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Como en los tiempos de gloria del Partido Liberal, sus dirigentes volvieron a las calles para mostrar su inconformidad. La marcha era encabezada por el ex candidato presidencial Horacio Serpa Uribe. | Foto: León Darío Peláez

POLÍTICA

¿Qué significa que el Partido Liberal haya vuelto de nuevo a las calles?

Después de un poco más de medio siglo, los dirigentes del partido volvieron al asfalto. Fue en la tarde del martes en las manifestaciones que hubo en contra del gobierno Uribe. ¿Hacia donde va la colectividad roja al sumarse a estas protestas?

Natalia Urrego
27 de septiembre de 2006

Un payaso y una perra french poodle eran el centro de atención entre un tumulto de manifestantes. La perra tiene características especiales: un nombre castizo, ‘Sandra Patricia’, y vestimenta a la usanza de una campesina: una falda negra con franjas de colores y una camisa blanca igualmente adornada, además de un sombrero de paja que le cubre los ojos. Mientras sostenía una pancarta, el ex candidato presidencial Horacio Serpa veía cómo el animal bailaba al son de la canción que cantaba su amo.
 
El político, que no marchaba desde su campaña presidencial de 2001, cuando se dirigió hacia San Vicente del Caguán, según él, para expresar inconformidad por los abusos en esa zona y los desaciertos del gobierno, dejó ver una sonrisa cuando la perra se echó en el asfalto haciéndose “la muertita”, según una expresión de su amo Wilson Barragán. Además de las risas de quienes veían el espectáculo de ‘Sandra Patricia’, se escuchó la voz de miles de manifestantes que coreaban: “Uribe, paraco, el pueblo está berraco”.

Fue el martes 26 de septiembre y mientras el Congreso estaba sesionando, los manifestantes caminaron por la carrera séptima hacia la Plaza de Bolívar. Se trataba de la marcha convocada por el Comando Nacional Unitario de las Centrales Obreras. Ésta llegó hasta la esquina de la plaza encabezada por Horacio Serpa, la senadora Piedad Córdoba, el ex presidente de Fecode, Tarcisio Mora y los voceros del Polo Democrático Alternativo (PDA) Wilson Borja, Antonio Navarro y Germán Reyes. Detrás un grupo estimado de 15 mil personas, entre ellas simpatizantes del Partido Liberal, el PDA, miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores, el Sena, Sindraminagro y la Juventud Comunista Colombiana, Juco.

Mientras en Cali, Pasto, Bucaramanga, Cúcuta y Barranquilla se desarrollaron marchas pacíficas con el mismo propósito, bajo el cielo despejado de Bogotá, Tarcisio Mora aseguró que el presidente Álvaro Uribe traicionó la voluntad y la confianza de quienes lo reeligieron: “Quienes no votamos por Uribe estamos manifestando que teníamos la razón, ésta es una notificación al gobierno de que habrá un levantamiento social. Vamos a tener una mesa de concertación y le hemos dicho a Uribe que no queremos más novelas por televisión en sus consejos comunales, llegó el momento de la verdad, está desenmascarada la corrupción”.

Uno de los manifestantes le dijo a SEMANA.COM que él participó en la marcha porque está en contra de tres planes, pero sólo recuerda uno, el Tratado de Libre Comercio. Aunque no lo tiene fresco en su memoria cree que el propósito de la marcha está perdido. Decidió acudir a ella porque se considera buen liberal y Serpa le ayudó a subsidiar una operación de su mamá. En cambio, el ex candidato presidencial sí tenía claro el propósito de la manifestación y dijo que en ella se agrupan todos los que están en contra del modelo de desarrollo del país propuesto por el actual gobierno, y que el Partido Liberal se había hecho presente como muestra de solidaridad con la lucha social.

Para esta ocasión los miembros del Partido Liberal, que sus opositores creían muerto luego de la “quemada” de Serpa en las pasadas elecciones presidenciales, están rodeados del pueblo como en la época de la Unir (Unión Izquierdista Revolucionaria fundada por Jorge Eliécer Gaitán), un suceso que no se veía desde hace un poco más de siglo, exactamente 58 años.
 
