Home

On Line

Artículo

Especial

Vida de perro

Hace unas semanas invitamos a nuestros lectores a que nos enviaran historias, anécdotas y fotos de sus perros. Éstos son los resultados.

25 de abril de 2006

Ali Babá
¡Hola! Mi nombre es Ali Babá. Yo soy un perro ovejero escocés, comúnmente llamado "Sheltie" en la lengua inglesa. Nací en abril 17 de 2004 y acabo de cumplir 2 añitos. Mis padres
putativos son José y Margarita Hernández. Mis pasatiempos favoritos son: jugar con niños, montar en autos, hablar por teléfono, jugar con otros perros amigos de mi estatura en los parques para canes, me encanta dormir en la cama de mis padres, me gustan los perfumes y estar a todas horas bien limpio. En la foto estoy saliendo de mi ducha y tengo algo de frío... Vivo en la ciudad de Fort Lauderdale, Florida. Saludos a todos los colegas que envían fotos a Semana.
Bye
Ali Babá Hernández

Tomás
Es el nombre de mi perro; es un rotwailler de 4 años y medio; llegó a nuestra casa cuando tenía un mes y hoy día pesa 80 kilos;es el nenecito de todos. Al contrario del estigma que tiene esta raza, Tomás es apacible, tierno, amoroso, inteligente, obediente y en fin tiene todas las cualidades de perro bueno. Llegó y llenó de alegría nuestros corazones; será el rey en nuestro hogar hasta que muera. Lo amamos mucho.
Liliana Giraldo Orrego

Lucky
El famosisimo lucky es un flamante french poodle comprado en el paseo del comercio de bucaramanga, por 25 mil pesos hace unos 10 años. Me lo vendieron por tacita de té y yó consciente de su raza criolla me hice cargo de él. A medida que fué creciendo, su cuerpo tomó forma de cerdito y ahora, en la sabiduria de su vejez, se ha convertivo en todo un personaje, que defiende su territorio a capa y espada, que sale a la calle cuando quiere, es reconocido en todo el barrio. Tiene una habilidad increible para pasar calles, sigue a mis hijos hasta la Universidad, hasta el paradero de bus y al centro comercial, a veces son trayectos de mas de 10 cuadras en todos los sentidos posibles, pero se las arregla para que cuando ellos vuelvan ya los está esperando en la casa.
Es mi mas fiel compañero. Cada vez que yo salgo, espera en su silla del balcon hasta que la mamá vuelva, asi estén todos los demas integrantes de la familia él no entra si le falta su mamá...aqui está mirándome con sus ojitos de foca, mientras envio esta notica a la revista semana.
YSerranoG – Bucaramanga
 
Pirula
La compré hace 13 años en la cra7 con 17, no tenía la menor intención de conseguir perro ese día, pero como siempre me han gustado los perros me detuve a mirarla (era una gorda blanca con parche en el ojo) y el vendedor muy astuto, me la vendió!!!
De ahí para acá no he podido separarme de ella -a pesar que vivió unos años con mi hno, debido a mi cambio de casa-, pero fue después que se envenenara que llegó de nuevo a vivir conmigo, es la niña de la casa, para mi como mi hija, tiene su cama con almohada y cobija, duerme en la habitación con la abuela o en mi cama, mejor dicho donde se le da la gana, es una gruñetas de tiempo completo, pelietas y consentida a más no poder, lo que aprovecha para manejarme a su antojo, en fin la amo con locura y cuando ella falte sin duda voy a tener otra mascota-quisiera tener miles xq me encantan y sufro mucho por los perritos callejeros que deben padecer los abusos de nosotros- porque nadie sabe lo que es recibir puro amor hasta que no tiene una mascota.
P.D. Por favor seamos reponsables con nuestras mascotas, no las abandonemos nunca, ni las maltratemos, ellas tienen derechos como los niños y cualquier ser vivo que habite el planeta.
Nancy Ariza
 
