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El presidente venezolano Hugo Chávez se muestra nervioso ante los comicios del 2 de diciembre en su país

Jornada crucial en Venezuela

Todas las encuestas señalan que Chávez sería derrotado en las elecciones de este domingo

A escasos días del referéndum para aprobar la reforma constitucional que daría paso a un Estado socialista en Venezuela, Hugo Chávez ha sufrido varios traspiés. Internacionalmente las cosas no le han salido bien y en su país, la intención de voto no le favorece. ¿Estará en peligro su proyecto socialista?

Marianna Trivella G.
27 de noviembre de 2007

Hugo Chávez es noticia cada día. Los impasses de los que ha sido protagonista en las últimas semanas le han dado la vuelta al mundo y sin duda, han debilitado la imagen internacional, que celosamente, venía construyendo y sosteniendo para expandir su proyecto político.

Sin embargo, más allá de lo que piensen de él en el exterior, Hugo Chávez se muestra preocupado frente a la intención de voto de los venezolanos en el venidero referéndum del 2 de diciembre. La razón, empresas encuestadoras nacionales e internacionales muestran un contundente rechazo al proyecto de reforma constitucional que éste abandera. Pero, ¿cuál es la importancia de este referéndum para el futuro de Venezuela?

El 15 de agosto de 2007, Hugo Chávez presentó a la Asamblea Nacional su propuesta de reforma constitucional, basada en la modificación de 33 artículos. Desde ese instante se conformó una comisión mixta de diputados que amplió a 69 el número de artículos reformados. A pesar del interés de la iglesia, ONG, sindicatos, estudiantes y partidos de oposición de tener participación en el proyecto de reforma, la Asamblea hizo caso omiso a la petición.

Para el proyecto socialista de Hugo Chávez, la aprobación de esta reforma es vital, ya que es la opción constitucional que tiene el primer mandatario venezolano para ser elegido consecutivamente en futuros períodos presidenciales, único camino para el desarrollo de la Revolución Bolivariana, ya que no existe el chavismo sin Chávez. Además, de aprobarse la reforma, el Presidente de la República tendría control total en materia territorial, fiscal, educativa, ideológica, económica, entre otras.

Para el venezolano común, esta reforma representa profundos cambios estructurales hacia un modelo socialista que muchos no están dispuestos a aceptar. Las restricciones del derecho a la propiedad privada donde por causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indenmización, podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de bienes, donde el Estado podrá ocupar previamente, durante el proceso judicial, los bienes objeto de expropación; así como la modificación de la estructura político territorial del país, donde todos los poderes regionales y municipales pasarán al control del Presidente; la inversión prioritaria para incorporar los principios humanísticos del socialismo bolivariano en la educación y las restricciones en las propagandas electorales son algunas de las transformaciones que vendrán en Venezuela si dicho proyecto se aprueba. 

De ganar el "Sí", entre otras cosas, el Presidente de la República podrá ser reelegido indefinidamente y el período presidencial aumentaría a 7 años. A su vez, el Presidente de la República podrá crear o suprimir las provincias, ciudades, municipios y regiones, además de designar o remover sus autoridades. Adicionalmente, el Presidente de la República podrá disolver la Asamblea Nacional.

A diferencia de otros procesos electorales donde el chavismo ha salido triunfante con amplios márgenes de aceptación, el presidente Chávez se encuentra intranquilo ante lo que pueda pasar en casa el próximo domingo. Encuestas realizadas por diversas consultoras muestran que mientras más personas conocen el contenido de los nuevos artículos, menos personas aprueban la reforma. Además, en anteriores elecciones los índices de abstención fueron elevados, cuestión que le facilitó el triunfo a Chávez. En esta oportunidad, la consigna de la oposición es ir a votar masivamente y si realmente se ejecuta, es posible que los resultados rompan la tendencia electoral de los últimos años.

La empresa consultora Datanálisis afirmó que para el 24 de noviembre el 44,6% de los encuestados votarían "NO" si el referéndum se realizara este domingo, el 30,8% votaría "SÍ" , mientras que el 18,6% respondió que no sabía por quién votaría.

Por su parte, la encuestadora Keller y Asociados indicó que para el viernes 23 de noviembre el 45% de los encuestados votaría "NO" mientras que el 40% lo haría por el "SÍ".

Para Mercanálisis, la intención de voto durante el mes de noviembre apunta a que el 58% de los encuestados votaría "NO", mientras el 37% "SÍ".

Sin embargo, el director de Datanálisis, Luis Vicente León, dijo a AFP que aunque Chávez por primera vez en 9 años de gobierno era minoría, tiene el poder y los recursos para revertir esta tendencia antes de los comicios.

Otras reglas de juego

Cuando Hugo Chávez asumió la Presidencia en 1998, la primera medida que tomó fue llamar a una Asamblea Constituyente, conformada por diversos sectores de la vida nacional, para debatir un proyecto de reforma constitucional que diera paso a la nueva Venezuela que prometió durante su campaña electoral. Actualmente, el proyecto de reforma que se quiere aprobar fue estructurado por el Presidente de la República y la Asamblea Nacional (conformada en su mayoría por afectos al gobierno), argumentando dicha decisión en que los cambios que se buscan implantar no afectarán la esencia de la Carta Magna aprobada en 1999.

Además de la no participación de otros sectores de la sociedad, este nuevo proyecto de reforma fue poco difundido a la colectividad, razón por la que pocos ciudadanos conocen a profundidad los cambios que se pretenden implantar.

Ante ello, la oposición inició una campaña informativa con ayuda de los medios de comunicación para dar a conocer a la opinión pública lo que pretende avalar el gobierno el próximo domingo. En esta labor, los estudiantes han tenido un papel fundamental, organizando acciones de calle para protestar en contra de la reforma constitucional, además de informar a la colectividad sobre los contenidos de dicho proyecto.

Por si fuera poco, la campaña informativa de la oposición y los medios, no solo ha despertado el interés de votar en opositores y apáticos, sino muchos chavistas que en otras ocasiones hicieron caso fiel a su líder, hoy en día, se encuentran decididos a no acompañarlo en este paso, sin que por eso dejen de ser afectos a él.

Las cartas sobre la mesa

El discurso de Hugo Chávez con respecto a los resultados de la próxima jornada electoral es mucho más prudente que en ocasiones anteriores. No da por hecho su triunfo sino que deja en claro la posibilidad de la derrota.

Por su parte, la oposición se muestra enfática en defender su voto y la libertad, que a su parecer, está en peligro. Los estudiantes permanecen en la calle dispuestos a defender el "NO" que lo dan por ganado.

Para muchos, el discurso alterado e irracional que ha tenido el Jefe de Estado venezolano en sus últimas alocuciones en relación con el acuerdo humanitario en Colombia, y su altercado con el Rey de España en Chile, denotan un profundo nerviosismo ante lo que pueda pasar en Venezuela el próximo 2 de diciembre.

Sólo falta esperar a que el domingo los venezolanos, nuevamente, decidan su destino. Sin embargo, se esperan posibles cambios en las tendencias electorales, ante lo que Hugo Chávez tendrá que reflexionar profundamente. El ganar por un corto margen le restaría legitimidad a su proyecto, lo cual le generaría problemas al implantarlo. La derrota sería una estocada mortal de la que difícilmente podría sobrevivir.