueden hacernos mejores escritores. Un escritor escribe. Hay que desmitificar el perfil de "escritor" , bajar de ese pilar inalcanzable el oficio y sentir que es exactamente lo mismo que si uno fuera un apasionado del trapero, y quisiera ser el mejor trapeador del mundo. Tendría que trapear y trapear. Otra cosa que encuentro fundamental es estar escribiendo mientras no se escribe. Eso es lo único que nos distingue de los demás: pensar el mundo en palabras, jugar con historias todo el tiempo, ser observador, volverse una esponjita y tratar de capturar lo sublime en cosas muy cotidianas. La literatura tiene que cumplir con no dejarle sentir al lector que está leyendo. Se trata de esa famosa catarsis de la que hablaba Aristóteles. Y me parece que la única manera de llegar allá con un lector, es la sinceridad. Lo que parezca impostado y artificioso jamás va a poder alcanzar eso que yo llamo "ponerle el dedo en la llaga" al lector. Lo otro ya es cuestión de técnica: buscar personajes, encontrar un tono, tener una historia, todos gajes mucho más fáciles de resolver. Lo difícil es sacarse la mierda escribiendo.