Tripcy
Gracias por esta excelente oportunidad, creo que llegó el momento de alguna forma hacerle un homenaje a Tripcy (mi perrita, q.e.p.d) por todo lo que me brindó durante 14 años que estuvo a mi lado.
Cuando mi compañera de universidad me la dio como regalo de grado, era una bolita de pelo, hermosa y pequeñita, la bautice Tripcy, aunque también le decía Muñeca y mi hermana la llamó Wendy , lo cual no fue ningún problema pues siempre nos entendió.
Quise escribir desde mi sentir y al recordarla no puedo evitar que mis ojos se encharquen y mi corazón se contraiga, era mi niña, mi amiga, mi consentida, un ser que me acompañaba en todo momento, aún cuando quedó ciega por diabetes, aprendió a subir y bajar las escaleras, para poder seguirme a cualquier parte de la casa donde yo me encontrara, y también buscar hasta encontrar su pelota preferida…y cuando mi esposo salía a trabajar inmediatamente subía a mi cama donde se sentía más cómoda.
Me encantaba su pelito blanco y suave, que bañaba con champú para niños, le gustaba mucho la calle y siempre que podía se nos escapaba, aunque nunca se iba lejos. Cuidaba muy bien nuestra casa pues era muy bulliciosa, y juguetona.
Yo la adoraba, era muy consentida, pero no le gustaba que la mimara demasiado, siempre gruñía y protestaba para que la dejara tranquila, Ah y por nada del mundo se dejaba tocar sus paticas…eso si que la enfurecía.
El primero de mayo se cumple un año de su muerte, ya que fue atropellada por un vecino cuando salía del garaje en su carro.
Ella sigue en mi corazón. Nunca la voy a olvidar. Pues fueron muchos años de compañía, juegos y alegrías. Hasta siempre… Tripcy.
Dabe

Bumer, el perro viajero
Hola, Mi nombre es Claudio y mi compañero perruno desde hace seis años es un Bogotano Labrador Chocolate llamado Bumer, juntos hemos recorrido diferentes sitios de la geografía nacional, Bumer es muy buen compañero está siempre listo para salir y acompañarme donde voy, claro siempre se ha caracterizado por ser un buena vida, le encanta comer, descansar y dormir, pero también le encanta nadar y jugar al aire libre, hemos estado en el parque de los nevados, y en diversos lugares del país.

Hace dos años en compañía de Angélica estamos viajando en bicicleta por América y este amigazo Bumer nos ha acompañado por diferentes lugares de nuestra gira, a los lugares que llegamos en compañía de el, siempre fue el centro de atracción, reunía a muchos niños que querían saber de donde veníamos, y como viajábamos dos ciclistas con ese extraño compañero, esta situación la aprovechábamos para contarle a los niños; historias del viaje y contarles normas de convivencia, respeto y responsabilidad que debemos tener los humanos por los animales.

Desde Arequipa – Perú, viajé en avión con Bumer y el actualmente vive placidamente en Bogota, con mi Padre y mi hermano, esperamos terminar nuestro tercer año de viaje y en Bogotá volvernos a reunir con nuestro perruno e incondicional amigo y con familiares y amigos. 

 
Gordito
Hola!!, mi nombre es Angélica y les escribo para hablarles del Gordito, nuestro Rotwailler, el consentido de la casa desde que Sombra, su mamá y nuestra mascota en ese momento, lo dió a luz en el jardín el domingo 4 de julio de 2001; desde cachorro fue muy inquieto, ¡el más juquetón de la camada!, por eso decidimos quedarnos con él que en un principio lo llamamos Rex porque yo era fanática de la serie europea, pero por su gran contextura y para diferenciarlo de los demás cachorros empezamos a llamarlo Gordo, ¡y así se quedó hasta hoy casi cinco años después!. El Gordo, a pesar de ser ya un perro adulto aún se comporta como un niño, mi mamá dice que es que todavía no ha madurado, situación que lo convierte en un can bastante particular, ya que a primera vista da la sensación de un animal peligroso pero resulta siendo de verdad tierno, sin embargo, por momentos nos abstenemos de recibir sus cariños... es que cuando se levanta en dos patas es más grande que nosotros y además un poco pesado asi que ya se imaginarán... , el Gordo es especialista en la apertura de cualquier tipo de puertas, se acalora con facilidad asi que siempre está buscando la oportunidad de bañarse y dado a su gran peso de cachorro, sus patas traseras sufrieron una pequeña malformación que lo convierten en un perro simpatiquísimo por lo cuál es también conocido entre familiares y amigos como "La Foca" . En estos momentos me encuentro en Bogotá, el Gordo en mi casa de Baranoa, Atlántico, y decidí escribir a compartir con Ustedes las incidencias de mi mascota porque de verdad lo extraño, lo extraño tanto como a cualquier otro miembro de mi familia!!!
Angélica
 
