OPINIÓN ONLINE

Cuando el amor es sufrido

Pasar de las mieles del amor a la línea gris de la violencia psicológica, física y sexual, se ha vuelto una constante en las relaciones sentimentales de muchos colombianos.

Silvia Parra, Silvia Parra
20 de septiembre de 2014

Dada la particularidad de la fecha, vale la pena dar un repaso por el concepto de <<Amor>> que tenemos en Colombia, concepto que en las últimas décadas se ha venido desvirtuando y generando cada vez mayores vínculos con celos, posesión y maltrato.

El amor es tan cultural como lo puede ser cualquier otra vivencia social del ser humano. Nos socializan para amar de una determinada manera, así como nos socializan para vestir de cierta forma, comer ciertos alimentos o rezar a un Dios y no a otro.

Hoy, pasar la línea de las mieles del amor a la línea gris de la violencia psicológica, física y/o sexual, se ha vuelto una constante en las relaciones sentimentales de muchos colombianos. Cuando se ama a la colombiana, los indicadores revelan que la principal víctima que cobra es la mujer; el maltrato que reciben de manos de sus parejas o exparejas se ha vuelto tan natural, que cada noticia sobre violencia de género es percibida como si de una plaga inevitable se tratara.

En un estudio realizado por la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, cuatro de cada diez mujeres reportaron haber sufrido agresiones físicas por parte de su esposo o compañero de vida, es decir, recibieron empujones, zarandeos, golpes o patadas que generan, más allá de lesiones físicas, daños imborrables en el alma, problemas en la psiquis y una autoestima por el piso.

Según este mismo estudio, más de la mitad de los hombres ejercen algún tipo de control sobre sus parejas, celos por hablar con otro hombre (51 %), el compañero insiste en saber dónde está (39 %) y la acusa de infidelidad (32 %).

En todo el país, durante el año pasado, cada 13 minutos una mujer fue víctima de violencia de pareja. Para el 2013 se muestra un aumento del 40 % de asesinatos a mujeres por violencia intrafamiliar y por delito sexual, con respecto al 2011, según Medicina Legal.

Este año, el panorama sigue parecido; en Bogotá, según las cifras de la Secretaría Distrital de la Mujer, desde el 1 de enero y hasta el 30 de abril del 2014 se registraron 41 mujeres asesinadas, es decir, aproximadamente 11 mujeres al mes.

Según la ENDS, para la última década (2000-2010) el 74,6 % de las mujeres han sido violentadas por su última pareja, y a pesar de esto, el 73 % no ha denunciado su caso.

Me pregunto ¿cuál es el porcentaje actual de mujeres que han sido tocadas y manoseadas sin su consentimiento? Sólo en Bogotá la cifra nos sorprendería.

La violencia intrafamiliar sigue predominando en la sociedad colombiana, pero, como lo muestran las encuestas, algunas mujeres prefieren disfrazarla con demostraciones de afecto en público, inundando las redes sociales con muestras de “amor” y así generar un balance mentiroso de su realidad. Ya que implica mayor coraje atreverse a denunciar y buscar ayuda.

Estamos frente a un concepto de Amor que se confunde con violencia y genera un serio problema de salud pública en el cual debe intervenir actores sociales tanto públicos como privados.

Usted, mujer, adolescente, niña que ha sido víctima del maltrato físico, psicológico o verbal, tiene el pleno derecho de recibir atención integral, orientación, asesoramiento jurídico y asistencia técnica legal con carácter gratuito e inmediato desde el momento en que el acto de violencia se ponga en conocimiento de la autoridad. Usted, mujer afectada, tiene derecho a recibir información completa y oportuna sobre sus derechos, mecanismos y procedimientos contemplados en ley y debe ser tratada con reserva de identidad al recibir la asistencia médica, legal, o asistencia social.

Y sobre todo, tiene pleno derecho a romper con la idea infundada de relacionar amor con violencia, así como dejar de vincular los celos, la posesión, los golpes, el abuso y el maltrato psicológico, físico sexual y verbal con el amor.

Twitter: silvia_parra