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El comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, y el presidente del Polo Democrático, Carlos Gaviria, protagonistas del intenso debate del lunes, sobre el delito político.

Paz

Un duro contrapunteo entre el gobierno y el Polo por el delito político

El comisionado de paz le pidió a Carlos Gaviria replantear su tesis sobre el tema y éste lo invitó a hacer un “cursito de derecho”. Gobierno asegura que levantará reservas a Corte Penal, pero no dice cuando.

30 de octubre de 2007

El gobierno no solo aprovechó la coyuntura electoral para intentar bloquear el triunfo de Samuel Moreno en la alcaldía de Bogotá, como lo hizo el presidente Álvaro Uribe. También la usó para poner nuevamente sobre el tapete una eterna discusión con el Polo Democrático Alternativo: La de la conveniencia o no de la figura del delito político en Colombia.

Uribe intentó revivir la discusión de manera directa y a través de sus ministros de Interior, Defensa y el comisionado de paz. Sin embargo, solo hasta este lunes, después de que Moreno ganó la alcaldía, tuvo lugar el debate de fondo sobre las insistentes críticas del gobierno al partido de oposición. Ocurrió en las instalaciones del Noticiero CM&, por iniciativa del periodista Yamid Amat. El comunicador invitó al presidente del Polo Democrático, Carlos Gaviria, y al comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, para que expusieran, por separado, sus tesis sobre la materia.

Al coincidir en el set de grabación, los dos personajes se tranzaron en una aguda discusión que fue registrada por las cámaras del noticiero. (Ver video relacionado).

Según el comisionado, Gaviria debe replantear su defensa del delito político porque en la Colombia de hoy éste ya no existe y porque alimenta el accionar violento de las Farc. Gaviria piensa que su idea es válida, tiene sustento jurídico y que el hecho de que las Farc la compartan no quiere decir que sirva para justificar el terrorismo. “Cómo voy yo a controlar a las Farc. Si no ha podido hacerlo el gobierno en cinco años, cómo lo voy a hacer yo”, indicó el jefe del Polo.

Gaviria no había terminado la frase cuando Restrepo le increpó: “Esto es un debate ético, si un grupo toma una tesis de uno para justificar sus acciones violentas esa tesis debe ser replanteada”. El funcionario se refería a una columna escrita por Gaviria en El Tiempo el 19 de agosto y que fue reproducida sin su autorización por la agencia de noticias ANNCOL, órgano que difunde el pensamiento de las Farc.

“Es una tesis donde usted expresa nostalgia sobre fallo de la Corte Constitucional donde se determinó que el homicidio no era delito político... menos mal que la Corte no acató su equivocada tesis”, agregó el comisionado.

Pero Gaviria lo corrigió: “No, el delito político es importante para una negociación como esta. Tiene hondas raíces liberales. Que lo que las Farc hagan no sea delito político, esa es otra discusión. Yo no justifico el delito político”. En el artículo publicado primero en El Tiempo y luego en la página afín de las Farc Gaviria defiende dichas tesis, situación que Uribe aprovechó para intentar convencer al electorado de que las Farc y el Polo son la misma cosa. Para infortunio suyo, el efecto fue al revés, pues el candidato del Polo aumentó su ventaja respecto al uribista, con todo y que los discursos oficiales insistían en el tema.

Además, mucha gente no entiende por qué el gobierno no expresó la misma indignación ante el respaldo paramilitar declarado a la campaña reeleccionista de Uribe. De hecho, tanto el jefe del Polo como el ex presidente césar Gaviria, jefe del liberalismo, le pidieron insistentemente que rechazara dicho apoyo y no lo hizo.

El fondo de la discrepancia, en esta oportunidad, es el trato que deben recibir los guerrilleros que se sometan a un eventual proceso de paz. Si se les reconoce que sus acciones violentas están enmarcadas dentro de lo que se conoce en el derecho clásico como “el delito político” (rebelión, sedición y asonada), podrían recibir penas más bajas. Según el gobierno, esto no debe ocurrir. Para Restrepo, la solución es adecuar las normas de la ley de justicia y paz que creó penas bajas para los ex jefes de autodefensas. “El delincuente político es incluso más culpable que el que lo hace por otro tipo de razones, ya que actúa con premeditación para crear zozobra”, aseguró el Comisionado.

Gaviria sostiene que el equivocado es el gobierno porque parte de la base de que en Colombia no hay conflicto armado. Por eso le recomendó a Restrepo: “Haga un curso sobre derecho penal para que vea que mi tesis no es justificativa, del delito político”.

La solución

En medio de la polémica el senador Gustavo Petro, del Polo Democrático, insistió en su solicitud al gobierno para que retire las salvaguardias establecidas en 2002 a la competencia de la corte Penal Internacional en Colombia. Dicho tribunal está facultado para perseguir el delito en cualquier parte del mundo y no ha operado en Colombia porque el ejecutivo impuso una cláusula de siete años, supuestamente a la espera de un acercamiento de paz con la guerrilla.

Petro parte de la idea de que el delito político sí existe pero que los grupos armados ilegales se aprovecharon de él para hacer pasar como conexas algunas actividades que nada tienen que ver con su alzamiento en armas contra el Estado. “Comenzaron a cometer delitos comunes no subordinados al principal, que es el delito político. Estos otros delitos autónomos como el narcotráfico o los de lesa humanidad, no pueden ser admistiables ni indultables”.

Restrepo sostiene que la visión de Petro es acertada y dijo este martes, en La FM, que no tiene dudas sobre la necesidad de levantar la reserva establecida por Colombia ante la Corte Penal Internacional.

Lo que llama la atención es que el gobierno varias veces ha dicho que le gusta la idea y sin embargo no ha expedido la norma correspondiente para ponerla en práctica. “En vez de meterse en este embrollo del delito político, por qué Uribe no levanta la salvaguarda y permitimos que la CPI entre a actuar de una vez en Colombia contra este tipo de delitos que son los peores: Los crímenes de guerra, los delitos de lesa humanidad, cométalos quien los cometa”, se preguntó Petro.

Restrepo no tuvo respuesta para esta pregunta y en cambió insistió en que el Polo debe aceptar un debate “de cara al país” sobre el delito político.