Aunque hubo otro antecedentes de los liberales en la calle –durante el gobierno de Andrés Pastrana cuando éste propuso cerrar el Congreso a través de un referendo por los escándalos de Pomárico-, las diferencias pasan porque en esa ocasión las movilizaciones se hicieron en ciudades intermedias y en éstas marcharon codo a codo con los miembros de la izquierda y menos con la línea dura del Partido Comunista como ocurrió este martes.

Pero, ¿qué significa que el Partido Liberal haya vuelto de nuevo a las calles? ¿Se trata de un hecho oportunista o de un propósito político planificado? Carlos Mario Cortés, politólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana, dijo que esta marcha es un indicio de que los miembros del partido pretenden regresar a sus raíces ideológicas y demostrar que el liberalismo no está muerto, por eso aparecen rodeados de una masa de manifestantes así ellos no tengan una opinión clara.

Al lado de Serpa y asida de la misma pancarta, Piedad Córdoba explicó que los manifestantes están en contra de la privatización del Seguro Social, de la entrega definitiva de la salud y la educación al sector privado y la venta de los recursos naturales del país, específicamente del 20 por ciento de las acciones de Ecopetrol. Mientras ella hablaba, los sindicalistas al mando del megáfono arremeten con: “El pueblo lo dice y tiene la razón, primero lo primero salud y educación”. La frase tuco eco entre quienes caminaban cercados por el cuerpo antimotines de la Policía Nacional y repetían: “Ley 100 uribista, atentado terrorista”.

Pese a la contundencia de las consignas, en la Casa de Nariño el eco de la marcha no hizo mella. O al menos eso dicen sus voceros oficiales. José Obdulio Gaviria, asesor presidencial, señaló que el gobierno no está débil ante la opinión pública y que el Partido Liberal tiene que renovar sus métodos de lucha. Ante las críticas presentadas por los manifestantes, dijo que las acciones y proyectos que ellos llaman privatización y neoliberalismo son reestructuraciones que buscan el bien común, pero que “ la ideología les cierra la cabeza y les impide ver eso”.

Sin embargo, la protesta callejera también es un síntoma del retorno a las raíces ideológicas del partido. Por ejemplo, José Daniel López Jiménez, investigador del Programa Congreso Visible de la Universidad de los Andes, vio esta marcha como un medio del Partido Liberal para mostrarle al gobierno que la izquierda está presente y que es fuerte. Para él, “es una doble estrategia del liberalismo porque mientras la coalición de Uribe se debilita, ellos van tomando fuerza en el Congreso y el pueblo, razón por la cual están recogiendo descontentos de sectores mucho más amplios”.

Entre la multitud caminaron personajes anónimos como Zenón de 76 años y su esposa Clara Inés de 55, ellos entienden que la manifestación se dio porque “hay mucha carestía y el gobierno sube los precios de transporte y todo. Nosotros vinimos a apoyar al doctor Serpa”.

Tal y como se vio en las últimas elecciones presidenciales cuando Carlos Gaviria llenó la Plaza de Bolívar y Uribe tuvo dificultades para lograrlo, las movilizaciones no garantizan el triunfo electoral. Daniel Mera, sociólogo de la Universidad Nacional, explicó que por su naturaleza para el Partido Liberal sí es un indicador de éxito figurar con el apoyo de una multitud ya que si no lo logran puede significar debilidad.

Los manifestantes que obstruyeron desde las 3 de tarde el flujo vehicular, convergieron en la Plaza de Bolívar donde continuaron con sus consignas en contra del gobierno y el TLC. En medio de todos los asistentes sobresalió una mujer con el cuerpo pintado de negro, Selene, artista callejera, quien acompañó la marcha por todo el recorrido con la ilusión de presentar su show en el transcurso y cinco horas después no obtuvo ni una moneda. Sin embargo ella dice saber de qué se trató la marcha “tiene que ver con los trabajadores y el ‘TCC'”.

Una voz probablemente despistada. Sin embargo, los que sí parecían tener claro su intención eran los dirigentes del Partido liberal que decidieron volver a la calle, a recuperar el asfalto, en donde en épocas pasadas protagonizaron jornadas de protestas que marcaron la historia del país. Sin embargo, hay que esperar si se trata de un hecho coyuntural o los liberales tienen la intención de actuar como Manuel López Obrador, en México, quien en la práctica formó un gobierno paralelo para oponerse al gobierno oficial. Sólo el tiempo dirá qué tanta energía tendrán los liberales en este propósito y también qué efectos reales tendrá sobre el presidente Álvaro Uribe.