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El deporte profesional vive una época de escándalos que tienen asombrados a los aficionados del planeta.

DEPORTES

Una oleada de escándalos sacude las principales competencias deportivas en el mundo entero

Las más importantes y prestigiosas competencias están heridas de muerte por la corrupción, el dopaje y el control de las mafias.

Marianna Trivella
27 de julio de 2007

El jueves de la semana pasada, el rey de los periódicos deportivos de Francia presentó su primera plana con un titular tal vez jamás imaginado: “El Tour está muerto”. Ese mismo día, los rotativos de Italia e Inglaterra publicaban avances informativos sobre el escándalo de espionaje de la Fórmula 1 y que afectaba las dos escuderías mimadas de ambos países. Mientras tanto, en Estados Unidos los medios empezaban a soltar rumores sobre protagonistas de dopaje en el béisbol.

Pero ¿Qué es lo que está pasando? ¿A qué hora, el deporte hizo a un lado los récord, los títulos y las hazañas de los héroes nacionales? ¿En qué momento los titulares pasan por transfusiones de sangre, control de las mafias y corrupción? El futuro es incierto. La certeza es que la corrupción, que parecía ser un mal que sólo afectaba las actividades políticas y económicas, ahora está en las canchas y en las pistas.

Hay decepción en el planeta porque los deportes siempre han sido considerados disciplinas que exigen un espíritu competitivo, regido por una serie de leyes que alimentan la tensión entre las partes y exigen poner en práctica el máximo de conocimientos y experiencia de sus practicantes y entrenadores, como herramientas únicas para ganar.

Sin embargo, la realidad es menos afortunada. La ambición de los deportistas y sus técnicos ha ido más allá de la propia dimensión del deporte. La necesidad de triunfar y destacarse sobre los otros, en muchos casos los ha hecho incurrir en actos delictivos que han destruido sus carreras. Hoy se informa de nuevos nubarrones en el horizonte. Toda una tragedia, si se tiene en cuenta sólo lo que ha trascendido hasta hoy. Veamos.

Ciclismo

El 25 de julio fue expulsado del Tour de Francia su máximo líder en esta edición, el ciclista danés Michael Rasmussen, por sospecha de dopaje, a petición de su propio equipo, el Rabobank.

Un mes antes de iniciarse el evento, Rasmussen mintió sobre su paradero para evadir dos sorpresivos controles antidopaje. El ciclista dijo que estaba en México, cuando realmente estaba en Italia y fue visto por un ex colega, actual comentarista de la estación televisiva RAI, que ratificó que Rasmussen se encontraba practicando en Italia semanas antes de iniciarse el circuito.

Este ciclista había ganado dos etapas de la edición del Tour de Francia este año, una en los Alpes y otra en los Pirineos. Ante la resolución tomada por los organizadores del recorrido, Rasmussen siente que le arruinaron su carrera.

El caso de Rasmussen no es el único que opaca el Tour de Francia. El pasado martes se conoció que el kazajo Alexandre Vinokúrov había dado positivo por una transfusión sanguínea homóloga durante la contrarreloj de Albi, en la que se impuso. Su equipo (el Astana) se retiró de la carrera.

El tercero en la lista es el italiano del Cofidis Cristian Moreni, que dio positivo por testosterona en la undécima etapa con final en Montpellier, lo que también provocó la retirada de la formación francesa.

El campeón de la edición de 2006, Floyd Landis, fue acusado de dopaje al encontrarse en pruebas de orina testosterona sintética.

Fórmula 1

Nigel Stepney, mano derecha de Michael Schumacher en Ferrari y quien fungió como jefe de mecánicos de la Escudería hasta el año pasado, fue demandado por su equipo por intentar sabotear los autos de dos competidores de su misma empresa, antes de darse inicio al Gran Premio de Mónaco. En casa de Stepney fue hallado un polvo blanco similar al detergente, el cual también se encontró cerca de los carros afectados.

A las pocas semanas, Ferrari demandó a Mike Coughlan, máximo creativo de McLaren, por manejar información privada de Ferrari, que incluía detalles sobre el diseño y el funcionamiento del auto Ferrari F2007 de Fórmula 1. Se cree que los documentos secretos de Ferrari llegaron a manos de Coughlan por medio de Stepney. Ese mismo día, el diseñador de McLaren fue suspendido de su cargo.

Se piensa que lo que motivó a Nigel Stepney a actuar de esa forma fue la negativa por parte de los directivos de Ferrari de nombrarlo director técnico de la Escudería.

McLaren comparecerá el 26 de julio ante el Consejo Mundial de FIA en París, quien determinará si es culpable o el suceso fue una acción aislada de uno de sus funcionarios.

(NBA). Liga Nacional de Baloncesto de Estados Unidos

Tim Donaghy, un veterano árbitro de la NBA, es investigado por el FBI por supuestas apuestas en los partidos, incluso en algunos que él legislaba. Se está investigando si a través de llamadas pudo alterar el resultado final de algunos juegos a favor de sus apuestas o las de sus socios. Se cree que sus compañeros de estafa están vinculados con el crimen organizado y se aprovecharon de esta modalidad delictiva una vez que Donaghy adquirió una deuda con ellos.

Parece que Donaghy sufría de ludopatía, cuestión que le generó una gran deuda y, como solución, decidió alterar el curso normal de los partidos para recaudar dinero y pagar lo que debía.

Fútbol

En el año 2006, el Juventus, la Fiorentina y el Lazio fueron sentenciados por la Corte de Apelación de la Federación Italiana de Fútbol (Figc), en el proceso por presunto fraude deportivo en el Calcio, donde se acusa a las oncenas de arreglar los partidos. Como condena, los tres equipos fueron bajados a la segunda división de la Liga Italiana de Fútbol, además de la inhabilitación de sus directivos

Las Grandes Ligas de Béisbol

Barry Bonds, jugador de los Gigantes de San Francisco, tiene 753 jonrones en la mitad de la temporada de 2007 y requiere un par más para superar a Hank Aaron como líder de todos los tiempos en jonrones de carrera. Sin embargo, su éxito se puede ver opacado si se confirma la sospecha de su consumo de esteroides.