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Marzo 13

Sin goles, estrellas ni soles

Ni los artistas, ni los futbolistas ni los ex militares lograron una curul en el Senado. Los colombianos siguieron prefiriendo a los grandes caciques.

María Fernanda Moreno y Diana Durán
13 de marzo de 2006


Estas elecciones fueron famosas por el gran número de actores, reinas, cantantes, deportistas y ex generales que aspiraban a llegar al Congreso. Todos hacían parte del famoso voto de opinión que quisieron impulsar los partidos para llamar los votos de ciudadanos apáticos y se quemaron. Todos se quemaron, a excepción de Lucero Cortés, la verdadera sorpresa de estas elecciones.
 
Artistas, de nuevo al camerino 

Nicolás Montero: Fue la cuota ‘light’ de las listas de Antanas Mockus. Es un reconocido actor de televisión. Según el ex alcalde, Montero les ayudó a entender la política como arte. Su lista, sin voto preferente, no alcanzó el umbral. Tendrá que volver a las telenovelas.

Nini Johana Soto: No alcanzó a ser una ‘soberana senadora’, como se anunciaba en su campaña publicitaria. Aspiraba al una curul por el Partido Liberal. También se quemó. 

Iván Ovalle: Muchos güepajés y su famosa huelga de hambre no le alcanzaron para cambiar el acordeón por un lugar en la Cámara de Representantes, a pesar de que el Partido de la U, al que pertenecía, barrió en las elecciones.


Deportistas, sin goles

Lo único que los colombianos les conocían en común era su amor al fútbol. Sus aspiraciones políticas eran un misterio, hasta que anunciaron su adhesión a partidos que iban a apoyar el gobierno de Uribe. Pero los resultados demuestran que no lograron meter el gol.

Oscar Julián Ruiz, reconocido como el mejor árbitro del continente, se dejó seducir por el Partido de la U y decidió sacar a flote su espíritu llanero para representarlo desde la Cámara. Iván René Valenciano se unió a Alas Equipo Colombia, cuyo jefe, Luis Alfredo Ramos, fue el senador que más obtuvo votos en 2002. Fue eliminado.

Iván René Valenciano iba tras una curul para la Cámara por el departamento del Atlántico. Pero su partido, situado por los electores del Atlántico en el séptimo lugar, no ha alcanzado el umbral necesario para que les asignen escaños.
 
Edison ‘El Guigo’ Mafla, por su parte, se integró a la lista de Carlos Moreno de Caro y su famoso ‘Dejen Jugar al Moreno’, en busca de un escaño en la Cámara por el Valle del Cauca. Los tres con el propósito de defender los intereses de su gremio.

Sin embargo, parece que sus intenciones no llegarán a ser más que eso. ‘Dejen Jugar al Moreno’ ha conseguido 4.750 votos para la Cámara en el Valle, de los cuales le pertenecen a ‘El Guigo’ 611. Con esa cantidad, Mafla se posiciona como segundo en su lista, y su partido, en el puesto número 11 del departamento. Pero sólo hasta el sexto llega la repartición de curules. Eliminados.

Así las cosas, tal parece que el gremio del deporte poco se va a ver representado dentro del siguiente período del Congreso de la República. A menos que un milagro, o algo parecido, ocurra con el 14% de las mesas que faltan por escrutar.

Quemazón General
 
El pabellón de quemados de las elecciones para Congreso tiene en esta oportunidad una sala especial: la de los militares retirados que se la jugaron por la política y no alcanzaron los votos necesarios para acceder a una curul.

La proliferación de candidatos en las listas uribistas identificadas con las necesidades de ese electorado y la poca experiencia política de los ex uniformados parecen ser las explicaciones de su fracaso electoral. Los ex militares terminaron pagando los platos rotos de la dispersión de votos propiciada por la oleada de candidaturas de figuras emblemáticas de las Fuerzas Militares. Aquí están los más conocidos:

Jaime Ernesto Canal, quien tuvo renombre nacional por sus diferencias con el gobierno Pastrana respecto al manejo de un secuestro masivo en Cali, hace cinco años, parece fracasar ahora en su intento de llegar al Senado. Después de un período en la Cámara de Representantes por el Valle, Canal terminó en Alas Equipo Colombia, que de momento lleva cinco curules: Álvaro Araujo, Óscar Suárez, Óscar Darío Pérez, Gabriel Zapata y Jorge Ballesteros. Así cambien las tendencias, su votación es tan baja que le resultaría muy difícil subir lo necesario para convertirse en el sexto senador de su partido.

El polémico general Rito Alejo del Río es el segundo de los quemados en la elección. Luego de que la justicia lo exonerara en varios procesos por violación de derechos humanos y por supuestos vínculos con los paramilitares en Urabá, decidió lanzarse al Senado en la lista Convergencia Ciudadana. Sin embargo, tampoco obtuvo la votación que esperaba. De su grupo político están alcanzando curul Luis Alberto Gil, Óscar Josué Reyes, Carlos Barriga, Juan Carlos Martínez, Luis Eduardo Vives (purgado del partido de la U), Miguel De Jesús Arenas y Samuel Arrieta.

Cambio Radical también tiene su aporte para esta sección especial en el pabellón de quemados. Se trata del general Luis Enrique Montenegro, ex subdirector de la Policía, quien era director de la seccional de Antioquia cuando el extinto narcotraficante Pablo Escobar Gaviria se fugó de la cárcel de La Catedral, en Envigado.

Y en el Partido de la U el coronel retirado Alfonso Plazas Vega también se está quemando. Plazas se hizo famoso con la toma del M-19 al Palacio de Justicia. En ese entonces, en pleno acto de retoma por parte de las Fuerzas Militares, el país lo vio por televisión como un joven uniformado que resumió el proceder de la tropa con una frase: “Aquí, defendiendo la democracia, maestro”. Pasados 20 años de la histórica toma, Plazas deberá defender la democracia desde un escenario distinto al Senado pues, por ahora, también se está quemando.