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Uribe asegura que no quiere una nueva reelección

Dos semanas después de que el industrial Julio Mario Santodomingo respaldara la idea, el presidente de la República la descartó y dijo que se dedicará a gobernar.

30 de enero de 2007

La decisión fue notificada personalmente al senador conservador Ciro Ramírez, principal promotor del proyecto que busca reformar otra vez la Constitución para permitir una nueva reelección del presidente Álvaro Uribe. El mandatario dijo que no, que por ahora está interesado en otros temas y que desea dedicarse a gobernar. Ramírez, sin embargo, dice que el tema debe ser estudiado y que el país tiene que decidir basado en su percepción sobre el segundo mandato de Uribe.

Según Uribe, se dedicará a desarrollar el programa que le prometió al país. Su mensaje, difundido este martes en entrevista con Caracol Radio, no sólo le quitó alas a Ramírez, sino que se convirtió en una respuesta negativa al industrial Julio Mario Santodomingo, quien hace dos semanas respaldó una hipotética nueva reelección presidencial.

Con esta posición Uribe no sólo pretende cerrarle el espacio a la oleada de críticas que el tema desencadenó desde comienzos de este año (especialmente entre la misma bancada uribista) sino que envía un mensaje a la opinión pública en el sentido de que es consciente de que su obligación es gobernar en vez de pensar en perpetuarse en el cargo. Si bien su imagen sigue siendo muy favorable en los sondeos de opinión, muchos analistas consideran cuando menos equivocado proponer la reelección de alguien que ni siquiera ha comenzado a gobernar. La plataforma de mandato de Uribe en su segundo cuatrienio tiene una serie de propuestas que no ha comenzado a ejecutar especialmente en el área social.

No obstante, el senador Ramírez, célebre por su obstinación en el tema (según él desinteresada) y eufemísticamente conocido en el Congreso como “el padre de la reelección”, sigue pensando que la idea es pertinente.

En su diálogo con Caracol Uribe también insistió en su controvertida idea del juicio al Estado por la propagación del paramilitarismo y en que los jueces deben establecer las razones por las cuales se perdió la soberanía en el país en las zonas controladas por grupos al margen de la ley. Aunque algunos analistas consideran que esta idea busca abrirle espacios a una propuesta de ley de punto final (que suspendería los procesos judiciales contra los ex jefes paras) el presidente aseguró que ese no es su objetivo y que la justicia colombiana debe seguir operando de acuerdo con lo establecido en la ley de justicia y paz, que impone penas mínimas a los ex jefes desmovilizados.

En el caso específico de los políticos uribistas vinculados con el paramilitarismo y suscriptores del acuerdo de Ralito señaló que “hay que revisar si eso ocurrió por coacción insuperable, gestión humanitaria o ánimo delictivo”. Los once congresistas involucrados en el tema están a la espera de la decisión que la Corte Suprema de Justicia adopte sobre el caso, mientras que la Procuraduría ya anunció investigaciones contra ellos.