Jacobo
Jacobo llegó a mi casa a mediados del 95 en una caja de cartón directamente desde Barranquilla. Su mamá fue reina de belleza, una dálmata preciosa con manchas perfectas, pero era una furia y su hijo que ahora vivía en Bogotá le heredó el genio.....llegó -como ya dije- entre una caja de cartón con un biberón y un carnét de vacunas. De chiquito todo el mundo tenía que ver con el: Ay! Tan divinooooooo! Tenía solo una mancha grandota en la cabeza, nada más....Un karma ensenarle a que no se hiciera en el apartamento, a que fuera juicioso y sobre todo a que no destrozara nada. Sus venganzas eran tenaces: Alguna vez lo dejamos solo y se comió una mata de café que mi mamá cuidaba con su vida: Cuando abrí la puerta del apto lo primero que ví fue tierra húmeda regada sobre la alfombra, hojas esparcidas por todos lados y un perro dálmata escondido debajo de una cama con su mirada de yo no fuí. Eso casi le cuesta la salida....Luego los vecinos nos demandaron por tenerlo, ganamos la demanda y ahora sí no habría poder humano que lo pudiera sacar de la casa. Los vecinos aprendieron a tolerar a los animales y a vivir con él pero no con las ratas. Una se nos coló una vez por el garage, se escondió el en cuarto de la limpieza y me timbraron para que Jacobo "la asustara". Nada que hacer, mi perro es una gallina, le temblaban las patas y le toco a un vecino matarla con una escoba. Jacobo no se me separó ni un segundo.
Jacobo nos recibe siempre con carino, luego quiere jugar; nos consuela cuando estamos tristes y pide que lo cuidemos. Le tiene pavor a los truenos y a los rayos, no le gusta sino una sola marca de concentrado - si no es esa, no come- es mimado y sobre todo un amor. Le gustan las fresas, las naranjas, las mandarinas, los chocobreaks y delira por el pan (es en serio,cuando lo huele empieza a babear). Ahora que yo estoy tan lejos -vivo desde hace un ano en alemania- lo extrano montones! Era la excusa perfecta para salir a la calle a pasear, a correr o simplemente a comprar golosinas. Me hace falta por las noches porque dormía conmigo y me calentaba la camita....
Ya son casi 11 anos que esta con nosotros y esperamos que sean muchos mas!Laura Pinzón, Bornheimerstr.61
 

Tango, un perro en la historia de New York

Fue mi compañero por nueve años, mi siquiatra, el beso después de la agresiva calle, la alegría cuando soledad era sombra y además, quien más sabe de mí.

Tango llegó a mi vida cuando estábamos en lo más álgido de la lucha Squater u Okupas en el Lower East Side de New York, tiempos en que nos tomamos los edificios abandonados, nos enfrentábamos a la policía y tratábamos de reconstruir un barrio abandonado lleno de drogadictos y dantescas escenas. Yo había acabado de regresar de Colombia, de refrescar mi calentura en esta revolución social que estábamos haciendo en el vecindario, de hecho el perro venía de otro edificio Okupa pero su ama, una chica punk plena de rebeldía lo había bautizado con el nombre de Pig (cerdo) que a la vez era excusa para ella insultar a los policías del Tompkins Square Park. Ella se iba de viaje a California y no podía llevarlo.
Un tiempo atrás yo había estado hablando en medio de la bohemia con Enrique, músico uruguayo y quien tenía ya dos perros, y decíamos que un perro era perfecta compañía para la soledad, en fin, conversación sin trascendencia, hasta tiempo después en que llegó a mi puerta él con un perro blanco y enmascarado, me contó la historia del abandono del can y bajo la excusa de mi soledad y la del perro, éramos perfectos el uno para el otro.
En realidad esos días eran de los más aciagos nunca tenidos y hacerme cargo de un perro…uhm… Sin darme tiempo a pensar y con frases de pesar porque tal vez lo pondrían a dormir, me entregó los certificados de vacuna, unas pastillas y al agacharme a mirar el perro a sus ojos para ver si brillaban nobles, me cruzó la cara de un lengüetazo y me saltó en abrazo. Ahora era un poeta con perro.
Nos despedimos de Enrique y sin correa entró corriendo al edificio, oliendo cada borde se encaminó a las escalas y como si supiera, me estaba esperando en mi apartamento del tercer piso. Al abrir la puerta, olió cada esquina de la casa más detenidamente, cuando hubo acabado, vino donde yo estaba sentado, entendí que tenía sed, le atendí para luego empezar nuestra primera conversación. De antemano le dejé saber que se le hablaría en español. Segundo, no habría más animales en casa que él y yo y Tercero, se le cambiaría el nombre por asunto de dignidad, pero ¿cómo llamarlo?
Pensé ponerlo Dios para que los amigos lo invocaran aunque fuera de esa forma, pero, ¿y si Dios se enoja? También pensé llamarle Amor, pero…no. Para esa fecha, 25 de septiembre del 94, siendo ya otoño, un tango sonaba en casa y precisamente dice su letra “Tango, vos que fuiste el amigo, confidente de ocasión” y le dije: ahí está, ese es tu nombre, Tango te llamarás.

