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Actuaciones políticas entre el fondo y la forma

El primer día del gobierno de Duque estuvo movido por huracanados acontecimientos que ventilaron intensas y contradictorias valoraciones de fondo y forma del discurso de Macías, el reconocimiento del Estado Palestino y la Consulta Anticorrupción. Reflexiones útiles para comprender las actuaciones políticas y su repercusión en los fenómenos sociales que actualmente vivimos en Colombia.

Ángela María, Ángela María
13 de agosto de 2018

El controvertido discurso de Macías fue rechazado por congresistas de la oposición e incluso por quienes apoyaron la elección del presidente del Congreso, afirmando que si Macías: “Quería presentar una cuenta de cobro al gobierno anterior, lo podía hacer en este recinto, pero no podía expresarse como presidente de esta corporación, ante los colombianos y la comunidad internacional interpretándonos de esa manera”.

Además aseguraron que el llamado de Duque, “a un gran pacto nacional”, quedó lesionado con esas palabras. Mientras que congresistas del Centro Democrático señalaron el contenido como “absolutamente necesario para que no le atribuyan, al nuevo gobierno, la situación del país”. Es decir, para el uribismo el fondo primó sobre la forma, contrario a la oposición.

Otro tema fuerte del primer día de Duque fue la decisión del gobierno saliente de reconocer a Palestina como un Estado libre, independiente y soberano, manifestada mediante comunicaciones enviadas el 3 de agosto, al ministro de Relaciones Exteriores palestino, Riad Malki, y al secretario general de la ONU, António Guterres.

Para el Centro Democrático, esta decisión de última hora, no cumple con los requisitos de forma, en razón que Santos la debió tomar, en la Asamblea General de Naciones Unidas de 2011, en la que se abstuvo, dejando a los palestinos en espera del voto que necesitaban para que el Consejo de Seguridad aceptara su solicitud de ser aceptado como Estado Miembro.

No obstante, los partidos de la oposición la validan, asegurando que se enmarca en una tendencia internacional, Colombia fue el último de los países de Suramérica en hacerlo y es una contribución a la paz del Medio Oriente. En este caso, la oposición le dio más importancia al fondo que a la forma, contrario al uribismo.

Esta dualidad entre la forma y el fondo es inherente al ser humano. No obstante, para obtener los resultados esperados es necesario combinar sensata y coherentemente las dos. Todos deseamos la consolidación de la paz, recuperar la soberanía y seguridad de los territorios, mejorar el crecimiento económico y bajar el déficit del país, generar nuevos y mejores empleos para impulsar la formalización, alcanzar la equidad laboral entre hombres y mujeres, mejorar el acceso y la calidad de la educación, sanear y optimizar el sistema de salud, impulsar el desarrollo rural.

De la forma como se proyecten las reformas dependerá el éxito en las transformaciones de fondo que Colombia necesita.
Así las cosas, los invito a reflexionar si ¿una consulta popular (forma) es el mecanismo idóneo para aprobar las normas de la Ley Anticorrupción (fondo)? Consulta que requiere 12 millones de votos, por pregunta y que cuesta cerca de 350.000 millones de pesos, según cifras de la Registraduría Nacional.