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Un golpe a la libertad de expresión en Venezuela

La periodista venezolana María Eugenia López* analiza desde su óptica la salida del aire de Radio Caracas Televisión. Opina que es un nuevo esfuerzo de Chávez por “imponer su imagen y su única versión de la realidad”.

29 de mayo de 2007

Hoy lunes 27 de mayo los estudiantes universitarios tomaron las calles y protestaron pacíficamente en contra del cierre de Radio Caracas Televisión (Rctv), y a favor de la libertad de expresión, y la libertad de prensa. Los atropellos por parte de las fuerzas policiales no faltaron. Las marchas y concentraciones realizadas en varios estados venezolanos trataron de ser disueltas con gases lacrimógenos y perdigones.

Para los venezolanos no es un secreto que Chávez, y los funcionarios que le acompañan, tienen casi una década tratando de imponer su imagen y su única versión de la realidad. Los argumentos para cerrar la cadena son una muestra de ello. En varias oportunidades han asegurado que Rctv es un canal golpista. Este señalamiento viene desde abril de 2002, cuando los periodistas de Radio Caracas Televisión no cubrieron con prontitud el regreso de Chávez al poder.

Sin embargo, ellos mismos se han afanado en esgrimir explicaciones y argumentos jurídicos que justifiquen o legitimen la medida arbitraria del jefe de Estado. Lo hacen para darle cierta pátina institucional a esta nueva injusticia y espuria decisión del régimen. Así, para los representantes del gobierno, la clausura del canal no es un cierre arbitrario, sino una negación a renovar la concesión que otorga el gobierno para usar el espectro radioeléctrico, que es un bien de dominio público, es decir, el dueño es el Estado venezolano. William Lara, Ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información, ha señalado en diversas oportunidades que Radio Caracas Televisión violó la Ley de Responsabilidad Social en radio y televisión, por esa razón no se le renovó la concesión.

Así, con estos argumentos, la cadena salió del aire ayer a la media noche. En sustitución, por la misma frecuencia donde estaba Rctv, empezó a funcionar TVes, un nuevo canal al servicio de la revolución. Con este hecho queda silenciado el primer canal de televisión venezolana y empieza a declinar el pluralismo, pues los espacios de crítica y disenso se aminoran cada vez más en Venezuela.

El actual gobierno venezolano maneja a su antojo una artillería comunicacional amplísima, que va desde canales de televisión con cobertura nacional, hasta editoriales, y páginas web. Entre estos se cuentan seis canales de televisión (Venezolana de Televisión, Vive TV, Telesur Internacional, Telesur Venezuela, Ávila TV, TVes); tres circuitos radiales; y patrocina 167 emisoras de radio comunitarias, y 28 televisoras comunitarias. Ante esto, el espacio de disenso con poder y capacidad de penetración nacional, queda reducido a un canal de noticias (Globovisión) y dos medios impresos (El Nacional y El Universal).

Este paisaje mediático no sólo va en detrimento de los usuarios, quienes tienen cada vez menos posibilidades de elección, sino que va en detrimento de la democracia y una de sus máximas: la libertad de prensa y la libertad de expresión.

* Periodista e internacionalista venezolana.