OPINIÓN ON LINE

¿Ataque de “mercenarios” o “la punta del iceberg”?

No es claro si se trató del ingreso del grupo al cuartel o se presentó un connato de levantamiento. De todas maneras, que se llevaran 150 fusiles y ametralladoras requiere de colaboración dentro del fuerte militar.

Semana.Com
7 de agosto de 2017

El gobierno de Venezuela con algún retardo anunció que un grupo de exmilitares y civiles había incursionado en las instalaciones de una de las más importantes unidades militares de en Valencia, donde casi siempre se han iniciado, con o sin éxito, los más de 350 golpes o contra golpes militares en ese país. Coincidió con la instalación de la asamblea constituyente y con la destitución y procesamiento de la fiscal general de la nación.

No son hasta ahora claras las informaciones sobre si se trató solamente del ingreso del grupo al cuartel o si dentro de él, se presentó igualmente un connato de levantamiento. De todas maneras, para que hayan logrado llevarse del depósito de armamento más de 150 fusiles y ametralladoras, que todavía no se han podido recuperar, necesariamente se requiere que los atacantes hubieran contado con colaboración dentro del fuerte militar.

Naturalmente que los 20 atacantes, por más ingenuos que sean, no podían pretender “tomarse” la más poderosa unidad militar del país, sino simplemente apoderarse de las armas generando además un evidente efecto político. Eso lo lograron.

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La aparición del comandante del ejército muchas horas después por televisión con casco de guerra, fusil y chaleco antibalas, haciendo una arenga chavista y rodeado de soldados en la misma indumentaria, es significativa. Un comandante de ejército debe dirigir y no dar la impresión de que es un cabo o un teniente más, lo que no quiere decir que no deba estar en el lugar de los acontecimientos con uniforme de campaña. La dirección es la dirección.

De los primeros que hizo el anuncio sobre los hechos de Valencia fue Diosdado Cabello, de la asamblea constituyente, mientras que el omnipotente general Padrino López se mostraba más distante y sus primeras reacciones fueron mediante comunicados. Hace pocos días Maduro cambió, sin mayores explicaciones, a todo el alto mando militar con excepción del Ministro de Defensa. Es la estrategia para evitar que se genere la prevalencia o liderazgo de un general con mando directo de tropas, porque siempre en esos casos ha existido el riesgo de que en un momento dado pueda promover un pronunciamiento militar. Así ha sucedió muchas veces con generales venezolanos.

Los acontecimientos permiten inferir además ciertas cosas. La “destitución” de la fiscal la realiza la asamblea constituyente, lo que no tiene pies ni cabeza, porque una asamblea de este tipo no asume de facto todos los poderes del país. Sin embargo, todo parece indicar que nominalmente durante dos años será la asamblea, con Cabello, Delcy y la esposa de Maduro, la que ejercerá todos los poderes del Estado bajo las instrucciones directas del presidente. Salpicada naturalmente con los periódicos insultos a Colombia.

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El presidente Santos, que es “pragmático”, por decir lo menos, se dio cuenta oportunamente de que la eventual solidaridad con el gobierno de Maduro lo perjudicaría en alto grado. Es muy posible que si alguno de los precandidatos presidenciales, fuera del de las FARC, no sigue la misma conducta, tendrá dificultades.

(*) Profesor de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.