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2019 año de expectativas y esperanzas

A pocos días de iniciado el 2019, mis predicciones binoculares aún divisan un barco que viene navegando por aguas turbulentas, trayendo en su interior cúmulo de expectativas y esperanzas; esperamos que nuestro presidente, sepa sortearlas con sapiencia y sabiduría.

Uriel Ortiz Soto, Uriel Ortiz Soto
11 de enero de 2019

Hay que reconocer que el gobierno del presidente Duque, se apuntó un hito, al lograr concertar el salario mínimo con un reajuste del 6% y subsidio de transporte de un 10% para el 2019.

Es buena señal de los sindicatos y gremios económicos, para el año que se inicia estar alineados con las políticas sociales y económicas del presidente. No olvidemos que la ley de financiamiento que se creyó iba a ser el muro de contención, afortunadamente no lo fue.  

Para el 2019 son varias las expectativas y esperanzas. Con aciertos, pero también con desaciertos, todo depende del equipo de gobierno que no se deje enredar de los politiqueros y avivatos de turno.

La corrupción es el terrible flagelo que desde hace tiempo nos está ganando la partida. “Don corrupto” se mantiene tan bien alineado que son muchos los funcionarios honestos que por no seguir sus instrucciones terminan enredados, muchas veces en las cárceles o en los cementerios.

Al problema con Venezuela hay que buscarle solución pronta y efectiva, - menos por las vías democráticas-, puesto que el señor Maduro, se atornilló en el poder hasta el año 2025. Considero, no es exagerado pensar que la única salida podría ser de orden militar, puesto que los organismos internacionales como OEA, ONU y Mercosur, con los Estados Unidos a la cabeza, aunque continúen aplicando sanciones de toda índole, estas no pasan de ser un saludo a la bandera.

El Acuerdo de Paz, firmado entre el gobierno Santos y la Guerrilla de las Farc, aunque silenció los fusiles, actualmente se encuentra más que maltrecho; la disidencia de las farc ya asciende a 1.700 combatientes, son muchos los de otros grupos subversivos y delincuentes comunes que se le están sumando. Además, los proyectos posconflicto no dan más espera.

La erradicación de cultivos ilícitos, utilizando nuevamente el glifosato con los llamados drones, o en forma manual, no es la solución; los programas de erradicación que se han estructurado como proyectos productivos fracasa debido a que están mal formulados y el gobierno no le está cumpliendo a los campesinos que se acogen a los programas de diversificación.

*Feliz año 2019

urielos@telmex.net.co