Ciudadano Global

El blanco y el negro: contraste de dos agendas de desarrollo

Estoy convencido que las personas, y en general las sociedades, son el resultado de muchos factores, pero fundamentalmente, de las decisiones personales y colectivas, que han sido capaces de tomar. Mientras hay regiones en el mundo que prosperan de manera sostenida, superan las crisis rápidamente, y están en la frontera del desarrollo, hay otras que no son capaces de avanzar.

Semana
22 de febrero de 2014

Estoy convencido que las personas, y en general las sociedades, son el resultado de muchos factores, pero fundamentalmente, de las decisiones personales y colectivas, que han sido capaces de tomar. Mientras hay regiones en el mundo que prosperan de manera sostenida, superan las crisis rápidamente, y están en la frontera del desarrollo, hay otras que no son capaces de avanzar. 

En América Latina, los casos dramáticos son Argentina y Venezuela. Contrastan estos ejemplos con el caso de Chile, y lo que está sucediendo lentamente en Perú y Colombia. Es el contraste entre el negro y el blanco en los procesos de desarrollo de países con raíces comunes, pero con ideologías y agendas políticas muy diferentes. Y los resultados están a la vista para reflexionar.

En las regiones más desarrolladas del mundo, es posible observar algunos aspectos comunes, independientemente de sus antecedentes culturales. Israel, Singapur y el Silicon Valley, son casos ubicados en diferentes partes del mundo, muy distintos entre sí, pero con factores similares que han sido vitales para su desarrollo.

Cuando se buscan las razones de este fenómeno, aparecen señales que son necesarias de entender. Se encuentra que hay una agenda explícita, pero también una implícita. Esta última es invisible pero fundamental.  La combinación de las dos agendas, les ha facilitado hacer escogencias estratégicas inteligentes, para ir tejiendo un sistema cada vez más rico y complejo de interacciones, para movilizarse muy exitosamente hacia un propósito compartido como sociedad. 

Cuando se ve la encrucijada en el que se encuentra Venezuela en la actualidad, o se lee el muy interesante artículo del Economist titulado: "la parábola de Argentina", se encuentran dos casos de sociedades que hicieron las escogencias equivocadas, con unos resultados desastrosos. Ideologías desalineadas con las tendencias mundiales de la Economía del Conocimiento, han dilapidado la inmensa riqueza de estos países "bendecidos" con sus recursos naturales. 

Estos dos casos hay que estudiarlos a fondo en Colombia, para no repetir los mismos errores históricos en nuestro país..!!!. Pero también, debemos de entender cuales son los factores necesarios para construir una agenda de desarrollo, que esté coherentemente alienada con las decisiones ya tomadas de insertarnos en el mundo del siglo XXI. De no hacerlo, nos podemos quedar sólo en los enunciados, pero incapaces de cambiar nuestro perfil de desarrollo, hoy igualmente dependiente de nuestros recursos naturales. Como veremos en el siguiente blog, los riesgos de no hacerlo, ya saltan a la vista. 

Esta semana estaba en la Conferencia del World Innovation Summit (WIS), en el Silicon Valley California, invitado a presentar los avances que hemos tenido en Colombia en este tema. Más de 400 personas provenientes  de los Estados Unidos y 40 países, nos reunimos para compartir y aprender acerca del proceso complejo, que implica construir un "ecosistema de innovación".

Desde hace más de sesenta años, esta región de los Estados Unidos, es el epicentro de una revolución que ha venido transformando al mundo. Una combinación mágica e irreplicable, de talento, cultura y recursos, ha servido para incubar el transistor, los computadores personales, el Internet y su uso en la formación de las redes sociales. Es la sede de empresas como Google, Apple, Intel y Facebook, y de universidades como Stanford y Berckely. Las primeras, hoy están entre las empresas más valoradas del mundo. Las segundas, son centros de excelencia a nivel mundial. 

Las dinámicas de interacción que se ven en el Silicon Valley, hace que estas empresas y universidades, se convierten en ejemplos brillantes del tipo de "ecosistemas" que permiten el florecimiento de  organizaciones de este tipo, en las regiones que hoy son referencia del concepto de la "nueva economía basada en el conocimiento".