Y se hizo mi sombra blanca enmascarada de ternura, amador y amoroso. Empezó a reconocer a los amigos por nombre y a todos nos iba sorprendiendo su capacidad de aprendizaje, hasta el punto de tener que poner una silla para él al conversar, pues si no, esperaba a que alguien se parara y le quitaba el puesto. Notamos como le gustaban las mujeres, mas no todas. A quien llegaba lo marcaba con un potente chorro de meaos, como muestra máxima de emoción y alegría. Al ver los halagos que tanta gente hacía de Tango, le empecé un libro donde cada quien iba escribiendo su sentir afectivo por él y en tres o cuatro años ya tenía dos cuadernos donde poetas, músicos, pintores y la gente que pasaba por casa dejaba testimonio amoroso. Así se fue haciendo famoso entre los amigos y después en la prensa. Los amigos le empezaron a enviar postales hasta ajustar más de 400 de todas partes del mundo. El Daily News hizo un texto donde hablaban de él, lo mismo que el diario/La Prensa, luego el programa Primer Impacto de Univisión hizo el segmento ‘Tango: un perro con poeta propio’, actuó en la película ‘Solo’ del director Wilson Burbano, en diferentes documentales, está en la foto de la portada de mi libro de poemas ‘Decir New York, Testigo Propio’, posó para diferentes fotógrafos y con diferentes modelos, fue pintado por varios artistas y goza de una fama en el barrio envidiada por las modelos de este East Village. Dos o tres mujeres le han partido el corazón después de jugar con él y nunca las olvidó.

Estuvimos juntos por nueve años hasta que empezaron a demoler el edificio atrás del nuestro y esos ruidos de maquinaria le empezaron a llevar a la locura que le provocaba destruir la casa una vez yo cruzara la puerta saliendo, así fuera a la puerta de mi vecino. Sus accesos de temblores imparables, la liberación de su adrenalina de fuerte olor y sus ojos desorbitados llenos de angustia me estaban poniendo en idéntica situación poco sana y este ya era el fin de alguna forma o la locura de ambos.

Busqué una organización que me garantizara que alguien lo adoptara y no que lo pusieran a dormir, y llegada la tarde del adiós, fui con mi amigo Gajaka a dejarlo en dicho lugar. La administradora, una mujer puertorriqueña, lo reconoció y empezó a increparme de que “cómo usted va a regalar este perro tan especial, si hasta en la televisión lo he visto” a lo que respondí que me permitiera tomar las decisiones mías y que si a ella le parecía bien, que lo adoptara pues es un buen perro. “Tal vez a mami le guste” dijo la mujer.
Mi amigo Gajaka jura que el perro lloró en la despedida, pues no fui capaz de mirarlo en el adiós. Y así quedé, con el alma partida, sin compañero y con la casa destruida.

Ahora, dos años después, estamos preparando un reality que se llama “Dónde está Tango: Un poeta busca por su perro’ y tal vez empapelemos New York con fotos de él hasta encontrarlo, pues una pena tengo en el alma.

¿Y que raza era Tango? Un cruce de Pitbull y Pantera Rosa. Pitbull por sus manchas café y negro de su rostro y pantera rosa, por su barriga rosada y su corazón.
Att, La mascota de Tango
Ricardo León Peña-Villa


Tilda

Con el matrimonio en peligro y mi hija pidiendo a gritos un perro, me pareció que quizá un nuevo integrante pudiera arreglar el matrimonio y los gritos. Siempre quise un bulldog y el momento parecía perfecto. A pocos meses de su llegada, la separación fue inminente y mientras mi exposa se quedaba con los muebles, los electrodomésticos y mi hija, a mi me quedo Tilda: una bulldog blanca que por entonces pasaba ocho horas diarias destruyendo los zocalos, los zapatos, los periódicos y todo cuanto le pudiera parecer atractivo excepto, por supuesto, sus propios juguetes. Es una perra voluntariosa y tierna. Durante un tiempo vivió en casa de mi madre hasta que la cansó no sólo porque ladra como una condenada cuando hay visita sino porque no se puede dejar la puerta abierta sin que ella salga a correr como una desesperada sin quien la pueda atrapar. Y aún así, cuando voy a salir de viaje y ella ve cómo alisto mi maleta, se para en la puerta para que no la deje, y si estoy triste o deprimido o simplemente preocupado, se sienta a mi lado o me abraza en un gesto que sólo ella tiene, y si no tengo con quien hablar, pues no hay mejor compañía a la hora de contar secretos, y a la hora de dormir, busca la manera de meterse en medio de las cobijas para roncar toda una noche sin que nada la incomode. Es una gran perra la tilda. No es la más obediente ni la más tranquila... pero es imposible no amarla. Hoy, mientras escribo estas palabras al tiempo que ella duerme a mis pies, entiendo que la mejor herencia de mi matrimonio, excepto mi hija, fue esta bulldog blanca que vive entre el sueño y el juego.
Carlos Pardo

