El Comprimido
Junio 15 de 2014 Eduardo Arias
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No es fácil seguirle el pulso a un Mundial en medio de las elecciones.
Pero, una vez conocidos los resultados, llega la calma que permite revisar un
fin de semana con siete partidos y más de un batacazo.
El primer triunfo
Regresar a un Mundial después de 16 años, con la presión de todo un país
que los da como los grandes favoritos del grupo y sin poder contar con Falcao
García, su máxima figura, no era tarea fácil. Pero Colombia encaró con éxito el
desafío. La clave, haber salido a buscar el gol con determinaciópn desce el
comienzo. Y lo logró. Eso desbarató el planteamiento de los griegos, expertos
en esperar, enredar, contragolpear y, de pronto, marcar un gol en un cobro de
pelota quieta. Con el gol a favor, Colombia obligó a Grecia a salir. Luego
llegaron dos goles más, que le dan aún más confianza al equipo para enfrentar a
la muy difícil e impredecible Costa de Marfil, y a la rápida e incisiva Japón. La
presentación de Colombia no fue perfecta. Los polemistas, analistas y expertos
que dictan cátedra en la radio y la televisión han expresado sus dudas. Pero el
primer paso se dio y Colombia avanza.
Centroamérica
Hacer comparaciones, además de odioso, suele ser una trampa. Sin embargo,
corro el riesgo de comparar a Costa Rica y a Honduras, los dos representantes en
Brasil 2014 de esta delgada franja de tierra que separa al Océano Pacífico del mar
Caribe. Honduras llegó con la idea de aguantar a punta de roces y reventar
balones a cualquier parte. Costa Rica, en cambio, encaró de igual a igual a una
confiada selección uruguaya y terminó doblegándola a punta de fútbol, talento y
empeño por ganar el partido. La figura de Honduras, si la tuvo, fue su arquero
. La de Costa Rica, su delantero Joel Campbell. Sí, las comparaciones son
odiosas. Pero ahora todos queremos que los ticos clasifiquen a octavos de final
y no nos daría demasiada tristeza si eliminan a los catrachos.
Recuerdos…
Escocia llegó al mundial de Argentina 78 como uno de los grandes favoritos
para pelear el Mundial. En su debut enfrentaba a un Perú lleno de dudas. Tal
como lo hizo Uruguay ante Costa Rica, comenzó ganado temprano con un gol de Joe
Jordan. Los peruanos, en vez de achicopalarse, recordaron quiénes eran ellos:
Cubillas, Cueto, Velásquez… Cueto logró el empate cuando terminaba el primer
tiempo y, en el segundo tiempo, dos golazos de Teófilo Cubillas ajustaron el 3
a 1, que fue la primera gran sorpresa de aquel mundial. Trámite similar
(arranca ganado Uruguay, Costa Rica remonta y voltea el resultado), igual marcador,
un héroe supremo… similares a cargo de protagonistas diferentes que se repiten
cada cierto tiempo a lo largo de los mundiales.
La delgada línea
En Twitter son comunes trinos que
dicen, por citar un ejemplo: “la delgada línea que separa haz lo posible de hazlo
posible” (tomado de @aloconrex). En este
Mundial, una muy delgada línea separó las palabras triunfo de derrota. Lo sufrió
Ecuador, lo gozó Suiza. Ambas escuadras empataban a un gol cuando se jugaba el
tiempo de reposición. Ecuador tuvo una clarísima opción de gol que desperdició
de manera. Se armó el contragolpe y, medio minuto después, Seferovic la empujó
al fondo de la portería de Domínguez. Ecuador, que tuvo los tres puntos al
alcance de su mano, terminó sin nada. Suiza, que de milagro se salvó del knock
out, ahora cuenta con tres puntos de oro.