A comienzos de semana soñé que, repentinamente, aparecía en el despacho presidencial de Iván Duque para ser testigo invisible de una reunión de urgencia.El presidente dejaba en su puesto la guitarra Fender y se aclaraba la voz, mientras ministros y asesores se acomodaban.–Queridos amigos –les decía–: hoy es el día más importante de mi gobierno.