Alemán

Este es mi perro " Aleman", en un cruce, pero lo compre como puro desde hace 4 años. Dañino a morir cuando estaba pequeño, Es un gran cazador de toda clase de animales, pajaros, palomas, cucarachas, mariposas ,moscas, en fin de todo lo que ve. Me quiere a morir y yo lo mismo a el, vivimos juntos desde que tenia 2 meses y solamente acepta pocas personas. Es celoso, bravo y fiel.Duerme en mi cuarto en la cama gemela, ya que soy viudo, y sabe cuando es sabado y podemos dormir un poco mas, porque en seman se levanta temprano. y desdesiempre a las 4
de la mañana mas o menos se acomoda en mi cama a los pies. Verdaderamente el perro es el mejor amigo del hombre.
marco a
 

Candie
Su nombre es Candie. Claro que cuando llegó al conjunto residencial la bautizaron Chandi. El portero la sacó tres veces por la puerta principal, pero ella sabía que aquí vivía alguien que la iba a amar mucho y se “colaba” por la puerta de atrás. Cuando la recibimos en nuestra casa, la bautizamos Candie, para que no sufriera mucho el cambio de Chandi a Candie, fonéticamente hablando.
Cuando salíamos a caminar esta perrita nos acompañaba. Le cogimos cariño y cuando llegó el invierno –vivimos en Santa Marta y cuando llueve, LLUEVE– la dejamos que se quedara en la terraza mientras pasaba la lluvia. De eso hace dos años y medio. De la terraza, en dos días, pasó a la cama, los asientos, el sofá de mi papá, etc… Ya es un miembro más de la familia.
La amamos casi como se puede amar a un hijo y sabemos que ella nos ama como ningún ser humano puede llegar a amar a otro. Cuando la sacamos a caminar o al aeropuerto a recibir a alguien, o cuando nos acompaña a hacer “vueltas” la gente nos pregunta de qué raza es. La respuesta: es adoptada, es la niña de la casa. Porque a nuestros perros no se les puede decir perros: niños es la palabra adecuada.
 
Luis Fernando Duplat
 
 
Los tres tenedores: Paquito, Zico y Simón
Así se llaman nuestros tres amados perrunos. Zico, es un cocker espaniel, negro y tuerto (perdió su ojo derecho en una pelea, cuando aún era un adolescente). Simón es un terrible beagle, tiene tres años y es el anarquista del grupo. Mujeriego pero leal hasta en la almohada. No duerme solo y siempre busca el calor de las cobijas. Y Paquito, cuyo apellido es "Ramón". Es un callejerín que hemos encontrando en la calle. Se nos "pegó" y vino a dar a la casa. Es un criollo en pleno crecimiento. Lo conocimos cuando apenas era un bebé. No tiene raza conocida. Simplemente es un perro sin pedigrí pero con un alma colombiana que lleva en los ojos.
Ellos tres son nuestros hijos y a la vez los verdaderos amigos. Entre ellos protegen otra mascota que llegó a la casa por arte de magia: "Mambrú", un felino criollo, blanco, como las nieves del Ruíz. Estas cuatro criaturas tienen un privilegio: viven en el campo (en las afueras de Pereira), así que hacen popó donde les da la gana. No tienen restricciones. Viven libres, porque así son más auténticos.
Zico es el veterano del trío. Debe estar por los 10 años. Es el que pone orden cuando las cosas se ponen pesadas en el combo. Va un lago cercano a hacer lo que les gusta a los Cocker: rastrear aves de los pantanos. Simón es el estratega del grupo: su olfato y sentido de orientación lo hacen el jefe de la milicia perruna (cuida de la casa con sus ladridos nocturnos). Entre tanto, Paquito Ramón apenas está aprendiendo a asumir su rol de perruno: ya olfatea y es un gran avance; ya hace huecos –porque aprendió de Simón, sabueso por excelencia; y hace la siesta con música clásica. Hemos descubierto que después de tragar se acuesta junto al equipo de sonido para escuchar la emisora cultural.
En fin, como les digo cada día: por fortuna los perros me han enseñado a vivir más cerca de la naturaleza que los hombres ilustres que hablan de ella pero no la asumen porque el discurso los consume.
Guauuuuuuuuuuuuuu.
 
