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El país entero se reune este jueves para repudiar el secuestro.

Todos a marchar contra el secuestro y la violencia

Semana apoya la movilización nacional por la libertad de los secuestrados y contra la violencia. Envíe sus mensajes a favor de la paz a Conexión Colombia.com

4 de julio de 2007

La consigna nacional será gritarle a los violentos que el país se cansó de sus atropellos. Que Colombia no tolerará más secuestros ni ataques a la población civil, que el país exige la devolución inmediata de los once diputados asesinados en cautiverio por las Farc y que los ciudadanos de todos los rincones de nuestra geografía quieren hacer valer su derecho a vivir en paz. La consigna será notificarle a los armados que 44 millones de personas no comparten sus actos de barbarie. La consigna será decirles a todos: “No más”.

La idea surgió casi al mismo tiempo desde distintos sectores ante el repudio generalizado a la muerte de los asambleístas vallecaucanos. Alcaldes como Ramiro Tafur (Cali), gobernadores como Aníbal Gaviria (Antioquia) y Angelino Garzón (Valle), líderes sociales de todo el país y medios de comunicación como SEMANA y CONEXIÓN COLOMBIA coincidieron en la convocatoria al país para un acto de reflexión sobre lo que está ocurriendo y la gravedad de dejar pasar por alto actos tan repudiables. Hoy es el país entro el que se levanta para sentar su voz de protesta con manifestaciones distintas en las principales ciudades de Colombia.

Millones de personas de Cúcuta, Cartagena, Bucaramanga, Barranquilla, Cali, Pereira, Neiva, Medellín y Bogotá también decidieron manifestar el luto nacional. Todas pedirán la devolución de los cuerpos de los secuestrados muertos en cautiverio, rechazarán el secuestro y exigirán la libertad de las más de 3.000 personas plagiadas.

“Se trata de un hecho valioso, porque los colombianos somos golpeados por tantos actos violentos, que a veces nos adormecemos. Por eso, estas manifestaciones adquieren muchísima importancia”, comenta Claudia Llano, vocera de la fundación País Libre. Hasta Juanes, uno de los cantautores más famosos del momento, manifestó su intención de vincularse a la protesta.

“Creemos que es una gran movilización en la que debe participar todo el país. Los funcionarios estarán autorizados para participar en la jornada y para suspender sus actividades al medio día”, dijo el ministro del Interior, Carlos Holguín.

La idea de los organizadores es que cada ciudad haga la protesta de manera autónoma. En Bogotá los funcionarios públicos y privados pararán actividades durante tres minutos a las doce del día y se tomarán de las manos para comenzar a protestar contra la violencia. con pitos, cacerolazos y campanas de iglesias. “Queremos que el ruido se escuche en lo más profundo de la selva y desespere a los secuestradores”, según el alcalde Lucho Garzón.

En Cali la manifestación saldrá de la gobernación, en el centro de la ciudad, hará una reflexión frente a la sede de la asamblea, de la que fueron raptados los diputados, y terminará en la histórica iglesia de la Ermita, frente al río Cali. En Medellín la marcha comenzará en el centro, cerca al complejo judicial de La alpujarra, a las once de la mañana y se dirigirá al Parque Bolívar, donde Juanes interpretará sus canciones. En Barranquilla, la movilización se iniciará a las 10:30 a.m.

El presidente Álvaro Uribe acompañará los actos en Bogotá. Pese a su negativa al despeje militar para la concreción de un acuerdo humanitario que ponga fin al cautiverio de los secuestrados, el Jefe de Estado también quiere tomar parte en la iniciativa y por ello hará parte de la cadena humana que llegará hasta la calle 72, al norte de la ciudad “Será una manifestación para exigir la entrega de cadáveres y de secuestrados, pero no será para suplicar”, indicó el presidente. Según Uribe, “esta marcha servirá para que desde el exterior dejen de ver a las Farc como unos ‘pobrecitos’ que hay que negociar con ellos. Lo que notarán es que el país entero los rechaza y que el único camino que Colombia acepta es la devolución de los cadáveres y los secuestrados”.

En el ámbito regional, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, maneja otro tono. Él es un abanderado de la manifestación. Dijo que cree “enormemente en la fuerza de expresión ciudadana y la participación. Ésta es una forma para darle a la ciudadanía una posibilidad de expresión”.
Enseguida, rogó por la entrega de los cadáveres de los 11 diputados del Valle. “Queremos que las Farc entiendan este clamor humanitario y cristiano y que después de tanto dolor, no añadir más dolor al de los familiares de los ex diputados. Ya estuvieron secuestrados cinco años y ya fueron asesinados. Por Dios, que entreguen los cadáveres”.

Gaviria perdió a su hermano Guillermo, que estuvo secuestrado por las Farc y murió en un intento de rescate de la fuerza pública.

Por su parte, la Federación Colombiana de Municipios, que reúne a los alcaldes de todo el país, manifestó su compromiso con la serie de marchas y actos que habrá este jueves.

“Los mandatarios locales quieren contribuir al éxito de la jornada de movilización contra el secuestro. Compartimos las premisas del no al secuestro, sí a la libertad”, dice un comunicado de la organización.

La fundación País Libre también hizo su pronunciamiento sobre la jornada. “No podemos ser indiferentes. Unámonos contra el secuestro y por la libertad de todos los secuestrados y la devolución de los cuerpos de los ex diputados”.

Incluso, a ese clamor nacional se adhirieron las centrales obreras, que hace pocos días se movilizaron en contra de algunas propuestas del gobierno. Ahora, unos 500 mil trabajadores estarán en las calles ondeando la bandera de la libertad junto a los ministros y funcionarios que cuestionaron hace menos de un mes.

“Que el acuerdo humanitario se convierta en un elemento trascendental para una solución política negociada al conflicto armado. De la misma forma, seguimos rechazando cualquier intento de rescate militar a los secuestrados”, dijo Fabio Arias, presidente (e) de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

Con un coro de voces tan grande será imposible que los violentos no escuchen las proclamas del país. Ahora solo falta que las acojan y las respeten.