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Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez.

Uribe dice que ampliará zona de ubicación si las Farc decretan un cese de hostilidades

A dos semanas de las elecciones presidenciales, el Jefe de estado modificó su postura frente al acuerdo humanitario. Dijo que en la zona también se podrían adelantar conversaciones de paz.

15 de mayo de 2006

El presidente Álvaro Uribe modificó su postura frente a la creación de una zona desmilitarizada para el acuerdo humanitario con las Farc y se declaró dispuesto a “ampliar la zona de ubicación” a cambio de que el grupo guerrillero decrete un cese de hostilidades.

En diálogo con Caracol Radio, Uribe dijo que “si llegare a haber una decisión de las Farc en favor de la paz, que aceptaran un cese de hostilidades, yo no tendría inconveniente en aceptar una zona de ubicación más extensa que la que se había definido con los países europeos para el acuerdo humanitario".

Según el presidente –quien aspira a ser reelegido el próximo 28 de mayo- en la zona de ubicación no sólo se podría discutir el acuerdo, sino que también existe la posibilidad de iniciar los diálogos conducentes a un proceso de paz.

Uribe fue uno de los más duros críticos de la zona de despeje creada por el gobierno de Andrés Pastrana para los frustrados diálogos del Caguán y desde su llegada al poder dijo que no cedería territorio a los terroristas. Desde entonces, las parte iniciaron un contrapunteo respecto a las condiciones geográficas y logísticas de la zona en la cual serán liberados unos 60 políticos, militares y policías a cambio de los cuales las Farc piden cerca de 400 guerrilleros que están presos en las cárceles del país.

A comienzos del gobierno Uribe las Farc solicitaban la desmilitarización de los departamentos de Caquetá y Putumayo para dejar libres a los secuestrados. Luego redujeron su petición al despeje de un departamento y luego a la desmilitarización de dos municipios del Valle: Florida y Pradera.

Tras acusaciones mutuas de falta de voluntad, las Farc y el gobierno aceptaron la mediación de los gobiernos de Francia, Suiza y España, quienes propusieron que la liberación fuera en el corregimiento de Bolo Azul, municipio de Pradera (Valle). Las Farc pidieron la desmilitarización de todo el municipio, pero el gobierno se negó. Y hasta allí llegó la mediación.

Ahora, en plena campaña electoral, Uribe decidió modificar su postura frente al tema y lanzar el nuevo ofrecimiento a los guerrilleros: "Si gano la reelección –dijo- voy a hacer un llamado para que las Farc reconsideren su actitud, renuncien a la violencia y piensen con toda seriedad en la necesidad de construir la paz".

Interrogado sobre las garantías que estaría dispuesto a brindar para que su ofrecimiento fuera creíble, Uribe respondió: "El gobierno no es tramposo, no los voy a matar a mansalva". Según él, las Fuerzas Armadas actuarán con reciprocidad si las Farc acogen el llamado a cesar hostilidades.

Personas cercanas a los familiares de los secuestrados pidieron tomar con prudencia el anuncio de Uribe, pues desde finales del año pasado las Farc hicieron saber mediante comunicado público que no están dispuestas a negociar con este gobierno. Sin embargo, abrigan la esperanza de que sus seres queridos regresen a casa lo antes posible.

Asunto electoral

Los demás candidatos presidenciales rechazaron la actitud de Uribe, a quien acusaron de hacer política con el drama de los secuestrados y de copiarse de las propuestas de otras campañas.

"El presidente Álvaro Uribe se está apoderando de las propuestas de la oposición. Como candidato está en contra de las acciones y posiciones que como presidente ha tenido y ha defendido permanentemente", dijo Carlos Gaviria, del Polo Democrático.

Antanas Mockus, de la Alianza Social Indígena, declaró su escepticismo ante la propuesta presidencial y dijo que no le cabe duda de que tiene un tinte electoral. “Él siempre ha vacilado entre la posición de negociar y no negociar con las Farc", dijo.