Carlos A. Victoria - Ximena Ramón



 
 
Alcibíades
Mi perro se llama Alcibiades y es la Némesis de la estética. Es de esa clase de canes a los que ningún veterinario o zootecnista podría identificar por raza o género, porque luce como un french poodle adicto a los anabólicos: musculoso, gordo, grande, tonto y con el pelaje blanco y espeso como una de esas ovejas que aparecían en los dibujos de Heidi, la niña de la pradera.
Pues bien, como iba diciendo, Alcibiades no es heroico, ni bonito, ni elegante, ni entrenado. Es más: ¡no huele bien! El pobre animal padece de "otitis", y para los que no saben qué consecuencias conlleva tener una mascota con este mal, les diré que espero no se enteren nunca, porque ni sus manos ni los muebles de su casa olerán igual después que estas criaturas posen su ‘humanidad’ sobre ellos; las orejas huelen mal, hieden por que les sale constante cera, de esa que se pega al pelo y que se asemeja al vómito del primito de 6 años que devuelve los chitos y el kumis que comió antes de embarcarse con toda la familia en un viaje en carro de 10 horas hasta Cartagena.
Es por ello, por el olor de Alcibíades y su horrible aspecto, que no llevo "amigas" a mi casa. Simplemente me da pena el hedor que expele la criatura esa y desde luego la forma en que se adhiere a las superficies porosas de la casa. Cuando una de esas niñas tan lindas y ungidas con todo tipo de esencias aromáticas entran a mi casa, de inmediato son abofeteadas por el "humor" de Alcibíades, que torna en nulas las ya de por sí débiles oportunidades que tengo en la difícil empresa que es ganarse los favores de una dama atribuida con los abundantes dones que la madre tierra le otorgó.
Como ya se habrán podido dar cuenta, es difícil tener una mascota de este tipo en la casa. Y es que no he hecho más que quejarme, lo sé, pero aún y así, es Alcibíades el que está en casa cuando todos han partido y la espesa niebla de la noche torna dolorosa la antes imperceptible soledad. Me hace compañía cada vez que la necesito sin pedir nada a cambio excepto una caricia y unas palabras de cariño que le hagan saber que es el confidente más confiable e incondicional con el que jamás se podrá contar.
Es por eso que nadie en la casa ha querido salir de él por más bravo, feo o apestoso que sea; porque sabemos que lo necesitamos más de lo que él nos necesita, ya que nos recuerda lo bien que se siente ser apreciado en verdad por alguien que no pide de nosotros dinero, constante atención o aparentar ser alguien distinto para agradar a gente no nos agrada del todo.
Lo que digo se puede y debe aplicar no solo a un perro hediondo, también a nosotros mismos y las relaciones románticas o filiales que llevemos, por que no es fácil ser tratado como un perro, ni mucho menos es justo tratar a los demás como tal solo por que disciernen con nuestras decisiones, apariencias o forma de vivir la vida.

Julián Silva, desde Bucaramanga


Otto
Mi nombre es Diana y el de mi perro Otto. Es un bogotano de 4 años de edad, que es mi fiel compañero y esta con nosotros desde que tenia aproximadamente dos meses de edad. Cuando lo compramos, se veía y estaba muy flaco, pero ahora es un grandulón de 33 kilos de
peso!!! Desde hace 3 años vivimos en Alemania y obviamente
Otto está con nosotros, se ha adaptado muy bien al
clima y le encanta la nieve. Cuando surgió la posibilidad de trasladarnos a este país, pensé en que no lo podría dejar, el es mi amigo y los amigos no se abandonan, el nunca lo haría conmigo.
Así que ahora vivimos con mi esposo aqui en Alemania,
junto con Otto.

Diana, desde Alemania


El perro es la familia
Soy Orffa Cecilia Gutiérrez y no tengo perro, pero son míos todos los perros de mis clientes. Ellos son mis pacientes, pues soy Médica Veterinaria Zootecnista, especialista en pequeños animales. Amo mi trabajo y mi profesión. En un artículo que escribí hace poco para un boletín profesional, comentaba aquello que se ha dicho siempre, que "el perro hace parte de la familia". Yo digo que esto ya cambio y que el perro no es parte de la familia. Para mí, el perro "ES LA FAMILIA" de muchas personas.
Los niños están muy solos, hay mucha gente separada o divorciada que está sola, los ancianos están muy solos... Para muchas de estas personas el perro es la única compañía durante muchas horas del día, por lo tanto son su única familia.
Los perros y las mascotas son la expresión del amor verdadero : no te preguntan, no te juzgan, no te critican, no te interrogan acerca de porqué te fuiste o porqué te vas... sólo te quieren incondicionalmente. Así llegues tarde o temprano, siempre te saludarán y te querrán...
Un abrazo a todos los que aman los perros

Orffa Cecilia Gutiérrez


30 razones por las cuales es mejor tener perro que mujer:
1. Los perros no lloran.

