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Semana.com fija nuevas reglas del juego para los comentarios de sus usuarios

Como parte de su política de interacción y su intención de permitir que los usuarios, además de aportar a la construcción de los contenidos, regulen la calidad de los debates, semana.com establece nuevos criterios con respecto para que los lectores contribuyan con sus comentarios.

8 de junio de 2007

El periodismo en Internet no cumpliría su cometido si, además de proveer contenidos de alta calidad y credibilidad, no permitiera a los usuarios participar de la construcción colectiva de la información y el análisis del acontecer diario. Así como si no lograra reflejar el pensamiento de miles de personas en el mundo, y no sólo el de los llamados “especialistas”.

De acuerdo con esas premisas, durante los últimos meses, semana.com permitió a sus usuarios comentar todo su contenido sin necesidad de registrarse y sin establecer mecanismos de control. La idea central de esta iniciativa era que las voces de los cibernautas se convirtieran en parte del contenido de nuestra página y así pudiéramos ofrecer una amplia gama de posiciones respecto a los diversos temas que se abordan en este medio.

El fascinante mundo de la Internet ha revolucionado las comunicaciones de tal manera, que cada usuario desde su computador puede interactuar y expresar sus propios conceptos. En ese orden de cosas, semana.com permitió durante un tiempo largo que cada lector se expresara como quisiera.

Y en ese orden de cosas, semana.com continuará siendo una puerta abierta para todas las personas. Con la idea de mantenernos lejos de cualquier posibilidad de censura, pero para alcanzar un mayor nivel en el debate que se genera a partir de los comentarios que se consignan en cada artículo o especial, a partir de ahora, semana.com ha decidido establecer unas políticas de regulación de usuario a usuario en ese sentido.

Por tanto, a partir de hoy, los visitantes que quieran consignar sus opiniones o análisis deberán seguir un breve proceso de registro (el formulario solicitará sólo datos básicos y se empleará exclusivamente para que nuestros usuarios cuenten con una contraseña que les permita acceder a todos los espacios interactivos de la página). Una vez ese paso se complete, además de participar activamente con sus comentarios, podrán señalar aquellos que consideran contienen contenidos ofensivos, ilegales, racistas, sexistas, que incentiven la discriminación o que hagan apología a un delito.

De ahora en adelante, si algún comentario recibe cinco señalizaciones negativas, de cinco usuarios diferentes, automáticamente se ocultará y será identificado como un comentario penalizado por los usuarios de la propia revista. De esta manera, sólo será visto por aquellos que, conociendo esta alerta, decidan leerlo bajo su responsabilidad.

Estas nuevas reglas de juego no implican un cambio en las orientaciones de nuestro medio. Por el contrario, no estableceremos alguna restricción que no corresponda estrictamente a temas de carácter legal y al desarrollo de la sociedad. Por tanto, seguiremos abiertos a las críticas de todos los personajes que por una u otra razón sean protagonistas de nuestras historias e informaciones, así como de nuestra publicación, sus periodistas y sus editores.