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Cabaña de la familia Arenas, de donde fue secuestrado Carlos Arenas

SECUESTRO

Secuestrado en Prado, Tolima

Carlos Arenas fue secuestrado el pasado viernes 21 de marzo de su finca de recreo en la represa de Prado. Los operativos de búsqueda continúan.

25 de marzo de 2008

A las diez de la noche del pasado viernes 21 de marzo, Carlos Arenas, un abogado pensionado se encontraba descansando en su hamaca, en una cabaña de la finca conocida como Pueblito, a orillas de la represa de Prado en la vereda de Corinto, Tolima.

A esa hora, cuatro hombres, vestidos de civil y armados con fusiles, llegaron hasta la cabaña de la familia preguntando por el señor Arenas. Según Don Rafael, uno de los mayordomos de la finca, los cuatro hombres se identificaron como guerrilleros del frente 25 de las Farc. Los guerrilleros dijeron que venían por don Carlos y decomisaron los celulares de los Arenas y del resto de los parientes que se encontraban en la cabaña vecina. Les advirtieron que no podían avisar a las autoridades en el puerto antes de las seis de la mañana. Dijeron que tenían hombres y se darían cuenta de cualquier tipo de movimiento para alertar a las autoridades.

Los secuestradores partieron en la lancha de la familia Arenas y atracaron en un lugar de la represa conocido como la Cascada del Amor, desde donde se puede caminar por una trocha durante cuatro minutos y llegar hasta una carretera que permite salir de la zona.

La lancha fue encontrada en el embarcadero de la Cascada del Amor por la patrulla de la policía a la una de la mañana. Una camioneta Luv abandonada a la altura de un lugar conocido como “Los Llanitos” también fue encontrada al borde de la carretera, y la policía todavía está evaluando si tiene algo que ver con el caso.

Las autoridades están tratando de establecer como llegaron los guerrilleros hasta la finca, a la que solo se puede llegar por medio de una embarcación, y está situada a menos de 10 minutos del puerto. Según el patrullero Daniel Álvarez, él había pasado frente a la finca de la familia Arenas media hora entes de que ocurriera el secuestro, y no había visto nada extraño. Pero al día siguiente un joven de la región encontró una caja a orillas de un sector de la finca y huellas en el barro. Las autoridades del Gaula creen que en la caja podrían haber transportado y camuflado las armas, pero no se encontró rastro alguno de una embarcación en la que los secuestradores hubieron podido llegar hasta la finca.

Las unidades de rescate empezaron a operar en la zona haciendo un levantamiento de información en el puerto desde el sábado. Hasta el momento las autoridades han logrado muy poca colaboración de la comunidad, a pesar de que están ofreciendo una recompensa de 50 millones de pesos por cualquier tipo de información. Mientras tanto, otras unidades avanzan desde otros puntos clave hacia el lugar donde se cree que el Frente 25 tiene sus campamentos, concretamente en la zona boscosa donde se unen los departamentos del Huila, Cundinamarca, Meta y Tolima, y hacia donde se cree podrían haberse dirigido los secuestradores y el señor Arenas.

El coronel Julio César Santoyo, comandante de la Policía del Tolima, ha dicho que la idea es cerrarle el paso a los secuestradores, que se presume podrían ir por una carretera o trocha, puesto que el señor Arenas, de más de 80 años, sufre del corazón, y no puede caminar bien por problemas en una rodilla Adicionalmente, según informo la familia, Arenas tiene medicamentos suficientes hasta el día de hoy, y temen por su salud.

Un mal recuerdo

El ruido de los helicópteros, el ir y venir de la lancha patrullera por todas las ensenadas, y la presencia de tantos uniformados volvieron a recordarle a los habitantes de la región, y a los turistas en la zona, los problemas de violencia y orden público que sufrieron en el pasado. Todavía se ven varias fincas abandonadas y la gente habla del estancamiento económico que sufrieron cuando los turistas empezaron a dejar de venir por el miedo.

Según el Coronel Humberto Guatibonza, jefe de la unidad antisecuestro y extorsión de la Policía Nacional, dijo que hacía cinco años no se producía un secuestro por parte del frente 25 de las Farc, que tradicionalmente ha delinquido en la región. Dijo el coronel que cree que miembros de este frente tienen colaboradores entre algunos habitantes de Prado. Hace cinco años el frente 25, comandado por Alias Bertil, o “el bandido”, tenían en su poder a más de 30 personas que habían sido secuestradas en los municipios de Prado, Melgar, El Espinal, e inclusive, Ibagué. Hoy tienen a tres personas en su poder, incluyendo a Carlos Arenas.

“Este es un caso puntual de extorsión económica”, afirmó el coronel Santoyo. No se trata de una pesca milagrosa o de un secuestro masivo como hacía la guerrilla hace algunos años. Dijo que las Farc debieron haber estudiado mucho el secuestro porque era difícil acceder a la finca, y había mucho control policial. Sin embargo, en toda la represa de Prado, que tiene una extensión de 4.200 hectáreas navegables, solo hay una lancha patrullera, y en la estación del puerto se encuentran asignados únicamente 11 policías.