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Se acabó la dicha

El crecimiento mundial de las tasas de interés amenaza con poner fin a la bonanza de créditos hipotecarios a bajo costo en Colombia. El gangazo de los bancos no pasaría de este año.

Élber Gutiérrez Roa
24 de julio de 2006

La competencia entre los bancos por brindar las menores tasas de interés para los créditos hipotecarios parece estar llegando a su fin. Después de varios meses de anuncios sobre rebajas y ofertas “sin asteriscos”, el sector bancario comenzó a pensar en subir los intereses a los préstamos para vivienda. La razón: el impacto del aumento en las tasas internacionales superó los cálculos de la banca nacional, para la cual ya no es tan rentable ofrecer crédito barato. En esas condiciones los préstamos a bajo costo sólo durarían hasta final de año.

La "guerra hipotecaria" comenzó en enero de este año y desde entonces se disparó el crédito bancario. Entre enero y mayo los desembolsos de créditos crecieron 45% respecto al mismo periodo de 2005. Según el Instituto Colombiano de Ahorro y Vivienda, ICAV, en los primeros cinco meses de 2006 hubo 14.708 nuevas solicitudes aprobadas, que significaron préstamos por 963.000 millones de pesos. En ese lapso la construcción de vivienda jalonó el crecimiento económico del país, en el cual tuvo una participación del 5% según el Dane.

¿Por qué tanta dicha llega a su fin? Patricia Cárdenas, presidenta de la Asociación Bancaria, considera que los niveles actuales no serán sostenibles en la medida en que haya presiones internacionales sobre las tasas de interés. Para ella, si el Banco de la República sigue subiendo la tasa de intervención a los bancos, éstos se verán obligados a cobrar más por los préstamos a los usuarios, sea para créditos hipotecarios o para otro tipo de consumos.

La tasa de intervención comenzó el año en 6% pero el aumento global de los intereses (que amenazaba con generar una salida masiva de capitales) obligó al Banco de la República a subirla en dos oportunidades, hasta ubicarla en 6.5%, el 22 de junio. En esa oportunidad el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, reconoció que la medida produciría algún efecto en las tasas de interés para créditos bancarios. Para la directora de Asobancaria es claro que su gremio salió afectado por la decisión, pero que, por otro lado, “la medida era necesaria para evitar brotes inflacionarios que podrían ser nocivos en la economía colombiana”.

Mauricio Cárdenas, director de Fedesarrollo, comparte la tesis de las presiones internacionales y sostiene que el aumento en las tasas de interés global podría dar al traste con el crecimiento de la vivienda en Colombia. Para él, el sistema bancario puede aguantar sin traumatismos un aumento de dos puntos más en las tasas de intervención, pero de ahí en adelante habrá una reacción que encarecería el crédito. “La gran pregunta –dice el analista- es qué banco tomará la decisión de subir los intereses. Lo más probable es que cuando las condiciones lo ameriten se reúnan tres grandes –por ejemplo Davivienda, Bancolombia y Bancafé- y acuerden que es necesario un aumento en las tasas de interés. Eso debe ocurrir máximo en tres meses”,

El economista Javier Fernández Riva cree lo contrario. “No hay razón para que el costo del crédito suba, aunque es cierto que los bancos están ganando menos de lo que calculaban. Puede que se escuchen rumores, pero ellos tienen que aguantar”. Según Fernández, las tasas de intermediación subieron a un nivel preocupante en junio, pero luego bajaron. “Con una tasa de intervención del 12% no hay duda de que para los bancos es más negocio comprar papeles del Estado que dar crédito, pero yo veo que estamos lejos de ese escenario. La situación económica tendría que agravarse para obligarlos a echar reversa”, agregó. En lo que sí está de acuerdo con los demás analistas es en que los bancos no habrían ofrecido crédito barato si hubieran sabido que las tasas de intermediación iban a subir.

Fernández sostiene que otro indicador de confianza es la disminución de la tasa de usura (o interés máximo que los bancos pueden cobrar a los usuarios), la cual comenzó el año cerca al 26% efectivo anual, pero luego fue bajada por la Superintendencia Financiera hasta quedar en 22,62%.

Amenaza interna

Pero también hay una amenaza interna contra el auge del crédito hipotecario. Se trata del anuncio gubernamental de que eliminará los estímulos al ahorro (especialmente los descuentos tributarios de las cuentas AFC). La idea está incluida en la reforma tributaria que el presidente Álvaro Uribe anunció para el segundo semestre de 2006 y, según Asobancaria, “hará que la gente tenga una razón menos para comprar vivienda”.

El sector bancario ya le pidió al gobierno revisar la propuesta, a lo que el nuevo ministro de Vivienda, Desarrollo y Medio Ambiente, Juan Lozano, respondió este martes que está dispuesto a discutir el tema. La reforma tributaria será radicada en el Congreso la próxima semana.

¿Qué hacer?

“El riesgo para los créditos de vivienda no afecta a los préstamos ya aprobados. Por esta razón creo que lo que debe hacer la gente es asegurar rápidamente el suyo. Créditos como estos no se volverán a ver en el corto plazo y tienen la ventaja de que quedan amarrados a 15 años”, sostuvo el director de Fedesarrollo.

En el mismo sentido trabaja el Fondo Nacional de Garantías, entidad estatal que sirve de fiadora a los colombianos de bajos recursos que desean contraer créditos con la banca comercial, entre ellos los de vivienda. Según su presidente, Juan Carlos Durán, es mejor endeudarse pronto, antes de las tasas de interés suban.