2. Les encanta que uno invite gente a la casa.

3. No les importa que uno use su champú.

4. No esperan que uno los llame para avisar que llega tarde.

5. Cuanto más tarde llega uno, mejor lo reciben.

6. No les importa que uno juegue con otros perros.

7. No se dan cuenta si uno se equivoca de nombre al llamarlos.

8. No les importa si uno regala los cachorros.

9. Todo el mundo puede conseguir un perro bonito.

10. Si es espectacular, los otros perros no lo odian.

11. Los perros no van de compras.

12. Les encanta que uno deje desorden en el piso.

13. Nunca necesitan analizar la relación.

14. Sus padres nunca llegan de visita.

15. Les encantan los viajes largos en coche.

16. No odian sus cuerpos.

17. Jamás escuchan a Julio Iglesias.

18. Nunca critican.

19. No esperan recibir regalos.

20. Es lícito tenerlos amarrados en la casa.

21. No les interesa saber cómo fue la relación con perros anteriores.

22. Les gusta husmear, pero siempre en zonas alejadas de la billetera, los cajones del escritorio y el fondo del cajón de las medias.

23. No permiten que los artículos de las revistas determinen sus vidas .

24. Jamás hay que esperar un perro. Está listo para salir las 24 horas del día.

25. De nada le sirven las flores, las joyas o las tarjetitas.

26. No se ponen las camisas de uno.

27.Jamás piden un masaje en las patas.

28. Les gusta que uno los acaricie en público.

29. Les parece cómico que uno esté borracho.

30.No pueden hablar.

Wildeman Fabián Vargas Quiñones


Bonnie y Aquiles
El 28 de noviembre pasado ocurrió algo que ninguno en mi casa se imaginó jamás. A la madrugada un chillido de dolor nos despertó, para encontrar a Bonnie, el quinto miembro de mi familia, muerto a causa de un infarto. Tenia 11 años y desde el día en que llegó a casa hasta la noche que se nos fue, no dejó de comportarse como un cachorro. Siempre atento, alegre y juguetón. Cuando la gente en la calle paraba a contemplarlo, gritando emocionados “¡miren, es Lassie!”, él, conciente de que se estaban refiriendo a su belleza, se volteaba con una mueca de ‘divo’ y les daba la cola.
Con los niños fue siempre muy especial. A pesar de su característica hiperactividad, se quedaba quieto para que lo acariciaran y admiraran. Su ausencia aún se siente en la casa, sobre todo sus ladridos de emoción cuando sentía que llegaba alguno de nosotros.
Y aunque en ese momento juramos y rejuramos que nunca volveríamos a tener una mascota (porque la muerte siempre es algo difícil de manejar, sobre todo cuando ellos viven mucho menos que uno), pronto, el 23 de diciembre llegó un nuevo “hermanito”.
La más reciente adición a la familia Vegas Molina se llama Aquiles y es un Golden Retriever de 4 meses. Mi mamá lo escogió de entre sus ocho hermanos en la camada porque “le habló”. Ella le preguntó si quería que ella fuera su mamá y él aceptó. Es necio, juguetón y desafiante. Sus hobbies son: romper cojines y papel periódico, embarrarse, comer, salir a pasear y dormir. Es muy inteligente y entiende todo lo que se le dice, pero nada le importa y siempre hace su voluntad. Ama sus juguetes los cuales carga a todos lados, sobre todo un oso koala al que lleva hasta al baño, literalmente.
Ha sido una alegría para todos tenerlo con nosotros, claro que de ninguna manera es un reemplazo de nuestro querido Bonnie. Qué pesar que no se conocieron él y Aquiles, se hubieran llevado muy bien.
Maria Carolina Vegas


Mateo Montealegre
Mateo es un labrador dorado. Es un perro muy cariñoso, inteligente, sensitivo, manipulador y sobre todo un amigazo.
Cuando llegó Mateo tenía 30 días de nacido. Hoy tiene 6 años, 42 en años de perro, según dicen. En todos estos años lo he visto pasar de la infancia a la juventud y ahora a la adultez, marcando cada etapa con rasgos propios de una personalidad avasallante, exultante de alegría; terriblemente activo y destructor en su infancia y juventud, pero reflexivo y tolerante en su edad mayor. De alguna manera verlo crecer ha sido una lección de vida.
Mateo ocupa un lugar propio entre los miembros de nuestra extensa familia. Sin embargo aun no me permiten llevarlo a las reuniones familiares. Entre mis amigas y amigos es toda una personalidad. Es tremendamente enamoradizo de mis amigas.
Nunca he podido entender cómo hace para saber que es domingo. El domingo es el día en que los dos salimos a dar un paseo largo al parque. Él lo sabe y defiende ese derecho con todas su armas de convicción. Lloriqueos, aulliditos, ladriditos y ladridos. Y eso que ya es todo un perro para que haga esas cosas, pero creo que en el fondo tiene un gen de perro callejero porque le enloquece todo lo que tenga que ver con ir a la calle.
En estos años yo he tenido tiempos buenos y tiempos malos, y lo mejor de todo ha sido comprobar cómo en las buenas y en las malas siempre mi perro ha estado ahí dándome su cariño, su amistad incondicional, su alegría, su nobleza, su muda compañía. Creo que cuando se tiene un perro realmente se tiene un amigazo.