A medida que avanza el siglo XXI, va calando cada vez más un mensaje fundamental: el talento del capital humano de una nación, es la única base sostenible para su desarrollo. Por esta razón, la Innovación como concepto amplio,  está en el centro de la agenda económica mundial, y por lo tanto, hay un interés creciente para entender cómo se puede lograr replicar el ejemplo del Silicon Valley, en otras partes del mundo. 

A pesar de que la "combinación de factores" que dieron luz a esta región son muy difíciles de replicar, hay un esfuerzo muy interesante de muchas mentes, para tratar de decodificar lo que ha sucedido en este caso. Hay un gran interés de entender cuáles fueron los componentes de "la receta", a pesar de que el resultado va a depender fundamentalmente de los ingredientes locales que se usen y de los Chefs que la cocinen.

Asistir a un evento como el del WIS esta semana, es transportarse a un entorno de pensamiento muy sofisticado que asombra y aterra al mismo tiempo. Asombra porque muestra que la "receta para el desarrollo" que va emergiendo, requiere de muchos ingredientes invisibles para mucha gente. Y aterra, porque mientras las regiones que han entendido estos retos avanzan a velocidades cada vez más grandes, la infraestructura mental de los demás, se va quedando cada vez más rezagada y enredada en discusiones que no agregan valor en la dirección que toca.

Algunas de las conclusiones que salieron del evento muestran los elementos del nuevo paradigma, que está emergiendo. Del control de la producción a la creación colectiva. De la formación de clusters, a la conectividad humana. De nunca fallar, a hacerlo de manera rápida y económica. De planear los resultados, a experimentar, adaptar e iterar. De la neutralidad de la moral a la importancia de los valores para el desarrollo. Y del énfasis en los resultados a eliminar las barreras sociales. 

Cada uno de ellos muestra las creencias claves que definen la forma de pensar, de los miembros de estas "comunidades de aprendizaje", sus comportamientos diarios y su capacidad de producir consistentemente resultados asombrosos. Por ser invisibles a los ojos de los extraños, no son fácilmente valorados y muy difícilmente imitados. Quienes  tratan de buscar cosas tangibles en estos entornos, pierden de vista los aspectos intangibles del sistema complejo, que toma muchos años en formar.

Por todo lo anterior, es necesario entender que la cultura es uno de los ingredientes fundamentales, para el éxito en la creación de los "ecosistemas de innovación". Esta está definida por las creencias, los valores que informan a los modelos mentales de la gente. Cuando personajes como Chávez y Petro creen que los empresarios somos el cáncer de la sociedad, se estigmatiza al otro en función de la ideología, y se polariza a la sociedad, el resultado no debe de sorprender: una Venezuela desabastecida, y una ciudad destruida como Bogota. 

En esta semana, en que sucedía el evento al que asistí en California, en el norte de Sur América, el ambiente de revuelta generalizada se había apoderado de las calles de Caracas y de otras ciudades de Venezuela. Las grietas del régimen se ven por todas partes. La dictadura disfrazada de democracia que Chávez implantó, finalmente se le está saliendo de madre a Maduro. Su incompetencia  ha logrado lo imposible: recibir US 100,000 millones de la venta de petróleo al año, y que no exista papel sanitario en los anaqueles de los supermercados de su país. Increíble !!!.

Venezuela es hoy dictadura disfrazada de democracia populista. Por esta razón, un movimiento liderado por estudiantes, se tomó las calles de Caracas y de otras ciudades, para demandar la liberación de varios de sus compañeros y protestar por el desmadre en que se ha convertido ese país desde hace quince años.

Y por el sur del continente , da pena el caso de la Argentina. Por esta razón,  es muy disiente el chiste que me contó un argentino radicado en California hace muchos años..."Argentina ha sido tremendamente exitosa. Decidió subdesarrollarse aceleradamente y lo logró, superando ampliamente todas las expectativas". De ser una de las cinco economías más desarrolladas a principios del siglo XX, pasó a ser un caso que da lástima como lo muestra el Economist la semana pasada.

Corolario: Las creencias, los comportamientos y los valores los dirigentes políticos de estos dos países, se convirtieron en su peor barrera para el desarrollo. Son temas invisibles pero centrales para quienes quieran tener éxito en el siglo XXI. Este debería de ser el tema de la agenda política del proceso que hoy se vive en Colombia. Lamentablemente no lo es y los resultados los podemos observar en nuestra propia capital y nuestro vecino Venezuela.