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Monseñor Fred Potes, acusado de entregar dinero de los feligreses a cambio de favores sexuales por parte de jovencitos

RELIGIÓN

Se anuncia la existencia de videos ‘comprometedores’ en el escándalo sexual en la Iglesia Católica, en Cali

El Tribunal Eclesiástico anuncia que recogerá las pruebas para establecer la verdad de lo ocurrido. Los acusadores se sostienen y argumentan que lo revelado hasta ahora es mínimo.

23 de agosto de 2007

Pese a que el arzobispo de Cali, Juan Francisco Sarasti, dijo que es injusto poner en tela de juicio el comportamiento de todos los sacerdotes de la ciudad y recriminó a los medios de comunicación por la falta de precisión, aceptó que los hechos denunciados son materia de investigación, la cual dejó en manos del Tribunal Eclesiástico.
 
Monseñor Fred Potes, acusado de entregar dinero de los feligreses a cambio de favores sexuales por parte de jovencitos, dijo que espera instrucciones de sus superiores y continúa en su cargo como párroco de la catedral de Cali. El principal denunciante, Germán Robledo, se sostuvo en sus aseveraciones y aportó nuevos datos sobre las presuntas irregularidades de sus compañeros.
 
Entre ellos dijo tener varias cartas y videos en los que todo está consignado. “Tengo una entrevista grabada de varias personas involucradas y dos cartas, una de junio de 2004 de los feligreses de la iglesia La Santa Cruz, en la que se quejan de las actuaciones del padre Fred Potes”, aclaró Robledo, quien agregó que no está solo en esta lucha y que es el representante de algunos sacerdotes que se cansaron de la doble moral que impera en el interior de la Arquidiócesis de Cali.

Aunque Robledo conocía lo que estaba pasando desde hace más de tres años, sólo se decidió a hacer pública su denuncia luego de darse cuenta que su superior, monseñor Sarasti, enterado de la gravedad de los hechos en 2006, no tomó los correctivos del caso. “La ley canónica ordena al obispo a investigar tan pronto conoce irregularidades. Aún así Sarasti ordenó sacerdotes que tienen impedimentos, engañando y obrando dolosamente”, sentenció Robledo.
 
La ordenación de un joven sacerdote el pasado mes de abril, que coincidió con el nacimiento de su primer hijo fruto de un matrimonio que mantuvo oculto, fue la gota que rebosó la copa e impulsó al grupo liderado por Robledo a denunciar las presuntas irregularidades. “Este muchacho no sólo oculta su verdadera condición, casado y con un hijo, sino que ahora anda acosando niñas en el distrito de Aguablanca y, para colmo de males, le asignó a un diácono para que lo forme”, recalcó el padre Robledo a los medios locales.

Las denuncias de los sacerdotes están relacionadas en una carta. Allí se habla de siete casos de religiosos con hijos y con compañeras permanentes que, en algunos casos, figuran como secretarias privadas. También menciona casos de pederastia. “Por lo menos el 10 por ciento del clero de Cali está involucrado. Hay ocho sacerdotes con denuncias por inasistencia alimentaria, otro que echaron de Estados Unidos por un escándalo de tipo sexual y acá fue recibido como si nada. Hay de todo, está el caso de un párroco que convive con su secretaria pero que tuvo un hijo con la prima de otro sacerdote y el otro caso de un párroco que convivía con el secretario y que produjo escándalos terribles entre sus feligreses”, concluyó Robledo.

Pero las inclinaciones sexuales y tapujos de algunos sacerdotes de la Arquidiócesis de Cali no son los únicos problemas que enfrenta esta institución. Las denuncias del grupo que lidera el padre Robledo incluyen malos manejos financieros en los colegios y hasta entierros sin reportar en los camposantos que administran esta diócesis.

“Interpusimos una demanda ante la congregación del clero, que es la competente para los problemas económicos. Pedimos una revisión de legalidad canónica. La firmamos varios sacerdotes. Y uno de los firmantes, el padre Hernán Betancur, fue destituido la semana pasada, era rector de un colegio”, agregó Robledo. El sacerdote Betancur, fundador de los 24 colegios arquidiocesanos, fue encargado con el polémico cura Potes del proyecto educativo de la iglesia, pero hubo choque por el manejo administrativo y de fondos. “También sabemos que un grupo de trabajadores fue a poner una queja porque consideraba que se estaban haciendo manejos indebidos. Al mes, el arzobispo los destituyó. También se descubrió que estaban haciendo entierros nocturnos”, señaló con preocupación Robledo.

El padre Potes se confiesa

“Estoy sorprendido porque no esperaba este duro golpe de un hermano sacerdote, más cuando lo visité dos veces en el último año. Charlamos muy bien, hasta compartimos unos pandebonos”, dijo el padre Potes a El País de Cali.
 
En una larga entrevista, que publica en su edición de este jueves en el diario, el sacerdote sobre el que se posan todas las miradas hizo sus descargos. “Yo espero que esto se someta a una investigación. Puedo decir que es falso y él va a seguir diciendo que es verdad, entonces no vamos a llegar a nada. Son acusaciones muy graves y por eso espero que sea el Tribunal Eclesiástico quien dé el veredicto. No voy a decir nada más”, señala Potes y agrega que no piensa dejar su cargo, “lo único que voy a hacer es hablar con el arzobispo y si él determina que me retire mientras tanto o definitivamente, obedeceré”.
Al preguntarle por su relación con el padre Robledo, quien lo denunció, Potes dice que no eran enemigos y que no entiende su proceder. “No puedo explicar por qué la emprendió contra mí, el arzobispo y otros sacerdotes. No sé si de pronto hay alguna circunstancia familiar que lo esté afectando, sé que su madre y su hermana están enfermas. Él dice que teme por su vida y que si le pasa algo es responsabilidad del arzobispo. Cómo dice eso, no está entre matones. Eso no lo menciona una persona perfectamente equilibrada”, recalcó Potes.

Mientras se desarrolla la investigación para aclarar los hechos que tienen en ascuas a los caleños, el representante a la Cámara por el Valle Roy Barreras, planteó a la Iglesia una medida extrema, “o acaba con el celibato o somete a terapia hormonal preventiva (castración química) a todos sus sacerdotes”. Esto, según dijo Barreras “por los reiterados casos de abuso sexual que escandalizan hoy a la Iglesia Católica, que pueden evitarse en buena medida si los sacerdotes son sometidos a una terapia de bloqueo hormonal que disminuya sus impulsos sexuales y les permita cumplir con esa decisión contranatural y anacrónica que es el celibato”. El representante anunció que presentará un proyecto de ley para implantar en Colombia la castración química.