Libardo Montealegre, Bogotá


Perros universitarios
Soy estudiante del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid en Medellín, pero como cualquier joven promedio de una generación perdida tengo amigos en otras universidades como la U de A y la Nacional, en las cuales existen diversos animales, que aunque no se sabe muy bien como llegaron, despiertan diversos sentimientos en los cotidianos habitantes de los campus.
Cómo no mencionar a Colmillo y Caracortada, dos perros criollos, especialistas en detectar profesores, sean o no sean de la universidad de Antioquia, a los cuales les ladran y tiran como si los hubieran hecho repetir una materia o no les explicaran bien en las clases a las que se cuelan y escuchan con extraña atención. O a Totto, un remedo de labrador que arrea a las cabras de la Nacional a recibir clase en los bajos de la bibliotecajo.
Finalmente, para no hacer muy largo el cuento, está La Negra, una labradora con una historia triste, que camina con un vaivén conquistador luego de una operación pagada por una profesora conmovida cuando se enteró que La Negra había sido atropellada por un carro.
Existen muchos otros casos de estos habitantes universitarios, que poco a poco se han ganado el cariño y aprecio de las otras especies animales de su entorno. Lo único que falta es que se lancen a algún cargo público para continuar con este melodrama llamado Colombia.

Jackdemon, Medellín


Carlota
Carlota es una Weimaraner, Colombiana de 11 años que vive en Nueva York con sus papás, Camilo y Juan y es el centro de la familia. Su
tarea paciente es esperar durmiendo todo el día mientras los padres
trabajan y celebrar con alegría la llegada. La nieve fue toda una novedad y es la gran alegría, así como el mar y la playa y los parques con venados y ardillas de este hemisferio norte. Aunque vive en Estados Unidos desde el 2000, criada en castellano, entiende las órdenes en inglés y en italiano, porque tiene unas vecinas que la cuidan y consienten mucho y que le hablan en italiano. Dios guarde este animalito por muchos años, con salud plena como hasta ahora.

Camilo Perdomo




 

 

Jerónimo

Me llamo Marcela y vivo en Atlanta (GA). Mi perro es un lindo chihuahua de 2 años, se llama Jerónimo (en honor al hijo de nuestro querido presidente Álvaro Uribe). Quería llamarlo guaro o vallenato en homenaje a mi querida Colombia, pero los nombres no me sonaron... Pensé en Álvaro pero me pareció muy serio, luego Tomás, pero así se llama mi abuelito y no quería herir susceptibilidades... A veces los abuelitos son chochos, ¿no? Me dije: ¿cuál es el nombre del otro hijo de Uribe? ¡Jerónimo! Me pareció perfecto y así quedó. Debo confesar que jamás me habían gustado los chihuahuas, pero en este caso, con Jerito (así lo llamo de cariño), fue amor a primera vista. Iba a comprar un yorkie pero la dueña del criadero no tenía. Me dijo “venga le muestro los chihuahuas que tengo”, y yo le dije “nooooo”, que gracias, que no me gustaban. Pero ella y mi amigo insistieron, y hoy se los agradezco con toda mi alma. Él es mi amigo, mi compañero, me hace reír con sus graciosuras, también me ha hecho llorar como cuando le di queso y se me enfermó. Casi me parte el corazón de verlo con dolor. Es un perro muy sano, gracias a Dios. Soy su mamá y él lo sabe. Es un mañoso que no come hasta que no llego a la casa, me la tiene montada, porque es casi como un chantaje. Cuando salgo me da remordimiento de conciencia que Jerito no haya comido... Sí, así de tragada estoy de él, y me gusta porque sé que él siempre será mío, me será fiel y siempre, siempre, pero siempre estará feliz de verme sin importar que haya tenido un mal día (como cuando la gata lo aruña). Eso con los hombres no pasa, después de un tiempo ya te ven mil taras. Jerito jamás lo hará.
Es un chiquito hermoso, consentido, dormilón, perezoso e inteligente y muy celoso si llego a la casa hablando por celular. No lo soporta, con su nariz trata de quitarme el teléfono de la cara. Claro, él es el rey de la casa y nadie debe osar ignorarlo. Hay que saludarlo como Dios manda. Él va conmigo a Colombia así tenga que pagar extra. Va conmigo en el avión y no en cargo. Mi mamá por fin va a conocer a su nieto peludito....

 

Marcela Acosta
 


Muchas gracias a todos los que enviaron sus historia y fotos. Este espacio quedará abierto a la participación del público. Envíenos las anécdotas e imágenes de sus perros al e-mail: zonalector@semana.com, con el asunto: perros